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El Barcelona obtiene tres puntos en una noche infame ante la Real Sociedad

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Ronald Araújo anota sobre el final y el Barça roba tres puntos en San Sebastián (3:28)

El Barcelona ha subido al tercer puesto y vuelve a estar a cuatro puntos de la cima de la tabla de La Liga gracias a una milagrosa victoria por 1-0 ante la Real Sociedad en Anoeta con anotación de Ronald Araújo al minuto 92. (3:28)

El Barcelona sumó tres puntos para respirar, tras vencer por 1-0 a la Real Sociedad, pero dejó una imagen indigna de un campeón.

El Barcelona sobrevivió en el último suspiro. Un gol, golazo, de Araújo, validado por el VAR en tiempo añadido le regaló una victoria tan importante, trascendental, como injusta en Anoeta. La Real Sociedad lo hizo todo, menos el gol. Y al campeón, arrollado por momentos, se le apareció la fortuna cuando estaba todo sentenciado.

La primera mitad del Barça fue un descosido auténtico, una continuidad de la última media hora del Clásico, una copia del disparate de Granada o del sufrimiento de Porto. Ter Stegen evitó hasta en tres ocasiones que la Real se avanzase en el marcador y mientras el equipo vasco combinaba, corría, se desplegaba, presionaba y mostraba una idea certera, los jugadores de Xavi se bastaban con sobrevivir.

Ha empezado el campeón el mes de noviembre con las mismas sensaciones que acabó octubre. Olvidado el frenesí, optimismo y hasta euforia que quiso trasladar cuando comenzó remontando un partido alocado en Villarreal y acabó remontando otro, épico, contra el Celta, con dos manitas (Betis y Amberes) por medio. A partir de ahí la pérdida de personalidad y descenso de futbol ha sido evidente.

Va probando Xavi sin encontrar la tecla, condenando a Oriol Romeu (suplente en cuatro de los cinco últimos partidos), apartando del escenario a Christensen, avanzando la posición de Joao Cancelo y queriendo, pero sin poder, que su equipo se haga fuerte a partir de los peloteros en el centro del campo. Se multiplica Gundogan y no dejan un palmo de terreno sin recorrer Gavi y Fermín. Pero no hay manera de que el equipo se junte, que el ataque acompañe a la creación o que el balón suba con limpieza desde la defensa. Y a la que el rival presiona cerca del área de Ter Stegen, el Barça se descompone, se olvida de la combinación (o lo que sea que se le parezca) y se entrega al sufrimiento.

A correr, sin ton ni son. A correr sin criterio. A entregarse a una lucha sin cuartel sea quien sea el rival. Y si el rival tiene idea, como la Real Sociedad, a entregarse a un ejercicio de supervivencia. Puede ganar, a pesar de todo, en un golpe de suerte o, también, de calidad individual o brillantez. Y también puede perder porque no encuentra la manera de plasmar un mínimo de paciencia y tranquilidad.

Le salió cara en el último suspiro. Sumó tres puntos para respirar. Pero dejó una imagen indigna de un campeón.