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Un castigo absurdo para un árbitro veterano

Cuando leí la noticia de que el comisionado Rob Manfred había suspendido por tres juegos al legendario umpire Joe West por unos comentarios que hizo sobre el dominicano Adrián Beltré, confieso que lo primero que hice fue buscar la fecha, no fuera a ser 28 de diciembre, Día de los Inocentes.

En una entrevista que le hicieran a West en junio pasado, cuando llegó a los cinco mil juegos en Grandes Ligas, le preguntaron quién era el pelotero que más se quejaba de las decisiones arbitrales.

''Debe ser Adrián Beltré'', fue la respuesta de veterano umpire, quien señaló que el pelotero de los Rangers de Texas cuestiona cada lanzamiento de strike y contó, a modo de anécdota, que en un partido reciente, el dominicano dijo que un envío por el medio del plato había pasado fuera de la zona.

En esa ocasión, como le narró al diario USA Today en la entrevista, West le dijo "podrás ser un gran pelotero, pero eres el peor umpire de la liga, apestas".

Esa publicación fue el 20 de junio y ahora Manfred se baja con el castigo, absurdo e injustificado totalmente.

¿Dónde está el pecado de emitir una opinión? Lo que contó West es, a mi modo de ver, una prueba de tolerancia, paciencia y buen humor.

En su respuesta sobre el pelotero que más se quejaba de los conteos, West no hizo alusión para nada a los orígenes raciales o nacionales de Beltré, lo cual si habría podido tomarse como un acto discriminatorio.

Buscarle cualquier otra implicación a ese simple criterio es ver fantasmas donde no los hay.

La regla dice que conteos de bolas y strikes no se discuten, pues ello implica la expulsión inmediata de quien lo proteste.

Pero lejos de ello, el cowboy West ha guardado la pistola con el quisqueyano, señal de respeto a la carrera de Beltré, futuro miembro del Salón de la Fama.

Respeto que no le mostró el árbitro Gerry Davis cuando expulsó al dominicano cuando este movió la alfombra del círculo de espera el 27 de julio durante un partido contra los Marlins de Miami.

El propio pelotero consideró innecesario el castigo anunciado por el comisionado contra West, uno de los árbitros más queridos y respetados por los jugadores.

Prueba de ello fue la broma del también dominicano Nelson Cruz en el pasado Juego de las Estrellas en Miami, cuando en medio de su turno al bate sacó un teléfono celular y le pidió al cátcher puertorriqueño Yadier Molina que le sacara una foto con el umpire principal.

La Asociación Mundial de Arbitros rechazó de inmediato la sanción al afirmar en un comunicado que son comunes los intercambios de bromas entre umpires y jugadores.

Esta no es la primera acción cuestionable de Manfred, quien parece empeñado en reinventar lo que ya está inventado y ha propuesto, entre otros absurdos, limitar el número de relevistas por inning para agilizar el juego.

Pero con el caso West se le fue el tren por completo... una vez más.