La postemporada sigue siendo dominio de Marshall.

Siempre y cuando el Thundering Herd clasifique a un juego de tazón, será una mala idea apostarle en contra a un equipo que ha demostrado su capacidad de terminar las temporadas con triunfo.

El más reciente para el programa con el porcentaje de éxito más alto entre los equipos de la FBS con al menos 10 apariciones de postemporada no fue lindo, pero el Thundering Herd acaparó la posesión, se apoyó en su dominante defensiva y anotó justo lo suficiente para ganar otro trofeo en la decisión de 16-10 sobre Connecticut en el St. Petersburg Bowl.

No hubo mucho brillo en la fórmula de los muchachos de Doc Holliday, pero no hay discusión sobre el resultado. Y por décima ocasión en 12 intentos desde que subieron a la máxima categoría del juego en 1997, Marshall se dirige al descanso de temporada con ánimos y equipaje extra.

Qué significa el triunfo para Marshall: La racha de victorias vivirá para ver otra campaña. El Thundering Herd ya ha ganado cinco tazones seguidos, consolidándose como uno de los equipos más confiables del país en época navideña. Lo mejor para Marshall este año es que la victoria enalteció su temporada, la cual cerró con 10 victorias por tercer año consecutivo.

Qué significa la derrota para UConn: Los Huskies no tienen de qué avergonzarse tras mostrar señales de progreso con el coach de segundo año Bob Diaco. Pero la derrota a manos del Thundering Herd les arrojó otra campaña perdedora, una mala racha que se remonta a la campaña del Fiesta Bowl en el 2010 y que Diaco quería cortar en Florida. UConn va hacia la dirección correcta, pero el esfuerzo de reconstrucción no está finalizado.

AP PhotoChase Litton halló la forma de mover las cadenas para Marshall ante UConn.

Jugador del partido: Por la mayor parte, todo lo que Marshall necesitó fue que Chase Litton manejara la ofensiva de forma eficiente, completara pases fáciles y evitara errores costosos. Pero un frente defensivo aguerrido y físico, con una secundaria talentosa y expectante de UConn, lo hizo más complicado de lo que suena, particularmente para un mariscal de campo freshman. Pero Litton tomó lo que los Huskies le concedieron y sostuvo series prolongadas, gracias a sus 23 pases completos para 218 yardas con un touchdown y solo una intercepción. Eso fue más que suficiente para complementar un fantástico esfuerzo del Thundering Herd en el otro lado del balón.

Cómo se ganó el partido: Paciencia y posesión. En lo más parecido a un duelo de picheo sobre el emparrillado en Tropicana Field, Marshall fue capaz de ganar ventaja principalmente con series de sencillos en lugar de apuntar por la barda. El Thundering Herd mantuvo el balón por cerca de 35 minutos, anotó en tres series distintas que incluyeron más de 13 jugadas cada una y mostraron un instinto para ganar las yardas difíciles, mismas que mantuvieron las cadenas en movimiento y a la ofensiva de UConn en la banca.