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Cowboys tiene que echar al coordinador defensivo, Mike Nolan

ARLINGTON, Texas -- Llegó el momento de ponerle nombre y apellido a la patética temporada que los Dallas Cowboys están viviendo: Mike Nolan, coordinador defensivo.

Y el dueño y gerente general de los Cowboys, Jerry Jones, tiene que despedirlo ya, a la brevedad posible, para evitar que el problema siga permeando en todas las fases del juego, como se ve cada semana a medida que avanza la temporada.

El ejemplo más claro fue otra vez el bochornoso desempeño defensivo que dieron este domingo, en la derrota 25-3 frente a Washington, en el que fueron superados de manera amplia en plan de juego y, peor aún, en ganas, intensidad, energía y fundamentos, de esos que se enseñan a cualquier niño cuando empiezan a jugar futbol americano.

Ni siquiera se puede decir que la defensiva y los Cowboys en general hayan tocado fondo. Muchos pensaron eso después de la paliza que recibieron seis días antes, el lunes por la noche frente a los Arizona Cardinals; un equipo que al menos tiene una ofensiva más que respetable,

Esta vez, fueron abochornados por un equipo que antes de comenzar la temporada tuvo cualquier cantidad de problemas dentro y fuera del campo. Desde el cambio de nombre, acusaciones de acoso sexual, un nuevo entrenador que de manera abierta mencionaba estar inseguro de que había el talento suficiente para competir y que hace par de semanas cambio de quarterback titular porque su ofensiva no daña a nadie, sólo a Dallas.

La defensa de los Cowboys comete errores de manera sistemática y crónica en sus tres líneas principales. Es imposible que le ganen el primer contacto a ningún liniero ofensivo de la línea; mucho menos que metan presión real de manera consistente al quarterback, incluido el multimillonario DeMarcus Lawrence.

Los linebackers, en especial Jaylon Smith, siempre reaccionan tarde y son lentos. Además de que terminan acostados cada vez que intentan tacklear y es la rara la ocasión en que derrumban por sí mismo a algún rival.

La línea defensiva es inexistente cualquier ataque terrestre oponente, contra los Cowboys parece el mejor la NFL. Es domingo, Washington corrió para 208 yardas y más de cinco por acarreo.

Washington tuvo tres pases completos de más de más de 20 yardas, incluido uno de 52 para touchdown.

Ninguno de los jugadores mejora, al contrario, varios han empeorado por la inseguridad que provocan tantos puntos permitidos y críticas cada semana.

Mike Nolan tiene que irse ya de The Star. Ya los jugadores, de manera anónima, expresaron su descontento y cada vez será peor para un staff de entrenadores encabezado por Mike McCarthy que está en su primer año. Bueno en realidad en sus primeros siete juegos.

Ni en los peores momentos bajo el mando de Jason Garrett, durante una década, o incluso antes con Wade Phillips, los jugadores comenzaron a hablar a espalda de los entrenadores.

Los Cowboys tienen que dar un golpe de autoridad interno, que debe ser el coordinador defensivo. Es imposible pensar en echar a media docena de jugadores, que de por si son escasos, a estas alturas de la temporada.

Tampoco se puede culpar a una muy parchada, patética y lastimada línea ofensiva, que ya provocó la lesión de sus dos quartebacks principales, Dak Prescott, y Andy Dalton, quien salió con síntomas de conmoción cerebral este domingo.

Una línea ofensiva que impide jugar por completo. Los Cowboys tuvieron 162 yardas totales, incluidas apenas 59 por pase este domingo.

Jamás en los sueños más remotos de Jerry Jones hubiera pensado que en la Semana 8 contra los Philadelphia Eagles habría una posibilidad muy latente de que su quarterback titular sea el novato Ben DiNucci, quien fue reclutado en la última ronda del draft, como un proyecto muy a futuro, egresado de una universidad de segunda división colegial.

Tampoco se imaginó, que después de siete jornadas estarían en penúltimo lugar de la mediocre División Este de la Conferencia Nacional, con una marca de 2-5.

Y está garantizado que su entrenador en jefe estará ahí el resto de la temporada y la próxima, así que Jones tiene que ir por el coordinador defensivo, del que hace tiempo sus jugadores ya renunciaron por completo, sumado a la falta de talento en todas las posiciones.