Kendry Páez sigue mostrándole al mundo que las barreras no se aplican en él. A los 16 años es una de las figuras del encuentro entre Ecuador Sub 20 y Corea del Sur, por los octavos de final del Mundial de Argentina.
El juvenil de IDV tomó el balón cuando más quemaba, con la MiniTri perdiendo por dos goles y llevó calma a sus compañeros haciéndose dueño de los ataques.
De una corrida suya llegó la jugada que terminó en el penal anotado por Justin Cuero y fue el 1-2 parcial.
Tras este descuento Páez siguió siendo la punta de lanza de los ataques, con pinceladas de todo su talento natural.
A pesar del tercer tanto coreano, Kendry continuó marcando el ritmo de los ataques, saliendo de sus pies las acciones más peligrosas de su equipo.
Con el correr de los minutos fue avanzando el cansancio y decayó su claridad, aunque nunca dejó de pedir el balón y mostrarse como una opción.
Dos remates suyos podrían haberse transformado en el empate, pero le faltó poco.
Ecuador pudo haber quedado eliminado, pero la huella que dejó Kendry Páez será muy difícil de borrar.