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Uniformes de portero que podrías usar en Halloween

Muchos de los grandes guardametas del mundo se vieron ataviados con algunas de las camisetas de futbol más estridentes y atroces jamás creadas.


Si bien la tendencia moderna es vestir a los porteros con sencillas prendas de alta visibilidad o camisetas basadas en plantillas monótonas, no hace mucho tiempo el fútbol profesional vivía una época de anarquía total en lo que al diseño de sus camisetas se refiere y para este Halloween recordamos esas coloridas indumentarias.

Obviamente, nos referimos a la década de 1990, cuando el uniforme del jugador que protege el arco dejó de ser una idea tardía para convertirse en una estrafalaria mezcla de lunares, franjas, polígonos, estampados, aros, mallas y mucho más (a veces, todo a la vez) vertidos sobre la misma camiseta.

Muchos de los grandes guardametas del mundo se vieron ataviados con algunas de las camisetas de fútbol más estridentes y atroces jamás creadas. El Mundial de Italia 1990 marcó el comienzo de esta nueva era en el diseño de camisetas. Los fabricantes aprovecharon al máximo esta edición del máximo evento de selecciones del orbe para dar rienda suelta a su imaginación.

Desde ese momento, las cosas se pusieron cada vez más extrañas: patrones que antes se consideraban incompatibles fueron mezclados a la fuerza, los colores chocaron como nunca y las coderas gigantes se normalizaron en las canchas de todo el mundo.

Repasamos los archivos para hacer una selección de las camisetas de portero más memorables de los años ’90. Presentadas cronológicamente, también las valoramos por nivel de “rareza” de hasta 10.

Colombia, 1990

Usada en la gráfica por el irreverente portero líbero René Higuita, la camiseta mundialista del seleccionado de Colombia era llamativa y apropiada para la extravagante personalidad del “Loco” cafetero; con un diseño triangular multicolor adornado con pequeños “parches” cuadrados reminiscentes del arte tradicional suramericano.

Como si quisiera personificar las credenciales de Higuita como cancerbero peculiar, la camiseta alternativa de guardameta de Colombia era igualmente tosca, con un brillante color plateado realzado por un enorme cuello bicolor de neón y desordenadas flechas al estilo tablero de ajedrez.

Rareza: 6.5/10

Austria, 1990

El portero del seleccionado austríaco Klaus Linderberger estuvo a punto de opacar a su colega colombiano en cuanto a uniformes grotescos. Linderberger se vio obligado a participar en Italia ’90 con un pantalón corto a rayas. Para agravar la infamia, las franjas en cuestión eran amarillas y moradas.

Rareza: 8/10

Inter Milan, 1991-92

El pobre Walter Zenga se vio forzado a vestir esta monstruosidad flechada en una de sus últimas temporadas en el Inter. Desde los colores ultrabrillantes (que incluyen varias tonalidades moradas) hasta el material sintético de bajo costo, esta camiseta representa el punto más álgido de la moda de los ’90.

Rareza: 9/10

Italia, 1992

La selección italiana no logró clasificar a la Eurocopa de 1992, y probablemente fue mejor así. Los Azzurri se quedaron en casa, evitándole a todo un continente la necesidad de mirar su atroz equipación de portero de aquel año.

De alguna forma, se las arreglaron para tomar la inmaculada camiseta plateada de Dino Zoff de principios de los ’80 para convertirla en un completo desastre, añadiendo a la mezcla un surtido aleatorio de sinsentidos.

Rareza: 8.5/10

Dinamarca, 1992

Al momento de la inauguración de la Eurocopa 1992, ya las cartas estaban echadas y la nación anfitriona albergó varias propuestas alocadas de todo el continente. La camiseta neón arcoíris del seleccionado danés, utilizada por el gran portero Peter Schmeichel, se ha convertido en una especie de clásico de culto. Probablemente ayudó el hecho que Schmeichel se impuso a sus rivales con ella.

Rareza: 5.5/10

Mexico, 1994

Manteniendo la misma línea de la Eurocopa 1992, el recuerdo más perdurable del Mundial de Estados Unidos 1994 (al menos en lo que respecta a los uniformes de portero) pertenece a un hombre, y sólo a un hombre.

El mexicano Jorge Campos ya tenía fama de lucir sus propios diseños personalizados con club y selección. Pero estas camisetas de tamaño grande y súper brillantes que utilizó en la Copa del Mundo de Estados Unidos siempre serán consideradas como su obra maestra.

Rareza: 9.5/10

Boca Juniors, 1994-95

Campos no fue el único portero que diseñaba sus vestimentas. El guardameta Xeneize Carlos Navarro Montoya hizo lo propio, literalmente. En lugar de un colorido aluvión geométrico, el colombiano creó una camiseta alegremente fea, con un camión de dibujos animados en el anverso. Una inspección más detenida revela que Montoya está en el asiento del conductor.

Y en caso de que se pregunten si el dorsal tiene una ilustración de la parte trasera del camión, pues nos complace confirmarlo.

Rareza: 10/10

Sunderland, 1994-96

En el caso improbable de que Alec Chamberlain o incluso el joven Shay Given (cedido por el Blackburn) olvidaran sus guantes el día del partido, el Sunderland quiso ser precavido y proporcionó a sus porteros un par de repuesto. El hecho de que ni siquiera notemos el torrente de cuadros de la parte superior, que puede provocar migrañas por doquier, demuestra lo particularmente extraño que es el tercio inferior de esta peculiar camiseta.

Rareza: 9/10

Ajax, 1995-96

El ecuador de la década fue realmente la era dorada del “todo vale” en el diseño de uniformes de portero. Esta horrorosa pesadilla, impuesta a Edwin var der Sar, resume la incipiente filosofía de “más es más”.

Beige, azul, rojo y blanco: rayas cruzadas, picos y remolinos por doquier; coderas gigantes en forma de diamante y lo que parece un incómodo collarín elevado y precisamente ubicado alrededor de la nuez de Adán.

Rareza: 8.5/10

Inglaterra, 1996

La camiseta de portero local amarilla y turquesa del seleccionado inglés para la Eurocopa 1996 ya era bastante mala de por sí, pero se vio totalmente equipada por la versión de visitante. David Seaman vistió un ridículo mosaico de retazos rojos brillantes, morado ciruela, verde lima y amarillo crema que destacaba aún más sobre las monótonas prendas grises de sus compañeros de equipo. El hecho de que Seaman la vistió cuando los Tres Leones fueron eliminados por Alemania en semifinales sirve de epitafio apropiado para esta traumática prenda.

Rareza: 10/10

Japón, 1996-97

Este año fue prolífico para los extravagantes uniformes de portero, y Japón nos dio uno de los aportes más alocados. De hecho, Yoshikatsu Kawaguchi parece tan perplejo como el resto de nosotros por la chillona camiseta envuelta en llamas que utilizó en sus compromisos internacionales.

Sin embargo, el uniforme del club de Kawaguchi para la época quizás se salía mucho más de la norma. El Yokohama F. Marinos le dio una camiseta amarilla psicodélica para jugar. Así que, después de todo, quizás le iba mejor en el fútbol de selecciones.

Rareza: 8/10

Velez Sarsfield, 1996

Reconocido por sus jugadas a balón parado (es el segundo goleador de todos los tiempos entre arqueros) y pugnaz comportamiento, José Luis Chilavert era conocido afectuosamente como “Bulldog” en su época de jugador. Leyenda de Vélez, el internacional paraguayo vistió por breve tiempo una camiseta personalizada con la imagen de su espíritu canino.

Rareza: 8.5/10

Manchester United, 1996-97

Quizás pensando que Schmeichel lo había tenido demasiado fácil en 1992, el Manchester United hizo sufrir de verdad al coloso danés en el transcurso de la década, poniéndolo a vestir una procesión de diseños que destrozaban retinas. En un campo de sorpresas, quizás la peor fue esta extravagancia púrpura de 1996-97.

Rareza: 7.5/10

Liverpool, 1996-97

Muy pocas cosas podrían salvar a esta camiseta de visitante del Liverpool para la temporada 1996-97, que tenía un horroroso estampado de pájaros del Liverpool superpuesta sobre un fondo naranja. Ni siquiera David James, que por un tiempo fue modelo del gran diseñador Giorgio Armani, podía realzarla.

Rareza: 7.5/10

Newcastle United, 1996-97

Al pasar siete años en St. James’ Park entre 1991 y 1998, Pavel Srnicek pudo vestir varios de los uniformes más venerados de la historia del club, desde la camiseta de cristales rotos del torneo 1994-95 hasta el remolino de 1997-98.

Sin embargo, ninguna pudo igualar la audacia de la equipación de 1996-97, que lucía una sonrojante base “Tequila Sunrise” detrás de una silueta del cielo de Newcastle. Sigue siendo tan majestuosa y gloriosamente extraña como lo era en su momento.

Rareza: 9/10