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Aaron Rodgers se sobrepuso a las sombras en el Super Bowl XLV

Aaron Rodgers llevó a los Packers de vuelta a la cima y llenó los zapatos de Brett Favre. AP Photo

MÉXICO -- Deion Sanders se paró en el medio campo y lanzó la moneda. Dos mariscales de campo de nueva generación exitosa se medían, frente a frente, representando dos franquicias de tradición e historia fructífera, con grandes zapatos que llenar en los libros de Green Bay y Pittsburgh.

Ben Roethlisberger perseguía las hazañas de Terry Bradshaw con la mira puesta en su tercer Trofeo Lombardi y, por qué no, su primera designación como Jugador Más Valioso del Super Bowl. Aaron Rodgers, "el suplente de Brett Favre", saltó con la encomienda de generar su propio legado y devolver a los Packers a la élite con un 4° título del súper domingo.

Y no es que las franquicias sufrieran por títulos. Green Bay llegó al choque en el flamante Cowboys Stadium con 12 campeonatos de la liga y tres Super Bowls. Los Steelers, con seis Lombardis en sus vitrinas, buscaban extender su hegemonía anotándose la edición N° 45 del choque.

El juego. El receptor Jordy Nelson se sacudió una primera serie estéril en la que dejó caer un pase con una recepción de touchdown en la siguiente posesión de Green Bay. Aaron Rodgers apuntó, vio el recorrido hacia la lateral derecha, y disparó para seis puntos. Big Ben tenía la oportunidad de responder y en la primera jugada que tuvo el ovoide en sus manos tras la anotación de Nelson buscó a Mike Wallace, pero Nick Collins robó el pase elevado y lo regresó hasta las diagonales.

Los Packers fijaron el ritmo durante el primer medio y fueron al descanso 21-10 arriba. Pero en el tercer cuarto hilaron cuatro despejes y vieron cómo se acercaba Pittsburgh en el marcador. Ya para el cierre, con el marcador 21-17, Rodgers reapareció en su mejor forma y lideró una serie desde la escopeta para ampliar la ventaja a 28-21 tras la segunda conexión con Jennigs.

Aquí es cuando arrancó el drama que sólo encierra un Super Bowl. Charles Woodson se fracturó la clavícula y la defensiva de Green Bay salió de ritmo. Roethlisberger hizo lo respectivo y condujo una ofensiva de siete jugadas y 66 yardas para acercarse 23-28, con la conversión exitosa desde el acarreo de Antwaan Randle El: 28-25. El gol de campo de Mason Crosby en la serie siguiente dejaba todo en manos del Big Ben, quien agotó sus oportunidades con menos de 2:00 en el reloj y entregó el ovoide y un Rodgers que sólo tuvo que hincarse.

JMV. Rodgers comenzó su camino hacia la élite de la NFL con un despliegue digno de MVP. En un juego donde las lesiones limitaron a ambos participantes, el mariscal de campo se sobrepuso a un tercer cuarto que apuntaba al desastre para los Packers. Sus tres pases de anotación lo separaron del resto de los contribuyentes ofensivos de Green Bay.

Los argumentos. Cuando los Packers se volvieron espectadores del regreso de Pittsburgh y víctima de la ineficacia, Rodgers se subió al estrado y expuso su caso con fútbol americano de primera línea. Por primera vez en su carrera, Rodgers se convirtió en el mariscal de campo que siempre soñó y la única sombra que le restó perseguir fue la propia. Aaron terminó con 24 de 39 pases completos para 304 yardas y tres touchdowns, mientras le obsequió 140 yardas a Nelson en nueve recepciones.