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Por qué Lionel Messi es el mejor deportista masculino de todos los tiempos

Messi ganó con Argentina la Copa del Mundo en Qatar 2022, para darle a su país la tercera estrella

La semana pasada, los científicos que estudian la energía de fusión en la National Ignition Facility del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de California anunciaron que, finalmente, habían logrado un gran avance. Utilizando imanes y láseres (estoy simplificando en exceso), los investigadores del NIF fueron capaces de crear por primera vez una fusión de hidrógeno con aumento de energía.

En el pasado, fueron capaces de combinar exitosamente átomos de hidrógeno. Pero la energía necesaria para hacerlo siempre excedía la energía liberada por la propia fusión. Si bien el aumento seguía siendo menor, una vez se consiga que el proceso sea más eficiente, aportará una alternativa a los combustibles fósiles sumamente poderosa, limpia y renovable.

Sin embargo, me pregunto si alguno de estos científicos ha intentado convertir toda la energía dedicada a otro recurso de energía que parece ser renovable e insaciable: el debate en internet sobre quién es mejor jugando al fútbol: si Lionel Messi o Cristiano Ronaldo.

Antes, solía ser una rivalidad en la cancha cuando Messi vestía la camiseta del Barcelona y Cristiano era parte del Real Madrid. Sin embargo, solo se han enfrentado dos veces en los últimos cuatro años. A pesar de ello, todos los días, dos ejércitos de avatares anónimos saltan a la lucha en redes sociales, publicando comentarios de tuits e imágenes de Instagram sobre el otro jugador, haciendo los mismos chistes y sustituyendo la primera letra del apellido de su rival con una “P” (en clave de humor para referirse a penales convertidos). Cada parte del éxito de Messi disminuye al de Cristiano, y todo lo que hace Cristiano debe ser verificado para decir que lo hizo mejor que Messi.

En mi experiencia siendo ocasionalmente atacado por estos bandos en distintas plataformas, los seguidores de Cristiano parecen valorar una clase de dominio intimidador macho alfa que encuentra la virtud en hacer sentir mal a los demás. Por su parte, los peores aficionados de Messi lo ven como una especie de dios en la tierra, que sólo ha sido criticado por herejes indignos. Es algo totalmente tóxico y desafortunado y dice muchas cosas no tan buenas sobre lo feliz que es la gente en todo el mundo y cómo las redes sociales aprovechan y explotan nuestros peores instintos como personas.

También está, pues, mal. Es como si nos pusiéramos a discutir si cinco es más que tres. Independientemente de si Lionel Messi gana el Mundial con Argentina este domingo, el debate no debería girar en torno a si es mejor que Cristiano o cualquier otro futbolista. No. La carrera de Messi justifica una pregunta totalmente nueva: ¿es el mejor deportista de todos los tiempos?

Por qué Messi es el mejor futbolista de todos los tiempos

Cuando se trata de anotar goles, Messi y Cristiano siguen siendo más o menos iguales. La empresa Stats Perform solo dispone de datos que se remontan a la temporada 2010; sin embargo, entre las Cinco Grandes ligas de Europa (Inglaterra, Alemania, Italia, Francia y España) son los únicos dos jugadores que suman al menos 300 goles distintos a penales en dicho periodo. Messi tiene 347 tantos y Cristiano 316. Considerando que Cristiano es dos años mayor que Messi, quizás utilizar ese periodo favorece ligeramente a Messi. Así que seremos generosos y declararemos el empate.

Asimismo, ambos forman parte de un selecto grupo de 10 jugadores que acumulan al menos 100 asistencias en las Cinco Grandes desde el inicio de la temporada 2010-11. Ronaldo es séptimo con 105… y es allí donde las comparaciones entre los dos astros comienzan a parecer tontas. En ese mismo periodo, Messi creó 179 asistencias, más que cualquier otro jugador. En total, eso le da a Messi 526 tantos (sin contar penales) y asistencias desde 2010. Cristiano es segundo con 421. En otras palabras, Messi ha aportado 25% más de goles que el jugador que le sigue. Cristiano se acerca más a Luis Suarez (331) en el cuarto lugar que a Messi en el primero.

Así se muestra lo anterior mediante un gráfico:

Muy rápidamente: partimos de la base que los atacantes suelen ser los mejores futbolistas porque los goles son tan escasos, los delanteros atraen los precios más altos del mercado de fichajes y marcar goles requiere un grado de precisión mucho mayor que defender o jugar en el centro del campo. Partiendo de dicho supuesto, lo combinamos con el gráfico anterior y tenemos (de forma muy clara) al mejor futbolista del mundo.

Sin embargo, eso hace subestimar el impacto de Messi. No solo es el mejor goleador y creador de la era moderna. También es el mejor regateador y facilitador. Messi ha regateado con éxito a 1.816 jugadores. El único jugador, después del rosarino, en superar 1.000 regates es Eden Hazard (1.188).

Para medir la “facilitación”, podemos ver los pases hacia el área de penalti. El pase que crea el gol no siempre es el más valioso de una jugada: podría ser el pase antes del pase, o el pase antes del pase antes del pase. Los pases hacia el área penal no son exactamente un sustituto del “uno contra uno”, pero el juego cambia cuando el balón se desplaza hacia el área de penalti y, considerando lo valiosa y concurrida que es dicha área del terreno, los mejores pasadores suelen ser los que completan los pases hacia el área de penalti.

Desde 2010, Messi ha completado 1.992 pases hacia el área rival, superando en más de 500 a David Silva de la Real Sociedad, dueño del segundo puesto (1.404).

Nuevamente, lo mostramos en forma de gráfico:

El dominio de Messi en múltiples aspectos ha llegado a inspirar su propia página de Messi llamada “Top Right Messi” (“Messi en la esquina superior derecha”) en la que los usuarios comparten imágenes de diagramas de dispersión similares en las que Messi aparece, a solas, en la esquina superior derecha.

A pesar de que no creo que siquiera haya cabida a cuestionar si Messi es el mejor futbolista de los últimos, digamos, 30 años; quizás existe un argumento razonable a favor de jugadores de eras de antaño, como Diego Armando Maradona, Johan Cruyff, Pelé, Alfredo Di Stefano y Ferenc Puskas. Sin embargo, esas comparaciones son realmente complicadas, porque este deporte se ha globalizado muchísimo en los últimos 30 años. Prácticamente todos los mejores futbolistas de la actualidad juegan en Europa, bien sea compitiendo directamente entre ellos, o en ligas que al menos tienen calidad similar. Maradona se hizo famoso por ganar el título de Serie A en Italia con un poco favorito Napoli, pero también por sumar temporadas completas con un solo dígito en goles. Cruyff y Puskas jugaron en épocas en las que competían estrictamente contra jugadores europeos. Y si bien Pelé marcó una cantidad absurda de goles a través de su carrera, nunca jugó en clubes europeos.

Considerando que el fútbol de ahora es mucho más profesionalizado y competitivo que cuando jugaban cualquiera de esos astros del ayer, actualmente es mucho más difícil que antes ser tan dominante como lo ha sido Messi. Vaya, el hombre que figura como segundo mejor jugador después de él ha ganado el Balón de Oro (otorgado, en teoría, al mejor futbolista del mundo) más que nadie, con la excepción de los siete galardones de Messi.

Si bien es posible que algunos de los grandes de antaño fueran tan dominantes como actualmente lo es Messi en comparación con sus colegas, creo que Messi juega contra un grupo de competidores mucho más complicado y extenso, así que le daremos ventaja en ese aspecto.

“¿Y qué hay de los trofeos?”, se preguntarán.

Pues bien, el fútbol es un deporte de 11 contra 11, así que las individualidades ejercen una influencia mucho menor sobre los triunfos, en comparación con otros deportes. Y, pues bien, ganar un Mundial depende mucho más del lugar donde se nace que de la calidad que ostentas en este deporte. Aunque tampoco es que Messi carezca en esos departamentos. Ha ganado cuatro títulos de Champions League, 10 campeonatos de LaLiga en España, uno de Ligue 1 en Francia y una Copa América (campeonato continental de Sudamérica), clasificando a dos finales mundialistas. Ha ganado muchas cosas. Este domingo ganó la Copa del Mundo con Argentina.

BREVE INTERMEDIO: ¿Qué es un deportista?

Antes de averiguar quién podría ser el mejor deportista de todos los tiempos, probablemente sea conveniente definir el término “deportista”.

Cada cuatro años, sin fallar, un puñado de opinadores que jamás en su vida ven fútbol salen de sus cuevas para afirmar: “Si los mejores deportistas de Estados Unidos jugaran al fútbol, ganaríamos un Mundial”. Este concepto de destreza atlética se basa casi exclusivamente en la velocidad, contextura física y fortaleza. Un recordatorio: Según el portal FBref, Lionel Messi tiene 1.70m de estatura y pesa 79 kilos. He estado al lado de Messi. Me elegirías a mí para pelear y yo fui un volante central mediocre en el fútbol de División I universitario por un par de años.

Si bien es cierto que, por ejemplo, el tackle defensivo del equipo Los Angeles Rams Aaron Donald superaría a Lionel Messi en fútbol americano, baloncesto, boxeo, lucha libre, lanzamiento de peso, peso muerto y una incontable cantidad de disciplinas deportivas, no buscamos una suerte de capacidad física aplicable universalmente. En el pasado, se consideraba “mejor deportista del mundo” al medallista de oro en el decatlón. De acuerdo con dicha definición, vaya nuestra felicitación al canadiense Damian Warner.

Por el contrario, definimos como “deportista”, simplemente, a la persona que practica una disciplina deportiva profesionalmente. A los efectos de nuestro análisis de hoy, limitaremos la discusión a los atletas masculinos. Y para comparar diversos deportistas, no los veremos basándonos en su actuación en otros deportes. No. Los compararemos en base a la calidad que ostentan en sus respectivos deportes, contra nivel competitivo y la actuación de sus pares.

Entonces, ¿quién es el deportista más grande de todos los tiempos?

Empezamos diciendo lo siguiente. No es Tom Brady, ni Michael Jordan, ni LeBron James. ¿Por qué? No hay suficientes personas practicando sus respectivas disciplinas.

Si bien se podría argumentar que los éxitos individuales y colectivos de Brady son similares a la actuación futbolística de Messi, el resto del mundo no practica fútbol americano. Véase el nombre de su deporte. Así que, comparado con Messi, Brady compite contra un grupo de deportistas mucho más reducido. En otras palabras: su deporte es mucho menos competitivo que el fútbol, así que si decimos que Messi es aproximadamente 30% mejor que el futbolista que le sigue, entonces Brady (o cualquier otro jugador de fútbol americano) tendría que ostentar el doble de calidad de Messi en comparación con sus colegas (¡o incluso más!) para ser similar. Y no lo es. Ningún mariscal de campo ha sido tan bueno.

En el baloncesto tenemos una historia similar. Según los hallazgos de investigadores australianos, sólo un 5% tienen la genética necesaria para desarrollar las habilidades físicas necesarias para convertirse en jugador profesional de baloncesto. En el caso del fútbol, la investigación halló que el 28% de la población global tiene los rasgos genéticos para obtener un físico óptimo para hacerse futbolista profesional.

Ahora bien, es cierto que el baloncesto es un deporte que se ha globalizado cada vez más: en los últimos tres años, más de la mitad de los jugadores que forman parte del primer equipo All-NBA nació fuera de Estados Unidos. Mismo caso de los últimos cuatro ganadores del premio al Más Valioso de esa liga. Por ello, el panorama del baloncesto profesional se hace cada año más competitivo.

Si quieren utilizar esa tesis en sus discusiones “LeBron vs. Jordan”, pues no hay problema en publicarlo o gritar a uno de tus tíos. Sin embargo, este deporte aún no se acerca al fútbol en lo que respecta a competitividad mundial.

Un reciente estudio sobre personas adultas halló que la participación global en el fútbol actualmente duplica a la del baloncesto, y probablemente esa cifra sigue subestimando la brecha de popularidad que existe entre ambas disciplinas deportivas. Ningún jugador de baloncesto ha mostrado el doble de calidad de Messi en comparación con sus colegas, y aunque tal vez algunos jugadores de antaño podrían hacer un argumento similar, jugaban contra grupos mucho menores y diluidos.

Por su lado, el legendario jugador de hockey Wayne Gretzky es, por amplísimo margen, el deportista más dominante en las denominadas “cuatro grandes disciplinas deportivas” de Norteamérica. Si nunca hubiera marcado un gol, seguiría ostentando el récord histórico de puntos en la NHL. Jaromir Jagr es segundo en puntos (goles + asistencias) con 1.921; sin embargo, Gretzky sumó 1.963 asistencias por sí solo. De forma similar a Messi, también es líder en goles de por vida con 894. Obviamente, el problema radica en que la participación en la práctica del hockey se limita a climas más fríos o regiones con acceso a pistas de hielo techadas. Existe toda clase de limitaciones estructurales para practicar este deporte, y básicamente no hay nadie en África o Asia jugando hockey sobre hielo.

En lugar de eso, creo que me inclino primordialmente por esta línea de pensamiento, expuesta hace un par de años por el ex redactor del portal FiveThirtyEight Benjamin Morris:

“Dicho lo anterior, sigue siendo increíble ver a grandes atletas dominando sus deportes de nicho. Como Hakuho [luchador de sumo] o Babe Ruth”.

“En realidad, [definir] el Más Grande de Todos los Tiempos se reduce básicamente al mejor atleta de pista y campo contra el mejor tenista contra el mejor futbolista y ya”.

Sin embargo, yo eliminaría al tenis por dos razones: 1) Si bien algunos estimados hablan de cifras de participación global muy superiores a algunos de los deportes antes mencionados, se mantiene muy rezagado del fútbol por la existencia de un elemento clasista que limita la participación (allí tienen el por qué no hemos mencionado al golf, por si se lo están preguntando); y 2) han existido una gran cantidad de tenistas fantásticos, pero tiene un exceso de abundancia en la cima y no existe una separación importante, similar a la de Messi y Gretzky, para definir al mejor jugador de la era moderna (bien sea Roger Federer, Novak Djokovic o Rafael Nadal) o de toda la historia de este deporte.

También sugeriría al críquet como opción. Como ciudadano estadounidense, apenas entiendo cómo se juega ese deporte; sin embargo, de acuerdo con algunos estimados, es la segunda disciplina más popular del mundo después del fútbol. Y según algunas medidas estadísticas, el jugador de críquet australiano Don Bradman es el ateta más dominante de todos los tiempos. Tal como escribió Stephen Walters en la revista “Significance”:

"El promedio de bateo del jugador de críquet australiano Sir Donald Bradman de 99.94 carreras por inning es una de las estadísticas de rendimiento más famosas e icónicas de la historia. Bradman solo jugó 52 partidos test, con 80 innings en una carrera de 20 años entre 1928 y 1948. Si bien es cierto que se juegan muchos partidos hoy en día, y hay muchos jugadores de críquet que han superado el total de carreras de Bradman (6.996) y centenas (29), la actuación de Bradman sigue siendo destacada".

"En los 137 años de pruebas de críquet, ningún otro jugador tiene un promedio de bateo que siquiera logra acercarse al de Bradman. Su promedio de bateo de por vida supera en casi 39 carreras al siguiente bateador (entre quienes han bateado más de 20 veces) y Bradman marcó una centena cada 2.75 innings".

Si quieren decirme que Don Bradman es mejor atleta que Lionel Messi (de acuerdo con las medidas indicadas en el presente artículo), no duden en hacerlo. Sin embargo, mi instinto me dice que Bradman no jugó suficientes partidos a lo largo de su carrera y que compitió en una época cuando algunos países asiáticos como India, Pakistán y Sri Lanka no tenían selecciones nacionales o no eran tan competitivos como lo fueron después.

Así las cosas, nos queda un solo nombre: Usain Bolt.

De acuerdo con un estudio de 2017 publicado en la revista Preventive Medicine titulado “Participación global en los deportes y actividades físicas recreativas: revisión sistemática y metaanálisis”, correr y jugar al fútbol eran, evidentemente, las dos actividades atléticas más populares en todo el mundo. En el caso del fútbol, solo se requiere de algo para patear. En el running, solo hay que tener espacio suficiente para correr.

Bolt es el único atleta en llevarse las medallas de oro en las carreras de 100 y 200 metros en tres Juegos Olímpicos consecutivos. En Beijing 2008, ganó ambas carreras con tiempos de récord mundial, convirtiéndole en la única persona en poseer ambas marcas simultáneamente. De forma asombrosa, Bolt superó ambos récords al año siguiente en el Campeonato Mundial de Berlín. Increíblemente, Bolt mantiene ambas marcas vigentes. El récord anterior de los 200 metros roto por él duró 12 años. Pero en los 100 metros, la marca no duró más de 4 años y medio desde que Calvin Smith lograra 9.93 en 1983. Los 9.58 de Bolt llevan 13 años de vigencia, y superan por más de una décima de segundo a la segunda mejor marca en los 100 metros: los 9.69 corridos, obviamente, por Bolt.

Prácticamente cualquier persona puede correr, y Bolt fue un corredor increíble y espectacularmente mejor que cualquier ser humano que haya vivido. En lo que respecta a grandeza deportiva pura, no estoy seguro de que haya otro varón capaz de compararse con el jamaiquino. Pero si existe alguien que sí puede, no es el hombre que lanza un ovoide a 50 yardas de distancia con precisión, o el escolta capaz de volcar desde la línea de tiros libres.

No. Es el pequeño y mágico creador que este domingo dio el partido de su carrera: la final del Mundial de Qatar.