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Cómo DeMarcus Ware se ganó un lugar en el Salón de la Fama

En un periodo de seis días durante la campaña del 2009, el legendario defensivo selló para siemrpe su nombre en la historia de la NFL

FRISCO -- DeMarcus Ware requiere más de seis minutos.

"Ese tiempo no alcanza", admitió Ware del límite de seis minutos para su discurso de enaltecimiento como parte de la Clase del 2023 del Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional, el próximo 5 de agosto. "Comienzo a pensar acerca de todas las cosas que pasaron para llegar hasta este punto ...".

No necesita finalizar esa oración.

¿Cómo se supone que debe resumir su carrera desde Troy University como un recluta de preparatoria casi ignorado, hasta los Dallas Cowboys como seleccionado de primera ronda, y una carrera de 12 temporadas en la NFL con los Cowboys y Denver Broncos, completa con 138.5 capturas, cuatro selecciones All-Pro, nueve apariciones de Pro Bowl y un triunfo de Super Bowl en 360 segundos?

Podría gastar esos seis minutos en un lapso de seis días en el 2009, cuando consumó su leyenda como uno de los más grandes de todos los tiempos, pasando de quedar inmóvil sobre el terreno de juego tras una lesión en el cuello contra los Chargers, hasta lograr la captura con balón suelto forzado contra el pasador de los New Orleans Saints, Drew Brees, para ayudar a elevar a los Cowboys hacia los playoffs.

"Estaba sufriendo una experiencia extracorpórea", describió Ware. "Estaba flotando cuando estaba sobre esa superficie, cuando quedé lastimado en contra de San Diego. Estaba como, 'Estoy aquí, pero no estoy aquí del todo'".


RESTABAN 11 minutos, 35 segundos en el cuarto periodo en contra de los Chargers dentro del recién estrenado Cowboys Stadium el 13 de diciembre del 2009. El marcador estaba empatado a 10. Era segunda oportunidad y 7, y el quarterback de los Chargers, Philip Rivers, inspeccionó a la defensiva de Dallas desde la yarda 48 de los Cowboys. Nunca miró hacia su izquierda. Sabía que el jersey N° 94 estaba allí. Sabía que Ware iba por él.

Al tiempo que Ware dio la vuelta al tackle izquierdo Marcus McNeil, a unas 2 yardas de Rivers, el quarterback dio un paso al frente en el bolsillo. Ware se estiró por él, pero se quedó corto, y su momento lo llevó hasta el muslo izquierdo del tackle derecho de los Chargers, Brandyn Dombrowski.

La cabeza de Ware estaba agachada mientras colisionaba contra Dombrowski, e inmediatamente cayó al suelo.

Brazos extendidos; piernas, también.

Perdió sensación en las extremidades.

"Imaginen que alguien te golpea y todo tu aire escapa por la nariz", compartió Ware. "Ardió un poco. Estoy allí tirado sobre el suelo, mirando a mi alrededor. Veo las luces del estadio".

Marcus Spears, un liniero defensivo seleccionado nueve turnos después de Ware en la primera ronda del Draft 2005 de la NFL y uno de sus amigos más cercanos, se aproximó a Ware.

"Veíamos a D-Ware como Superman", destacó Spears. "El tipo no quedaba lastimado. Realmente no se perdió nada [Ware se perdió solo tres juegos en nueve campañas con Dallas]. Cuando está abajo en primera instancia, cuando no se mueve, me quedo como, 'D, mueve algo, hermano'. Pensé que era solamente el shock inicial".

Jim Maurer, quien ha sido el preparador físico en jefe de los Cowboys desde 1997, saltó al campo con el resto del cuerpo médico, asumiendo lo peor.

"Desde el inicio, teníamos a un jugador consciente que nos hablaba, lo que es una gran señal, pero te preparas para otras cosas", relató Maurer. "Así que tomas las precauciones, porque cuando dice que hay dolor en el cuello, no lo ignoras. Debes seguir el procedimiento. Por eso, le retiramos la careta y lo sujetamos a la camilla, hasta poder comenzar a descartar cosas".

El estadio quedó en silencio. Una toma televisiva de Jerry Jones mostró al dueño y gerente general con las manos sobre el rostro. El nivel de preocupación de los jugadores fue obvio.

Minutos pasaron lentamente al tiempo que el equipo médico de los Cowboys y los servicios de emergencia prepararon a Ware para ser retirado del campo. Entonces, llegó la primera señal positiva: levantó el pulgar izquierdo cuando era elevado. Hasta que los servicios de emergencia pudieron fijar la camilla en el vehículo, charló con Spears y el liniero defensivo Jay Ratliff, otro miembro de la clase de draft del 2005. El preparador físico asociado, Britt Brown, retiró el protector bucal de Ware.

"No recuerdo eso", confesó Ware. "Eso es gracioso"

Conforme el carrito de las asistencias se abrió camino hacia uno de los túneles, Ware ondeó ambas manos. Sus pies se movieron de ida y vuelta. con la mano, hizo una señal de "W", haciéndo referencia a su apellido.

Antes de que Ware fuera colocado en la ambulancia, regresó la sensación a sus extremidades.

"Pero, me tenían sujetado tan fuerte que estaba sintiendo todo y era como, me estaba cortando la circulación", dijo Ware. "Me tomó tanto tiempo decirme a mí mismo, 'No te estás moviendo', porque pensaba que me estaba moviendo. Ahora, todo lo que pensaba era, 'Quítenme esta mie--- de encima'".


DOS JUGADAS DESPUÉS de la lesión de Ware, los Chargers anotaron un touchdown. San Diego ganó el partido por 20-17, y la marca de los Cowboys cayó a 8-5 con derrotas consecutivas en diciembre.

Para el momento en que Maurer arribó al hospital al término del partido, todas las pruebas de Ware habían arrojado negativos, y fue diagnosticado con un tirón en el cuello. Le fue colocado un collarín, pero se le permitió volver a casa esa noche.

El lunes por la mañana, Ware condujo él mismo al complejo de entrenamiento del equipo, en Valley Ranch.

"Llegué al vestidor y todos me miraron como si acabaran de ver a un fantasma", describió Ware.

Los Cowboys tenían un partido en seis días, con un duelo de sábado por la noche en contra de los Saints, invictos en 13-0, en el Superdome.

Le decía a compañeros que podía jugar. El cuerpo médico no estaba tan seguro. Tampoco, el head coach Wade Phillips lo estaba.

"Siempre que sucede algo así, esperas que puedan superarlo, pero no en una semana", reveló Phillips. "Sigue siendo, el jugador primero. Digo, no voy a alinear a un tipo que puede quedar lastimado. Sé que necesitas ganar y todo eso, pero siempre hemos puesto primero la seguridad del jugador".

De acuerdo a Spears, "Lo recuerdo claramente. Dije, 'Hermano, no vas a jugar. Hermano, fue hace como 24 horas, y no sabíamos si ibas a poder mover las piernas'. Dijo que tenía todavía algo de dolor en el cuello, pero pasó todas las pruebas de fuerza. Digo, él no era nada excepto un enorme músculo. Él tenía optimismo.

"Yo podía ver que estaba un poco sacudido, como 'Oh, vaya, eso pudo haber sido peor'. Y, pienso que eso estaba en mi mente y yo estaba tan vigilante de que él no jugara, porque simplemente no lo sabes".


WARE NO ENTRENÓ en toda la semana, Se deshizo del collarín. Recibió tratamiento, y siguió pasando todas las pruebas administradas por los doctores. Estudió como hacía normalmente. Asistió a todas las reuniones. Recibió el alta médica para enfrentar a los Saints.

Por mucho que había anunciado a sus compañeros que jugaría, él todavía no estaba tan seguro, al tiempo que hacía el corto recorrido del hotel del equipo al estadio en aquella tarde de sábado. Cuando los jugadores llegaron al Superdome, tenían que recorrer la distancia del campo para acceder al vestidor.

"Cuando entramos, es casi silencio total", recordó Ware. "Usualmente, escuchas las charlas de los chicos. O, la música suena por sus audífonos. Pero, yo no escuché nada ... Veo a los chicos, ellos estaban conmigo. Yo estaba como, 'Hombre, esto puede ser una chispa para el equipo'. No pensaba en mí. Pensaba en el equipo. Si ganamos el partido, debemos meternos a playoffs. Se trata del equipo. Siempre he sido de ese modo".

Una vez dentro del vestidor, Ware vio sus hombreras, pero no su jersey N° 94.

"Eso no se sintió correcto", dijo.

Rápidamente fue por su jersey, lo colocó sobre sus hombreras y comenzó a equiparse para jugar.

"Le pregunté, '¿Qué estás haciendo, hombre?'", preguntó Spears. "Dijo que lo iba a intentar, y yo estaba como, 'D-Ware, quítate esa mie---, hombre'. ... [Con su estatura y habiendo sido recibido el alta médica], estaba en posición donde podía tomar esa decisión por sí mismo. Pero, comienza diciendo, 'Solamente terceras oportunidades', como que lo está legitimando".

El 2 de septiembre de 1996, Maurer se había encargado del corredor Emmitt Smith, quien había sufrido una lesión de cuello lanzándose por encima de la montaña humana durante una derrota ante los Chicago Bears. Smith pasó la noche en un hospital de Chicago, pero las pruebas fueron negativas. Seis días más tarde, sumó 82 yardas en 24 acarreos y atrapó un pase de touchdown durante una victoria de 27-0 sobre los New York Giants.

"Diferentes escenarios, pero de nuevo tratas de cubrir tus bases y asegurarte de que todo es seguro para que vuelva un jugador", señaló Maurer.


CON EL ALTA médica para jugar, Ware necesitaba algunas garantías. Llamó al poderoso fullback Deon Anderson durante los calentamientos previos al encuentro.

"Le dije, 'Ey, dame un pequeño tope [de cabeza]', y Deon trató de noquearme", recordó Ware. "Le pedí que me diera un golpe más, y le dije, 'Bien, si puedo aguantar eso, estoy bien'".

Pero, no saldría de inicio. El novato Victor Butler fue titular. Sería el único partido que Ware no inició en los primeros ocho encuentros de su carrera. El plan era limitarlo sobre todo a terceras oportunidades.

No importaba cuánto iba a jugar. Su presencia allí tendría un gran efecto para los Cowboys.

"Sentí que Superman estaba de regreso en el edificio", dijo el quarterback Tony Romo. "Ustedes sabían que, mientras estuviera DeMarcus Ware allá afuera, íbamos a hacerlo difícil para la ofensiva rival y el quarterback. Es uno de los pocos tipos que he visto con la habilidad de darle a todo el equipo la confianza de que, si está afuera, vamos a estar bien".

Sean Payton, el head coach de los Saints en el 2009, era el head coach asistente/coordinador de juego aéreo para los Cowboys cuando seleccionaron a Ware en el 2005. Vio a Ware dominar al futuro miembro del Salón de la Fama, Walter Jones, con una captura, dos balones sueltos forzados, una intercepción, un balón suelto recuperado y un pase desviado en la primera mitad de su segundo partido de pretemporada, y sumar tres capturas en el penúltimo encuentro de su campaña de novato.

"No creo que muchas personas en el edificio pensaban que DeMarcus iba a jugar", dijo Romo, "y sé que Sean Payton no creyó que jugaría, tampoco, porque he hablado con él acerca de eso en múltiples ocasiones".

Payton, cuyos Saints ganarían el Super Bowl XLIV seis semanas más tarde contra los Indianapolis Colts, dijo que Ware le enseño una lección que todavía aplica a la fecha.

"En nuestro plan de terceras oportunidades, siempre hablamos de protecciones, hacia dónde vamos a movernos, en quiénes nos vamos a enfocar, y [Ware] no entrenó y no entrenó, y entonces nos dormimos, comenzando conmigo, con la ayuda que le dábamos a nuestro tackle izquierdo [Jermon Bushrod]", confesó Payton.

"Luego aquí llegamos al momento del juego y él sale allá corriendo ... me ayudó en esa campaña porque vamos a los playoffs, avanzamos al Super Bowl, y todas las semanas escuchamos preguntas acerca de si [el ala defensiva Dwight] Freeney va a jugar o no. Y, le dije a toda nuestra defensiva, 'No me importa si no entrena una sola jugada en dos semanas, nos vamos a preparar para Freeney'. ... Nos cercioramos de que aprendimos esa lección a la mal. Quizás, uno de los momentos favoritos [de Ware] y uno de mis peores".


WARE JUGÓ SOLAMENTE cuatro oportunidades en el primer periodo, sobre todo porque la ofensiva liderada por Romo estuvo sobre el terreno de juego por tanto tiempo, dejando arriba a los Cowboys por 14-0, y limitando a los Saints a 10 jugadas ofensivas. Ware jugó nueve más en el segundo periodo, y forzó un balón suelto en una captura sobre Brees que los Cowboys convirtieron en un gol de campo para una ventaja de 17-3 al intermedio.

"Bushrod era un jugador de Pro Bowl y [Ware] estaba allá jugando sin cuello", mencionó Spears. "Pienso que ese partido fue su momento definitorio, porque simbolizó su habilidad para trabajar pese a un déficit y todavía poder producir. Les dijo, no estaba completamente sano".

Ware disputó nueve jugadas del tercer periodo, pero en el cuarto, los Saints recortaron la ventaja a 24-17. Los Cowboys podrían haber congelado el encuentro con un gol de campo, pero el intento de Nick Folk golpeó un poste y Brees recuperó posesión con 2:16 por jugar.

"Cuando Brees está allá afuera, nunca tienes una buena sensación de nada hacia el final del partido", dijo Bobby Carpenter.

Ware jugó ocho de las 11 jugadas en la serie final de New Orleans por el lado derecho de la línea. Como Rivers en la semana previa, Brees sabía dónde estaba el N° 94. Con 12 segundos por jugar y el ovoide en la yarda 42 de Dallas, Ware se puso a trabajar contra Bushrod una última vez.

"[Bushrod es] uno de esos tipos que, si lo golpeas, se sienta, y es difícil darle la vuelta", sostuvo Ware. "Todo el partido, estoy aplicando la técnica de golpeo recto y pensando, '¿Por qué no lo estoy superando?' Usualmente cuando ataco con poder, lo puedo hacer retroceder hasta el quarterback. Así que con Bushrod pensé que, si lo empujaba, iba a sentarse, y luego podía bajar el hombro y darle la vuelta a la esquina, porque iba a detener los pies".

El plan funcionó a la perfección. Ware capturó a Brees por segunda ocasión y forzó el segundo ovoide, con el balón terminando en manos de Ratliff.

"Ese es el momento en que nos percatamos de que D-Ware no es como ninguno de nosotros", explicó Spears, "y es mejor que todos nosotros".

Dijo Phillips, "Nos miramos unos a otros y dijimos, 'Sí, ese es DeMarcus'".

La racha invicta de los Saints se terminó, y comenzó la búsqueda de los Cowboys por la postemporada, no permitiendo un punto en sus dos partidos finales de temporada regular para conquistar la NFC Este. Superaron a los Philadelphia Eagles por 34-14 en la Ronda de Comodines de los playoffs, pero la campaña culminaría de modo decepcionante en la Ronda Divisional con un tropiezo por 34-3 ante los Minnesota Vikings.

Catorce años más tarde, Ware se alista para la inmortalidad del Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional, y no hay modo en que seis minutos puedan hacer justicia a ese lapso de seis días.

"Los Saints estaban 13-0 y fácilmente se podrían haber ido 16-0 en caso de haber ganado ese partido", comentó Romo. "Pero ellos se olvidaron, se olvidaron de que nosotros teníamos a DeMarcus Ware".

Información de Jeff Legwold fue utilizada en la redacción de esta nota.