<
>

Los problemas en la ofensiva de los New England Patriots

La figura más importante en una ofensiva dentro del futbol americano es el quarterback, eso lo sabemos. Sabemos que es la posición que se lleva todos los reflectores, que se lleva las ovaciones y los abucheos, que se lleva los ganados y perdidos como si fuera pitcher abridor, aunque quizás ni los triunfos o los tropiezos tengan que ser responsabilidad absoluta de él, pero es el precio de ser el quarterback de un equipo de futbol americano y más en la NFL. Mac Jones no ha sido el principal problema en la ofensiva poco operante de los Patriots en este 2022.

La línea ofensiva no tiene la capacidad de poder generar juego terrestre y mucho menos darle protección a Mac Jones. El ataque por tierra es el número 23 de la NFL con un promedio de 104 yardas por juego, pero por acarreo tiene un promedio de 4 yardas, para ser la 25 de la liga. Solo suman cinco juegos donde, como equipo, han logrado rebasar las 100 yardas, pero no lo han logrado en sus últimos cuatro partidos. Han permitido 32 capturas (empatadas en la posición 19), pero los problemas se han presentado en las últimas semanas donde suman 20 derribos de quarterback, cuando en los primeros siete juegos de la temporada solo había permitido 12.

Los receptores han sido un dolor de cabeza para Bill Belichick en los últimos años, pues ha sido un departamento donde han tratado de levantar, pero no lo han conseguido. Este mal se presenta desde los últimos años de Tom Brady, quien no se quejaba, pero era manifiesto que no tenía a los receptores adecuados para el sistema. Los Pats, bajo la era de Bill Belichick, no han tenido grandes receptores (salvo Randy Moss), pero el resto ha sido jugadores que fueron muy efectivos en el sistema con la presencia de Tom Brady. Estos no son de los mejores en la NFL y no marcan una diferencia para que Jones pueda sacar provecho, en especial porque es un jugador de segundo año con mucho por aprender.

En el roster tiene jugadores en la posición de receptores que no marcan diferencia. Nelson Agholor, Kendrick Bourne, Tyquan Thornton (segunda ronda del Draft de 2022), DeVante Parker y Jakobi Meyers. Ninguno de ellos es el receptor número uno, y me refiero a ser el número uno como aquel que puede ser determinante en un juego, al que le pueden descargar el peso del juego aéreo, aquel que en los momentos complicados, el quarterback lo debe buscar sin importar que tenga doble cobertura. Nick Saban, entrenador de Alabama, dice: “cuando hay momentos importantes en un partido, como convertir una tercera oportunidad o cuarta, no piensas en jugadas sino en jugadores”. Patriots no tiene un jugador así. Meyers, quien no fue seleccionado en el draft, es el líder del equipo con 50 recepciones (38 de la NFL) para 596 yardas (36 en la NFL).

Por aire, son la ofensiva 20 de la NFL (214 yardas por juego) y por puntos son la 19 (20 puntos por partido), eso nos lleva a un touchdown por juego. Les cuesta mucho trabajo mover el balón, ofensiva 24 en la NFL en yardas por partido, y para cuando logran acercarse a la zona de definición (red zone, dentro de la yarda 20 del contrario) son, junto con Denver, los peores de la liga. Solo convierten el 37 por ciento de los viajes en esa zona, bajo las órdenes de Bill Belichick, lo peor que han estado ha sido un 43 por ciento, cuando en la mayoría de las temporadas con Tom Brady estaban dentro del Top 10 en efectividad en la zona roja. El año pasado, con Mac Jones como quarterback novato, pero con Josh McDaniels, terminaron con 61.9 por ciento para ser la 11, mientras que un año antes (2020) con Cam Newton como titular fueron la 24 (54 por ciento).

La coordinación ofensiva ha sido otro de los graves problemas. Josh McDaniels salió del equipo para tomar el puesto de entrenador en jefe con Raiders y su lugar fue tomado por Joe Judge, quien fue un desastre como entrenador en jefe con Giants y Matt Patricia, quien fue despedido por los Lions. Tanto Judge como Patricia tenían cero experiencia en la coordinación ofensiva. Judge había sido el encargado de los equipos especiales con Alabama y Patriots, mientras que Patricia había sido exitoso como coordinador defensivo con New England. En la pretemporada se rotaban la coordinación o el mandar las jugadas y fue ya en el inicio de la temporada regular que Patricia se hizo cargo. Pero los resultados no han sido los esperados y no solo eso, sino que para el ex coordinador ofensivo de Patrios, Charlie Weis, con quien ganaron el primer Super Bowl, Patricia es predecible y simple en su forma de mandar jugadas.

Culpar a Mac Jones como el único responsable de los males de la ofensiva de Patriots es un análisis simple y poco profundo, quizás muy del estilo de cómo manda las jugadas Matt Patricia. La falta de línea ofensiva, el poco talento en la posición de receptores y la novatez o poca experiencia en el puesto para Patricia hacen ver a una ofensiva poco funcional y que poco puede ofrecer en la recta final de la temporada para pensar que New England pueda estar en los Playoffs. Jones es un jugador con mucho talento y muy inteligente, por algo logró un Campeonato con Alabama y logró mantener el nivel de la Universidad, pero en todos los niveles, el quarterback debe estar rodeado de talento, de lo contrario por sí solo, no podrá ganar partidos, y mucho más, en el caso de Jones, quien está en su segundo año y tiene mucho que aprender aún.