No ocurrió nada que no hubiéramos vaticinado. Miguel Angel Cotto venció por KOT a Sergio "Maravilla" Martínez (que no salió para el décimo asalto), se agenció el cinturón mediano del CMB y se consagró como histórico primer campeón boricua en cuatro divisiones diferentes Como lo preveíamos, como era imposible desconocer, la rodilla operada del argentino era un obstáculo demasiado grande para un pugilista técnico, sin guardia hermética y que depende totalmente de sus movimientos laterales.
Ya en el primer asalto, bastó ver la forma en la que Martínez se paraba y movía sus piernas para imaginar lo que vendría a continuación. Cayó tres veces en el primer asalto y sobrevivió los dos siguientes en una lucha épica contra sus limitaciones físicas y ayudado en sobremanera por la estrategia del boricua.
Cotto fue agresivo, pero tomó muchas precauciones. Se cerró totalmente por arriba, lanzó combinaciones rápidas sobre seguro y cuando lograba entrar a la media distancia. El resto del tiempo esperó, esquivó y devolvió con criterio y efectividad.
Esperábamos que fuera agresivo, que pusiera toda la presión, pero nos sorprendió con ese plan cauteloso y acertado de Freddie Roach. Sabiendo que los mayores problemas de Martínez estaban en su rodilla, lo obligaron a salir, por momentos lo atacaba, por momentos retrocedía Cotto y lo invitaba a ser más ofensivo. En realidad, le cambiaó reiteradamente el dibujo de la pelea y le obligó a mover las piernas en un sentido que no esperaba: hacia adelante.
En varios momentos del combate, Cotto lo conmovió con duros impactos, pero nunca mantuvo la secuencia ni fue encima del argentino buscando terminarlo. Siempre tuvo presente la temida capacidad de Maravilla para terminar con sus rivales apenas con un solo trallazo. Fue el gran mérito de Cotto, respetó el plan de pelea hasta en sus más mínimos detalles.
Pero hubo otro factor: el peso. Miguel Angel Cotto eligió velocidad, capacidad aeróbica y no se preocupó por fortalecerse. Por ello llegó al pesaje en 155 libras. Si Maravilla esperó un huracán de golpes, encontró un huracán de movimientos, que lo iría terminando poco a poco y sobre seguro.
Es obvio comprender entonces que la pelea pudo perfectamente acabar ya en el primer asalto. Cotto no lo permitió y el aguante de Martínez hizo el resto. Fue una suerte, si así hubiera ocurrido quizás la palabra fiasco sería parte del titular de esta nota.
De todas maneras, esta batalla debería dejar enseñanzas claras rumbo al futuro. Miguel Angel Cotto es campeón mediano sin ser mediano (le faltaron cinco libras).Sergio Martínez perdió un título y ganó la mejor bolsa de su vida, en una pelea para la cual nunca pudo ser autorizado a pelear. Primero porque este combate se salteó los reglamentos (había alguien primero que Cotto en la lista de rivales) y porque sus condiciones físicas postoperatorias no le permitían ser un rival adecuado. Más allá del show y el bien del negocio, todo fue poco serio, aunque no lo parezca.
Ahora, seguramente Sergio Maravilla Martínez abandona el boxeo, lo que hará aún menos seria su defensa de este sábado y Miguel Angel Cotto defenderá ese título mediano contra Saúl Canelo Alvarez en un peso pactado, posiblemente, muy por debajo de las reglamentarias 160 libras. Lo que también lastimará la ética de este deporte.
En resumen, Miguel Angel Cotto ganó sin exigirse, es histórico campeón de un peso que no es el suyo y venció por KOT a un rival que simplemente abandonó faltando tres asaltos. En mis predicciones de Fight Credential vaticiné este resultado. Sin embargo, en mis años escribiendo sobre boxeo, aprendí que cuando las peleas son parejas, entre rivales similares y en toda su plenitud, es imposible acertar un resultado. En este deporte no existe nada más honesto que la incertidumbre. Ello no ocurrió. Sergio Martínez subió a perder su cinturón, Miguel Angel Cotto hizo una buena pelea, utilizó un plan inteligente e hizo historia. Pero la pelea no tuvo historia.