Argentina arrancó la Copa América de Brasil formando parte del Grupo A, junto con Uruguay, Chile, Paraguay y Bolivia.
El debut fue el 14 de junio, con empate 1 a 1 ante Chile. El tanto argentino lo anotó Lio Messi, a los 33 minutos de la primera mitad, con un golazo de tiro libre que hizo imposible la estirada de Claudio Bravo; en el complemento, Eduardo Vargas selló el empate.
El primer triunfo llegaría en la segunda jornada, 1 a 0 ante Uruguay, con un gol de cabeza de Guido Rodríguez. Un triunfo justo pero apretado ante los charrúas del Maestro Tabárez.
El tercer partido, ante la dura Paraguay de Eduardo Berizzo, fue también por 1 a 0. En este caso se celebró con el baile del Papu, el “Papu Dance”, quien definió bárbaro ante la salida del arquero tras un pase preciso de Di María.
Luego vino el turno del descanso con la fecha libre. Y en la última jornada llegó el partido ante Bolivia, con la Selección ya clasificada. Ante el rival más débil del grupo la Argentina fue contundente y esta vez sí ganó con soltura, por 4 a 1 (goles de Papu Gómez, dos de Messi y Lautaro Martínez).
De esta manera los dirigidos por Lionel Scaloni sumaron 10 puntos sobre 12 en juego, con siete goles a favor y dos en contra. Lo siguieron en la tabla Uruguay (7), Paraguay (6), Chile (5) y Bolivia (0).
Los cuatro primeros pasaron de ronda, y la Argentina, por ocupar el primer puesto del grupo, se enfrentó en cuartos de final ante Ecuador, el último clasificado del Grupo B. La albiceleste se impuso por 3 a 0 con goles de De Paul, Lautaro Martínez y Messi.
Un resultado justo pero tal vez exagerado teniendo en cuenta que el choque recién comenzó a definirse en el final del encuentro, cuando a seis minutos del final el delantero de Inter anotó el 2 a 0 que trajo tranquilidad.
En semifinales esperaba Colombia. No era un partido fácil: los de Rueda llegaban luego de eliminar a Uruguay por penales. Argentina conocía bien al rival, ya que lo había enfrentado en Eliminatorias apenas unas semanas atrás: y tras ir ganando 2 a 0, el partido terminó empatado 2 a 2.
Esta vez la Argentina volvió a comenzar en ventaja casi desde el inicio con un golazo de Lautaro Martínez, tras una linda jugada colectiva, pero el equipo comenzó a desinflarse y Colombia llegó al empate a los 16 del complemento con gol de Luis Díaz.
Llegó el momento de los penales, la angustiante definición desde los 12 pasos. Y allí, gracias a un enorme Dibu Martínez, la Argentina se metió en la final. El arquero de Aston Villa tapó tres penales y fue el héroe de la jornada: se destacó atajando y hablándoles y desconcertando a los rivales que iban a patear.
Así, la Argentina es finalista llegando en forma invicta al choque ante Brasil, con 11 goles a favor y tres en contra en seis partidos jugados. Y con la ilusión intacta