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Un pitcheo pudo cambiar la suerte del juego

Un solo pitcheo puede hacer la diferencia en un juego. Una mala decisión arbitral sobre un envío puede cambiar por completo la decoración de un partido.

Así ocurrió este sábado en el cuarto juego de la Serie Mundial, en el que los Houston Astros apabullaron a los Washington Nationals 8-1, para igualar las acciones a dos triunfos por bando.

El inning siete, en el que los Astros se despegaron finalmente en la pizarra con un grand slam de Alex Bregman, debió terminar sin anotaciones, pero el árbitro principal, James Hoye se equivocó en un lanzamiento de Tanner Rainey que era el tercer strike para George Springer.

Kyle Tucker corría en primera y salió al robo de segunda. De no haber errado el umpire y cantado el ponche a Springer, el cátcher Yan Gomes, lo hubiera puesto out en la intermedia, pues soltó un láser que llegó con mucho tiempo.

Pero el error arbitral significó boleto para Springer y que Tucker llegara quieto a segunda.

Fue un simple pitcheo que habría terminado en doble matanza: ponche al bateador y capturado en intento de robo el corredor de primera.

Acto seguido, José Altuve elevó al jardín derecho y hubiera sido el tercer out, sin carreras.

Los errores arbitrales son parte del juego, pero a estas instancias, cuando está disputándose la corona, cada pifia se amplifica, cobra un peso específico mucho mayor y resalta la necesidad del conteo automatizado de bolas y strikes.

El pobre dominio de la zona de strikes que han mostrado los diferentes jueces a lo largo de toda la postemporada ha sido lamentable y un atentado al buen espectáculo.

En ese momento, el choque iba 4-1, luego de que Washington descontara una y mostrara señales de recuperación.

Inexplicablemente, el manager A.J. Hinch cometió la torpeza de sacar de acción al mexicano José Urquidy, quien dio una muy grata sorpresa al trabajar cinco episodios inmaculados, con apenas dos hits, cero boletos y cuatro abanicados.

Urquidy tenía apenas 67 envíos, pero Hinch lo quitó y echó mano a su tambaleante bullpen, que estuvo a punto de echar por tierra el gran trabajo del abridor.

Para fortuna del manager, Bregman le enmendó el disparate con su jonrón con tres a bordo para abrir definitivamente el juego y garantizar que la serie regrese a Houston.