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El día que Maradona volvió, sólo por un rato, a jugar en Boca

Diego Armando Maradona vivió como futbolista momentos únicos, incomparables, llenos de alegrías y de actuaciones consagratorias. Y también otros, más difíciles, de suspensiones y de incertidumbre.

Boca, su gran amor, volvía a estar en el camino del 10 luego de la suspensión por doping sufrida en marzo de 1991, por la fecha 25 de la Serie A italiana. Fueron meses difíciles para Pelusa hasta que pudo volver al fútbol, jugando para Sevilla de España y dejando atrás su exitoso paso por Nápoles.

Pero el 14 de octubre de 1992, hace 30 años, ya en el conjunto andaluz, visitó La Bombonera en un partido amistoso. Y luego de jugar para Sevilla los primeros 45 minutos, vistió los colores del Xeneize en el complemento.

Una alegría para la hinchada de Boca, y un cariño al alma de Diego, que un par de años más tarde volvería a ponerse la camiseta azul y oro pero ya de manera definitiva, antes de su retiro.

Unas semanas antes, cuando el partido estaba por acordarse todavía, el 10 había declarado: "Si tengo que jugar en contra de Boca, me muero". Pero el contrato de ese choque amistoso ya estaba en marcha y Maradona enfrentó al Xeneize. Y por partida doble.

Fueron dos partidos: el primero en Córdoba, donde el Sevilla ganó 3 a 1 ante un Boca lleno de suplentes, ya que un día antes había vencido a River por el Torneo Apertura 1992, con el recordado gol del Manteca Martínez.

Y luego, la revancha en La Bombonera, ese 14 de octubre, donde Boca perdió 3 a 2 pero el resultado terminó siendo anecdótico, ya que Maradona se puso la 10 del Xeneize tras su despedida del club en 1982, y además marcó un gol.

Ese día, Boca formó con: Carlos Fernando Navarro Montoya, Diego Soñora, Luis Medero, Alejandro Giuntini, Carlos Mac Allister, Rubén Pereira, Blas Giunta, Carlos Tapia, Luis Carranza, Sergio Saturno y Sergio Martínez.

El Sevilla lo hizo con: Unzúe; Martagón, Del Campo, Rodríguez, Cortijo; Rafa Paz, Marcos, Maradona, Conte; Monchu y Suker. El entrenador era Carlos Salvador Bilardo.

Sevilla empezó ganando con un golazo de Suker de cabeza a los 12 minutos, y el Manteca Martínez iba a empatarlo a los 16 luego de quedar mano a mano con el arquero y definir junto a un palo.

Diego tuvo el 2 a 1 luego de una gran jugada pero el Mono Navarro Montoya evitó el gol con una muy buena atajada. Algún mal pensado podrá decir que definió fuerte pero al cuerpo del arquero, porque no estaba dispuesto a convertirle a un gol a su querido Boca...

Fue un primer tiempo entretenido, con situaciones en los dos arcos. Diego se fue ovacionado al vestuario, luego de cambiar la camiseta con Blas Armando Giunta, emblema de ese Boca por su entrega y su garra.

Y en el segundo tiempo vino lo mejor: el 10 saltó a la cancha con la camiseta de Boca, ingresando por Saturno. Ovación total de La Bombonera que esperó 10 años para volver a tener a Diego en su casa.

Pero de arranque Sevilla iba a volver a ponerse en ventaja con gol de Pineda a los 48 luego de una falla en la defensa de Boca.

Sin embargo, aparecería Maradona. Luego de una mala salida del arquero el 10 tomó el balón, entró al área y definió de manera magistral de zurda para poner el 2 a 2 parcial, a los 58 minutos.

Se gritó y mucho el gol en La Bombonera. Tanto, o casi, como el que el Manteca Martínez le había marcado a River apenas unas horas antes en ese mismo estadio por el torneo local. El 10 no lo celebró, claro, por respeto a sus compañeros, que en ese momento del partido eran circunstanciales rivales.

Finalmente el partido iba a terminar con victoria para los españoles. Tras un tiro libre cerca del área, Losada de cabeza marcó el 3 a 2 definitivo a los 65.

Por supuesto, Maradona terminó el partido ovacionado. Y pensando seguramente en sus fibras más íntimas que en algún momento de su carrera volvería a vestir esa camiseta, volvería a pisar esa cancha, de manera oficial. Algo que finalmente ocurrió el 7 de octubre de 1995, con victoria 1 a 0 ante Colón en La Bombonera.