Son después de este tipo de derrotas en Concacaf, o cuando llega la ya tradicional eliminación en octavos de final de la Copa del Mundo, que en los programas de análisis futboleros se escuchan los mismos argumentos. Mexico viene de perder ante Estados Unidos y Canadá rumbo al Mundial, y esos resultados han vuelto a poner al futbol nacional frente a ese incómodo espejo.
"Hay que apoyar las fuerzas básicas, bajar el cupo de extranjeros, tener una liga más competitiva, exportar jugadores a las ligas europeas, etc". Son los mismos argumentos de las últimas dos décadas. ¿Qué es lo que tenemos? Una Liga que ha bajado su nivel, en la que no hay descenso y sí un nefasto repechaje que le abre la puerta al 12vo. clasificado; equipos con diez extranjeros, no todos de alta calidad, y escasas oportunidades para canteranos; muy pocos futbolistas en Europa jugando, subrayo, jugando regularmente en equipos de élite.
Con todos esos lastres, México ha clasificado a los Mundiales desde 1994 de manera ininterrumpida. Se sufre más o menos en la eliminatoria, se infla el globo tricolor, llega la eliminación en octavos, se pide la cabeza del técnico, y no se cambia nada de la estructura, de las bases que podrían detonar en un mejor futbol mexicano. Es como 'El Día de la Marmota'. Esta historia la he visto muchas veces.
Sin tener grandes equipos, Estados Unidos y Canadá le hicieron ver su suerte al equipo de Gerardo Martino. Fueron presa de su inoperancia, poca generación de futbol y llegadas de riesgo, escasas soluciones desde el banquillo, y una defensa que no encuentra la combinación ideal. En otros pasajes sin funcionamiento, se sumaba; ahora ni funcionamiento ni puntos.
A Martino no lo van a tocar a menos de que se comprometa el boleto al Mundial, como les pasó a Enrique Meza y a Chepo de la Torre. Además tiene una cláusula muy elevada. Pero la selección no lo es todo. Estas incómodas revelaciones no solo muestran las limitaciones del Tri, también son síntoma de cómo se ha descuidado el futbol mexicano en muchas otras áreas. Ahí es donde hay que poner el acento.