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Blog de Rafa Ramos: La portería de México y la crisis de los 40

LOS ÁNGELES — El 9 de junio de 2014 fue la última vez que hubo una disputa real por el puesto titular de portero dentro de la Selección de México. En la cancha del Centro de Entrenamiento O’Rei Pelé, Miguel Herrera se reúne con sus tres arqueros: Alfredo Talavera, Jesús Corona y Guillermo Ochoa.

Cuatro días después, México debutaría en Brasil 2014 ante Camerún. Y ‘El Piojo’, después de meses de observación, titubeos y debate, debía elegir al portero titular. Por el juego aéreo del rival, parecía que el indicado sería Alfredo Talavera. Pero, Herrera eligió a Ochoa, quien al minuto 91 atajaría un cabezazo de Moukandjo, para preservar el 1-0 del Tri.

Era una decisión crucial entonces para Herrera. Ocho años después, reveló a PaniniMx el clima competitivo entre Corona y Ochoa. “Los dos querían ser el ‘1’. Los senté a platicar y sacaron sus dos o tres momentos difíciles que tenían entre ellos. Hablaron fuerte entre ellos, empezaron a gritonearse, hasta que solté un manotazo y les dije que el único que gritaba ahí era yo”, recordó ‘El Piojo’.

“Se pararon, se dieron un abrazo y salieron del cuarto. Al día siguiente cuando bajo a entrenar ahí estaban los dos y se me acerca Memo y me dice: ‘Ya decidimos lo del número, Chuy se queda con el uno y yo con el 13”, reveló Herrera.

En aquel momento, a pocos días del Mundial 2014, los tres arqueros pasaban por un excelente momento. Talavera impecable en el juego aéreo, Ochoa y sus atajadas espectaculares, mientras Corona brindaba seguridad por sus facultades como portero, pero además por su juego con los pies.

Al final, más allá de esa atajada ante Camerún, Guillermo Ochoa tuvo una jornada memorable ante Brasil, incluyendo el icónico lance para interceptar el cabezazo de Neymar, comparado –guardando las proporciones--, con aquel histórico remate de Pelé y el lance del inglés Gordon Banks en México 70.

Anteriormente a ese pasaje de 2014, al arrancar el proceso para el Mundial 2010, Hugo Sánchez se inclinaba más por Oswaldo Sánchez que por Guillermo Ochoa, sin embargo, sorprendió a utilizar al entonces arquero americanista al arrancar la Copa Oro Venezuela 2007.

Luego de respaldar a Oswaldo durante la Copa Oro, cuya final pierde ante Estados Unidos, Hugo decide alternarlos en la Copa América, incluso Ochoa abre ante Brasil y juega el partido por el tercer lugar en la victoria por 3-1 sobre Uruguay.

Al final, Hugo Sánchez queda fuera del Tri al fracasar en el Preolímpico 2008, y tras un breve pasaje de Sven-Goran Eriksson, llevaría Javier Aguirre al Tri a Sudáfrica 2010. El Vasco borró de la convocatoria a Oswaldo, y convocó sorpresivamente a Luis Michel y a Óscar El Conejo Pérez, quien se convertiría en el titular del Tri, más allá del nivel que por entonces tenía Ochoa.

DESHEREDADOS…

A tres años del Mundial 2026, la tarea es encontrar porteros que marquen una feroz competencia al mismo Ochoa. Nombres hay, garantía, no. Carlos Acevedo es el número uno, y quien amenaza con disputarle la titularidad al veterano que busca ya su sexta Copa del Mundo.

Acevedo fue considerado el gran ausente en la lista de Gerardo Martino para Qatar 2022, a pesar de que miembros de su propio cuerpo técnico le recomendaba que lo llevara. Sin embargo, versiones hay de que quien lo vetó fue Yon de Luisa por pertenecer a Santos, equipo del Grupo Orlegi de Alejandro Irarragorri.

La incertidumbre puntual es sobre qué pasará en estos tres años. ¿Alcanzará su madurez total Carlos Acevedo? ¿Guillermo Ochoa, a los 41 años mantendrá nivel competitivo o acusará los efectos de la edad? Recuérdese que Óscar Pérez acudió al Mundial de Sudáfrica con 37 años, y hoy, a los 42, José de Jesús Corona sigue siendo la apuesta de Cruz Azul.

Jalisco, como estado, había sido la cuna de los mejores arqueros en México. Recientemente se puede citar al mismo Oswaldo, además de Ochoa, y los mismos Talavera, Corona y Michel, además de los legendarios Ignacio Calderón y Jaime Tubo Gómez.

Sin embargo, los cambios abruptos en las Fuerzas Básicas de Atlas y Guadalajara terminaron por cortar la siembra y la cosecha de los arqueros de Jalisco que dominaban en la selección mexicana.

Detrás de Ochoa y Acevedo, aparecen varios nombres, muchos de ellos inconsistentes, y con un largo trayecto para confirmar su capacidad para acudir al Mundial 2026, y en esa lista, incluso, se agrega al veterano Rodolfo Cota, quien llegaría de casi 39 años a la cita.

Aparecen Luis Malagón del América, con un gran paso por Necaxa, y medallista de bronce en Tokio 2020. Después, aparece el Wacho Jiménez con Chivas, y en el listado y hasta podría incluirse a Toño Rodríguez, de tristes memorias para el Guadalajara.

Quien ha desaparecido de la escena es Sebastián Jurado, quien apenas regresó a la actividad con la Sub 20 de Cruz Azul, este sábado ante el América, pero el gran prospecto que llegó a asomar con Veracruz, ha sido incluso superado en Cruz Azul por otra promesa fallida, como lo es Andrés Gudiño.

Así, a tres años del Mundial, la portería de la Selección Mexicana vive la crisis de los 40. Con la presencia de varios extranjeros en las porterías de clubes mexicanos, la cruzada parece tan crítica como parecen dramáticas las alternativas: o se encienden veladoras para que Guillermo Ochoa siga manteniendo el nivel que muestra en el Salernitana de la Serie A, o Rdolfo Cota encuentra la regularidad, o se encuentra un método mágico que acelere los procesos de evolución de Carlos Acevedo y Luis Malagón.

Una preocupación que por años no inquietaba al seleccionado tricolor, súbitamente se ha convertido en la jaqueca del proceso rumbo a 2026.