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Un Borussia Dortmund solidario y afortunado defendió todo lo que le tiró PSG para llegar a la final de la Champions

Borussia Dortmund alcanzó el pase a la gran final de la Champions League frente a Paris Saint-Germain tras ganar 1-0 el partido de vuelta de las semifinales 2023/2024, gracias a un enorme trabajo colectivo y defensivo.

Lo que primó del trabajo del conjunto alemán fue el orden y la solidaridad, iniciando desde su delantero centro Niclas Füllkrug hasta su arquero. Donde había una camiseta azul, al menos dos amarillas lo rodeaban.

Todo equipo que tiene éxito, también cuenta con una cuota de suerte. En el inicio del segundo tiempo, Zaire-Emery tuvo el primero del PSG, pero el palo le negó el tanto. A los 60, Nuno Mendes remató con mucha potencia desde fuera del área y nuevamente fue el mismo poste el que salvó al Dortmund.

Con el gol de ventaja, obra de Mats Hummels de cabeza, el conjunto visitante se refugió aún más en su lado y la línea defensiva de 11 hombres por momentos no superaba su tercio del campo.

La presión incesante de los locales llevó a varios despejes dentro del área chica y puso a Gregor Kobel como protagonista.

Con el ingreso de Niklas Süle por Jadon Sancho a los 67 minutos generó una línea de tres centrales, engrosando la defensa y la muralla que debía superar el PSG, que recurrió varias a veces a remates de larga distancia sin efectividad.

Nico Schlotterbeck fue el bastión de la resistencia alemana, erigiéndose como un gigante en la última línea y rechazando lo que le pasara por sus inmediaciones, siendo la figura del encuentro y el ejemplo claro del enorme trabajo defensivo y colectivo del equipo.

Con el correr de los minutos la presión se hizo cada vez más incesante y el Dortmund contó con un par de defensores extra. El travesaño evitó primero el gol de Kylian Mbappé y luego de Vitinha, en minutos consecutivos.

El pitazo final llegó y el trabajo estaba hecho. Borussia Dortmund detuvo a un PSG que parecía incontenible, valiéndose de todo lo que tuvo a su disposición, incluyendo los postes del arco de Kobel.

Los números marcan lo que debió soportar el visitante. El París remató 30 veces al arco, siendo solo 5 de ellos efectivos a la portería, reflejando la muralla que colocó para defender la ventaja.

El equipo más goleador de los cuatro semifinalistas en la temporada se fue en blanco en los 180 minutos de la serie y todo gracias a la solidaridad y la solidez del bloque del Dortmund, que defendió con los 11 y un poco más, para conseguir el ansiado pase a la final.