Cuatro años después de su último título, Barcelona volvió a ganar la Liga de España. Lo hizo por primera vez sin Lionel Messi, el ídolo máximo de la historia culé que podría retornar y convertir a esta victoria en una pequeña alegría en medio del paréntesis de su triste ausencia.
Al Barça le costó vivir sin la magia de su número diez. Dos temporadas jugó sin él y en ambas no pudo superar la fase de grupos de la UEFA Champions League. Quedó muy lejos de los primeros planos continentales a los que se había acostumbrado mientras jugaba con el rosarino. Sin embargo, en este curso sí pudo encarrilar su campaña en el ámbito local, algo que tampoco había conseguido en 2021/22, cuando quedó lejos del campeón Real Madrid.
Barcelona dominó esta Liga de principio a fin. No mostró los lujos de otros tiempos, pero sí la contundencia necesaria para recuperar la autoestima en su país. No tuvo al máximo goleador histórico, poseedor de ocho premios Pichichi, pero sí a un Robert Lewandowski que sobre todo en la primera mitad del torneo expuso su jerarquía. Además, Xavi reordenó al equipo y le devolvió un poco del aura ganadora del pasado.
Ser campeón de España es un gran incentivo de cara al objetivo más importante: el retorno de Messi. Nadie se merece un final como aquel, con el héroe entre lágrimas y con la tristeza de un adiós obligado e indeseado. Desde que partió rumbo a Paris, los más optimistas imaginaron una vuelta rápida, que podría concretarse solo dos años después.
Ya varias voces oficiales hablaron sobre el tema. El vicepresidente, Eduard Romeu, afirmó: "Si no hay salidas, aunque se apruebe el Plan de Viabilidad, no puede venir Messi. En lo que se refiere a la masa salarial, para que entren 10 deben salir 10. Tanto liberas, tanto gastas. Estaríamos uno a uno. Cualquier jugador que entre debe compensarse con uno de salida, sin valorar nombres. No hemos valorado si Messi es una palanca. Sería un tema más social que económico. No hay un cálculo sobre lo que se puede generar Messi".
Esto significa que el club y la Liga piensan en cómo conseguir que el regreso se produzca. El hecho de haber ganado la Liga es positivo para que el club retome una dinámica ganadora y para que, si se da el esperado retorno, el capitán campeón del mundo se incorpore a un plantel con ambiciones y motivado.
Tras la confirmación de la salida de Sergio Busquets, ya no quedarían jugadores del histórico plantel conducido por Josep Guardiola. Por eso, la llegada de Messi sería también una especie de acto de justicia. Que sea él el último de los campeones de todo en retirarse del club es una necesidad histórica.
Desde lo futbolístico, no hay dudas: el arribo de Messi a Barcelona sería muy beneficioso para ambos. El crack argentino volvería a un contexto conocido después de una temporada maravillosa por el título en Qatar pero difícil en PSG. En la Copa del Mundo dejó muy claro que todavía tiene mucho para dar en la cancha y Barcelona lo necesita para volver a aspirar a ganar la Champions. Su aporte impulsaría de una forma difícil de imaginar al resto de los futbolistas.
Barcelona ganó su primer título de Liga sin Messi. Y el que esperan que también sea el último.