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Nash, una retirada tardía

LOS ÁNGELES -- Lo que más intriga de la retirada de Steve Nash es por qué ha esperado tantos meses para confirmar una obviedad tan abrumadora. La decisión estaba tomada de hacía tiempo, desde el momento en el que su cuerpo dijo basta por enésima vez a las puertas de que comenzara la temporada, quizás antes. Pero hay un hecho que impresiona más aún, hay una situación que se escapa de la lógica tanto desde el punto de vista de Los Angeles Lakers como del propio jugador. Una circunstancia irresponsable se mire por donde se mire.

El rosario de lesiones que ha sufrido el dos veces Jugador Más Valioso (2005 y 2006) desde que recaló en la franquicia angelina sumado a su avanzada edad para jugar en una posición tan demandante como la de base debería haber adelantado su retirada. Su nombre no tendría que haber figurado en las nóminas de los Lakers esta temporada por el bien del equipo.

En 2012-13, su primer año, Nash se perdió 34 juegos (dos de ellos de playoffs). Los motivos fueron una fractura en la pierna izquierda que derivaron en problemas en los nervios de la espalda y en lesiones en los isquiotibiales. Demasiados imprevistos para capear con 38/39 años de edad (su cumpleaños es el 7 de febrero). En su segundo año (2013-14), el ocho veces seleccionado para el Juego de las Estrellas participó en 15 partidos. ¿La razón?: más nervios irritados y la dichosa espalda que no perdona 18 años de esfuerzos en la élite y con 39/40 primaveras en sus piernas.

Y la traca final: una semana antes de que comenzara esta temporada, la franquicia anunció que Nash no estaría disponible durante el presente periplo lagunero. Cero partidos, cero opciones de jugar y la confirmación de que tan solo ha participado en 65 encuentros en tres temporadas (11.4 ppj con un 42 por ciento de acierto y 6.4 apj).

Se salvó de formar parte de la plantilla que más temprano ha perdido las opciones de clasificar para playoffs en la historia de los Lakers; sin embargo, los laguneros perdieron la oportunidad de haber contado con más espacio salarial en la construcción de un plantel competitivo este año. Todo está relacionado.

¿Por qué no hubo retirada médica?

Si los 15 partidos que Nash jugó en la temporada 2013-14 se hubieran quedado en menos de 10, la franquicia y el jugador podrían haber acordado una retirada médica (tras sus respectivos análisis médicos por parte de Lakers y la liga). Esto hubiera supuesto que el jugador hubiera seguido recibiendo una compensación total (salario de 9.7 millones de dólares) siendo ese monto eliminado del tope salarial. Con esta retirada médica, Nash habría seguido recibiendo ese dinero que tanto le hacía falta, tal y como comentó en un vídeo a 'Grantland':

"La realidad es que no me quiero retirar porque necesito el dinero".

Así, los Lakers podrían haber tirado la casa por la ventana en la agencia libre: 9.7 millones daban para mucho en un saco en el que llegaron a estar LeBron James, Carmelo Anthony, Zach Randolph, Rudy Gay, Luol Deng... Los únicos jugadores de la temporada pasada que estaban asegurados en los Lakers eran Kobe Bryant, Robert Sacre y el propio Nash (Nick Young tenía la opción de jugador), lo demás estaba por construir.

Quién sabe qué podría haber pasado si ese tope salarial se hubiera ampliado a 54 millones de dólares. Eso nunca lo sabremos. En cambio, lo que sí quedará tatuado en la historia de los Lakers es lo que sí ha sucedido.

Resulta inexplicable el que tanto Jim Buss como Mitch Kuptchak no se hubieran adelantado a los acontecimientos cuando tocaba. Los problemas físicos y la edad de Nash eran un 'dos más dos' demasiado básico. Debería haber sido la gerencia la que pusiera fin a los lapsos de lógica de un Nash que siempre ha luchado por regresar. A veces los deseos nublan la coherencia en los jugadores, es en esos instante cuando deben aparecer los ideólogos del proyecto.

Asustado por el final

Como el mismo base indicó en el artículo de 'The Players Tribune', donde anunció su retirada este sábado: "Cuando eres un adolescente con sueños enormes y una obsesión creciente y alguien te dice que no va a durar para siempre, eso es algo que asusta", escribió.

A Nash le costó asumir la realidad y cuando lo hizo desapareció dejando un rastro de imágenes polémicas en redes sociales (apareció jugando al golf, entre otras), de desplantes a Byron Scott, a quien no le agarró el teléfono cuando en los primeros momentos en los que éste se interesó por él, y de discutible compromiso con la plantilla: hasta febrero no ha ejercido de menor a los bases más jóvenes de la plantilla.

La versión oficial siempre fue que Nash necesitaba tiempo para asumir que se perdería la temporada, lo que significa que básicamente estaba digiriendo su más que asumida retirada.

No obstante, poco o nada se le puede achacar a un jugador que ha campado por la NBA a base de excelencia, que sigue siendo el tercer máximo asistente de la historia de la liga (10,335 asistencias) y que cuenta con un currículum envidiable al que solo le ha faltado un anillo. Ética de trabajo, mentor de jugadores jóvenes que ha sido capaz de hacer mejores, educado y complaciente con sus compañeros y la prensa, ganador nato, luchador y buen, muy buen jugador.

Que la oscuridad de un final difuso no ensombrezca su pasado. Que la cobardía por no haber dado la cara ante la opinión pública y la afición de los Lakers en estos cinco meses no deje lado la valentía de una trayectoria deportiva intachable.