Atlético dejó ir vivo al Athletic en el Vicente Calderón

MADRID (Paola Núñez, corresponsal) -- Atlético de Madrid y Athletic de Bilbao empataron 0-0 en un encuentro disputado en la cancha del Vicente Calderón protagonizado por las polémicas decisiones arbitrales que dejaron al cuadro rojiblanco con sólo siete puntos de ventaja sobre Valencia a con tres jornadas por disputarse.

La vida volvió al Calderón en cuanto el silbante amonestó a Fernando Torres por protestar. Había recibido una falta dentro del área y reclamaba un penalti. Era la primera de tres decisiones Jaime Latre que, a ojos de la enfurecida grada, privaron a los locales de una victoria más que necesaria para continuar en la tercera plaza.

Hasta ese momento, habían transcurrido más de 40 minutos en el encuentro en que apenas se habían escuchado tímidos cánticos de apoyo al conjunto rojiblanco. El partido no invitaba a más. Ninguna de las dos escuadras había creado oportunidades claras. Athletic de Bilbao suponía una dura prueba para el centro del campo para los del Cholo, que sin Arda, batallaban lo indecible para poner balones a Antoine Griezmann y Fernando Torres. En el conjunto vasco, el problema se centraba en la ineficiencia del juvenil Iñaki Williams para recibir balones, pues aunque bien posicionado y ágil para abrir espacios entre la defensa rojiblanca, no lograba conectar con Mikel Rico.

Los escasos intentos de ambas partes llegaban de la segunda línea. Siempre al balonazo y con disparos flojos ya fuera de Iturraspe, en una portería, o Raúl García, en la otra. La batalla en el centro hacía que el encuentro se volviera cada vez más denso pese a los esfuerzos de Koke por abrir espacio en el centro y poner balones a profundidad para Griezmann. Pero el francés, en sus ansias por marcar, descuidó la posición -más que de costumbre- tanto, que en dos ocasiones remató en claro fuera de lugar. Para frustración de la grada, el francés tuvo dos tantos anulados por fuera de lugar; el segundo tan dudoso que los reclamos más airados a la decisión arbitral llegaron del área técnica de Diego Pablo Simeone.

La desesperación del máximo goleador rojiblanco era evidente, y Fernando Torres no se quedaba atrás. El Niño intentaba buscar por todo los medios una posición a modo en busca de un gol. Llegaba a su final la primera parte cuando tuvo una oportunidad de oro, pero la dejó escapar cuando su remate fue a las manos de Iago Herrerín.

Al Atlético le sirvió de poco pasar por la regadera pues no se encontró mucho más fino al inicio de la segunda mitad. Los vascos, en cambio, ganaron terreno por las bandas y al menos en dos ocasiones pusieron en aprietos a Jan Oblak en jugadas al contraataque. Transcurrida casi una hora de iniciado el encuentro, Simeone modificó enviando a Mandzukic y Arda al campo. Entonces el Atlético se puso a jugar en serio.

Aumentó la presión y, con Arda en el campo, al Athletic le costó más trabajo ganar terreno por las bandas y, poco a poco, se vio obligado a replegarse. El Atlético no daba respiro a los rivales y asedió la portería de Iago Herrerín desde todos los ángulos. Pero de nuevo, la suerte traicionó al Atlético, que vio un tercer tanto anulado por fuera de lugar, esta vez a Tiago. La indignación se apoderó de nuevo de las filas rojiblancas por el error arbitral, pues el luso estaba habilitado por Bustinza.

La frustración se apoderó de los rojiblancos, que en ese momento bajaron los brazos dejando así dos vitales puntos en el camino y dando oportunidad al Valencia de revivir en la pelea por la tercera plaza del campeonato.