Cruz Azul se impuso a los Monarcas

MÉXICO (Mac Reséndiz/ESPN.com) -- Reza el dicho que "para que la cuña apriete debe ser del mismo palo", y en esta ocasión el que hasta el minuto 75 estaba convertido en el mejor hombre del Cruz Azul, por su empecinamiento en merodear con suma alegría la portería defendida por Federico Vilar: el ecuatoriano Joao Rojas, fue el encargado de romper finalmente el cerco que había colocado Monarcas Morelia en prácticamente todo el encuentro y que hasta entonces le venía resultando, para que la Máquina Celeste se levantara con victoria de 1-0 en su parcela.

Así, los dirigidos por Memo Vázquez finalmente encontraron la ruta del gol, a fuerza de tanto batallar y del apoyo incondicional de "La Sangre Azul", que nunca cesó de cantar y que junto con sus inmensas ganas de vulnerar la cabaña canaria, fueron un gran aliciente para llevarse el triunfo ante su gente y a una jornada de que concluya el torneo.

Cabe mencionar que el "Día de Muertos" ocasionó que el inmueble celeste registrara una entrada apenas regular (casi 10 mil 500 espectadores) para un partido que prometía quizá mucho más, pues se suponía que ambos conjuntos estaban buscando "amarrar" de una buena vez el pase a la liguilla y que al final dejó muy contentos a los de casa porque cumplieron cabalmente con su cometido.

La añorada anotación fue producto de un córner por el lado izquierdo a favor de la Máquina Celeste, que propició un remate de cabeza de Pereira para que en el desvío de Vilar, la pelota quedara ahí y llegara Joao para empujarla.

El ecuatoriano, quien jugó en los canarios, festejó en grande, cuando un día antes aseguró que no celebraría en caso de anotarle a su ex equipo.

La figura: Joao rojas, que intentó por todos lados anotarle a su otrora escuadra michoacana, en primera instancia bien apoyado por Emaná, quien mientras estuvo fue un extraordinario asistente para su compañero, ya que le filtró varios balones a modo que el ecuatoriano no pudo aprovechar porque la defensa que conforman sus ex compañeros canarios, lo anularon bien entrando al área.

El villano: Un joven semidesnudo que irrumpió sorpresivamente en la cancha, por ahí del minuto 3 de la segunda parte, para poner freno al juego luchado que en ese momento se estaba generando en el campo por la intención de los cruzazulinos de anotar de arranque.

Cruz Azul: Armó buenas jugadas, puso el futbol en su parcela, hiló triangulaciones entre Emaná (mientras estuvo), Joao y Pavone; el africano filtrando buenas pelotas, por momentos uniéndoseles el Chaco Giménez a la ofensiva. Sin embargo, aunque llegó un momento del segundo tiempo en que el juego cayó en un bache por el futbol defensivo de los michoacanos, finalmente vino la anotación que salvó el partido y selló las aspiraciones del cuadro que hizo el "gasto" en el encuentro.

Monarcas: Al igual que la Máquina, necesitaba los tres puntos para "amarrar" el boleto a la "fiesta grande", pero no se le vieron muchos deseos de obtenerlos, pues su juego armado desde atrás y poco dado a ir al frente, dejó mucho qué desear, pese a que inicialmente todo le estaba funcionando y se había mostrado como el equipo ordenado que es.

Lo que deja: Tres valiosísimos puntos para los cruzazulinos, para llegar a 28 y colocarse en tercer lugar, para de esta manera convertirse en el cuarto calificado a la liguilla, haciéndolo merecidamente. En tanto, Monarcas se quedó con 24 y su pase matemático a la "fiesta grande" tendrá que seguir esperando.

Incidencias: Una mano en el 11', donde el árbitro dejó que siguiera la jugada en zona michoacana, al considerar que fue accidental, por parte de Salinas, aunque si amonesto a Rojas por reclamar airadamente su decisión. En el minuto 45 pedían los celestes una falta sobre 'Chaco' en el área, una trabada de Huiqui que sin embargo que el árbitro no otorgó, mientras que en el 81' le anuló el tanto del empate al Morelia por fuera de lugar. En apariencia, bien marcado.

Para twittear: Por fin la Máquina obtuvo el boleto, si bien lo hizo por la mínima diferencia, pero desde este momento se convierte ya en un serio aspirante al título.