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El Rostov, con juveniles, pierde 10 a 1 en Rusia

AP

La Liga rusa se reinició este viernes después de tres meses de parón por el Covid-19 y el partido entre Sochi y Rostov ya es conocido como “el partido de la vergüenza”. El resultado final fue 10-1, la mayor diferencia de goles en la historia de la competición. El equipo derrotado está entrenado por Valery Karpin que, pese al resultado, estaba muy orgulloso de sus jugadores.

El exdelantero del Celta de Vigo debió alinear un equipo lleno de futbolistas que ni siquiera son profesionales ya que seis jugadores del primer equipo dieron positivo por coronavirus, por lo que según el protocolo sanitario ruso tenían que quedarse en cuarentena todos.

Tal y como explicó el Rostov en un comunicado, pidieron al Sochi aplazar o suspender el partido, pero este se negó. Así que Karpin pidió ayuda al técnico del equipo juvenil y este le recomendó a los chicos que podía usar. El futbolista de mayor edad del equipo que viajó al Mar Negro tenía 17 años y dos meses.

Irónicamente, fue el Rostov quien se adelantó con un tanto del joven Romanov, pero a partir de ahí todo se debarrancó. Los 10 goles del Sochi (no figuró entre los convocados el ecuatoriano Cristhian Noboa) ser más de no haber contado con una especie de Lev Yashin de 17 años. El portero Denis Popov hizo 15 milagrosas atajadas, entre ellas un penal. Gracias a ello fue elegido el jugador del partido.

Los fanáticos del Rostov salieron a las calles a apoyar a sus jóvenes jugadores que dieron la cara por el club.