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Las claves del partido: cómo lastimar a Australia y de qué cuidarse

La Argentina buscará el pasaje a los cuartos de final este sábado ante Australia, luego de haber terminado como primera del Grupo C del Mundial de Qatar 2022.

La victoria por 2 a 0 ante Polonia abrió el camino y evitó que en el comienzo de los duelos directos tocara Francia, el último campeón. Y de paso además de un buen funcionamiento los de Lionel Scaloni sumaron su segundo triunfo al hilo (ya le habían ganado a México), tras la caída en la primera fecha frente ante Arabia por 2 a 1.

Podría decirse que Australia se parece bastante a Polonia en cuanto a estilo de juego. Y a la manera en la que buscará generarle peligro al arco de Didu Martínez. Algo que no es sencillo, ya que salvo Arabia, que en dos remates al arco le hizo dos goles, ni México ni Polonia llegaron con claridad a la valla del marplatense.

Australia suele jugar con un 4-4-2 definido, y dos de sus goles llegaron de manera similar: ante Francia, un desborde por la derecha terminó con un centro al área chica que los centrales no pudieron cortar, y la definición de Goodwin para el 1 a 0 parcial. El centro había sido de Mathew Leckie.

Contra Dinamarca, en la gran victoria que les dio el pasaje como segundos a este instancia, una rápida contra de Leckie, justamente, terminó con un mano mano del delantero ante un defensor danés y un gran remate cruzado para el 1 a 0 definitorio.

Los Socceroos intentarán jugar de manera similar ante la Albiceleste. Defendiendo cerca de su campo, achicando los espacios y buscando las transiciones rápidas, sin entretener mucho el balón en el mediocampo, para habilitar rápido a sus delanteros.

Es un equipo que utiliza mucho las bandas, con el despliegue de sus laterales y que apenas tiene la chance manda el centro, ya sea tratando de desbordar o desde una posición cómoda más lejana al área.

Si bien los centros pueden ser al ras del piso o por arriba, siempre buscarán aprovechar la altura de sus jugadores. La pelota parada es uno de los puntos fuertes en ataque y por la altura de sus futbolistas pueden lastimar.

Contra Francia, por derecha, Irvine de cabeza tuvo el empate en el final del primer tiempo con un frentazo que dio en el palo.

Es un equipo que sabe hasta dónde puede llegar y a qué tiene que jugar. Sin mucha habilidad en el manejo de la pelota por parte de sus jugadores, pero con un orden táctico y el manual a mano de lo que cada uno debe hacer. Y no cambiará el esquema en relación a los que se vio en sus primeras presentaciones.

Pero es un rival que tiene muchas limitaciones y al que la Argentina podrá lastimar con sus armas. Si bien se destaca el juego aéreo en ataque y la altura de sus jugadores, suelen recibir goles de cabeza.

Rabiot puso el 1 a 1 en el debut francés de esa manera entrando solo por el centro del área, y Francia le generó mucho por arriba. Mbappé marcó el tercero, también de cabeza, y Giroud cerró el marcador por 4 a 1 con otro cabezazo.

Sus centrales son lentos y hasta parecen algo inocentes en el mano a mano, y ante rivales sudamericanos, de buen dominio de balón, sufren. Eso sí, son muy físicos.

La Argentina seguramente no contará con Di María, fundamental en ese rubro también por la velocidad, pero sí tiene jugadores como Julián, Alexis, Papu Gómez, Dybala, que pueden romper líneas con facilidad. Ni hablar de Messi, desde ya.

Los de Oceanía son un equipo al que le cuesta salir con pelota dominada, y si la Argentina presiona alto como lo hizo ante Polonia tendrá muchas chances de dañarlo.

Pero no deberá descuidarse el conjunto de Scaloni ni por un segundo. Australia no brilla por su juego pero de la mano del histórico Graham Arnold, ex jugador y actual DT, es efectivo y veloz cuando ataca.

La defensa y los volantes albicelestes deberán estar atentos a las rápidas contras: así lastimó a Francia y lo mismo hizo con Dinamarca, el candidato a pasar de ronda que fue eliminado en la última jornada.

La Argentina, si es que la necesitaba, aprendió la lección: luego del dolor de cabeza que fue la derrota inicial con Arabia, sabe que en este Mundial nadie puede confiarse. Ante nadie.