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El Barcelona recupera el sabor brasileño con la llegada de Vitor Roque

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Vitor Roque llega a Barcelona (2:41)

El jugador brasileño aterrizó este miércoles en Barcelona para incorporarse de inmediato al club azulgrana. (2:41)

Vitor Roque llega al Barcelona para renovar las esperanzas de darle un toque brasileño al equipo.


BARCELONA -- Vitor Roque aterrizó este miércoles en España y a sus 18 años personaliza la esperanza del Barcelona de cara a la segunda parte de una temporada que se ha complicado por la falta de efectividad de sus delanteros de cara al gol.

Llegado directamente desde su país, Vitor Roque es el último de una larga lista de futbolistas brasileños incorporados por el Barcelona, superior a los 40 para convertirse en el principal mercado extranjero, por encima de Argentina o Países Bajos.

Muy lejos quedan los Fausto dos Santos, un mediocampista que entre 1931 y 1933 jugó 48 partidos amistosos sin dejar huella, y el portero Jaguaré que se alineó en 18 encuentros también amistosos entre 1931 y 1932. Hasta 1947 no hubo un tercer brasileño en el club, Lucídio da Silva... Cuyo paso (tres partidos oficiales) fue un sonoro fracaso.

Fue el siguiente brasileño el primero en quien podría fijarse Vitor Roque. Se llamaba Evaristo de Macedo y marcó 105 goles en 151 partidos jugados entre 1956 y 1962. Después hubo de todo, para bien y para mal, incluso un Cleo Hickman que llegó para ser el sustituto del entonces lesionado Schuster y se marchó habiendo jugado apenas un partido amistoso... Pero habiéndose casado en Barcelona para cortar la rumorología que apuntaba a su supuesta homosexualidad.

Vitor Roque es el primer brasileño desde la llegada de Raphinha, procedente del Leeds United en el verano de 2022 y con quien compartirá vestuario, confiándose en que su impacto sea mayor que el del extremo, cuyo rendimiento ha quedado lejos de lo esperado cuando se acordó su fichaje por 58 millones de euros fijos que, con variables, alcanzaría los 65.

Ya no están en el club hasta siete compatriotas suyos que pasaron por el club en los últimos cinco años con más sombras que luces. Desde el invisible Matheus Fernandes (cuyo contrato fue rescindido) y hasta el fracasado Philippe Coutinho, que mantiene el dudoso honor de ser el fichaje más caro (más de 140 millones de euros contando variables). Durante este tiempo jugaron también de azulgrana Arthur Melo, Malcom, Paulinho, Neto o Emerson Royal.

Desde que en el verano de 2014 el Barça pagó 4 millones de euros al Sao Paulo por un lateral llamado Douglas, presentado como el futuro sucesor de Dani Alves y que hoy no tiene equipo, el desfile de jugadores brasileños se ha dividido entre fiascos y calamidades. Nada que ver con el rendimiento que ofreció Neymar, el último que futbolísticamente mostró esa magia canarinha que tanto alumbró en el pasado al Camp Nou.

Vitor Roque aterriza directamente desde Brasil como lo hizo hace diez años Neymar y sin una etapa previa en el futbol europeo como antaño ocurrió con compatriotas cuyo recuerdo se mantiene muy vivo.

Inolvidable el impacto de Romario tras su paso por el PSV, donde también militó Ronaldo antes de su única temporada legendaria en el Barça, o el rendimiento de Rivaldo tras jugar un año en el Deportivo de La Coruña. Hasta Ronaldinho, la última R mayúscula y que antes de mostrar su magia en azulgrana tuvo su periodo de aprendizaje en el Paris Saint-Germail.

Llega en invierno, tal como lo hizo Coutinho en 2018... O Roberto Dinamita en 1980, un goleador de tomo y lomo, ídolo y goleador en el Vasco da Gama y cuyo paso por Europa fue tan efímero como fracasado: 2 goles en 9 partidos para regresar a Río de Janeiro al cabo de dos meses.

La samba que no ofreció Roberto Dinamita y que tanto se ansía en un Barça que en los brasileños ha buscado mayormente la magia, el gol y la alegría que comenzó personalizando Evaristo de Macedo y deberá mostrar Vitor Roque, quien antes de enfundarse la camiseta azulgrana provoca una corriente de optimismo, alentada desde el propio club, a la que deberá responder sin tardar.