RÍO DE JANEIRO (Enviado especial) -- Pasaron casi cuatro años de aquel vestuario a este vestuario. Las caras son totalmente opuestas. En esta zona mixta, los periodistas consuelan a los jugadores, que se excusan de no hablar demasiado.
La de Johannesburgo hace cuatro años fue "la noche más larga de todas", la de la consagración por primera vez en un Mundial, la de las sonrisas, las palmadas, las bromas. Mientras que la de esta vez, en Maracaná, fue la prematura y dolorosa despedida del campeón.
La imagen de España en Brasil 2014 fue decepcionante. Pareció un equipo perdido, agotado, vulnerable. En sus dos presentaciones nunca pudo ser protagonista. Muchos aprovechan para hacer leña del árbol caído. Desde este lado, antes que nada, respeto.
Respeto por un equipo que revitalizó un estilo, que sostuvo una filosofía y marcó agenda. Que apostó por el toque como recurso para la superación.
El entrenador Vicente Del Bosque, siempre ubicado, admitió que fueron justas las derrotas y no puso excusas. La autocrítica más fuerte la hizo Xabi Alonso: "No hemos sabido mantener el hambre y la ambición que tuvimos en el pasado. Mentalmente no estábamos preparados y físicamente justos".
Es innegable que los futbolistas llegaron desgastados a la cita más importante del fútbol. Fueron cuatro años de un trajín tremendo de partidos. En la última temporada, el anticipo lo había dado el Barcelona que dirigió Tata Martino, base de esta selección. Jordi Alba no pesó en ofensiva, Busquets no se erigió como eje del mediocampo, Iniesta estuvo impreciso, Pedro nunca desequilibró y Xavi ni siquiera entró ante Chile. Además, la defensa sufrió siete goles en dos partidos y fracasó la apuesta por Diego Costa como centrodelantero.
Muchos coinciden en que estamos en presencia de un fin de ciclo. Yo no me animaría ser tan terminante. Si bien la edad le juega en contra a algunos referentes como Casillas, Xabi Alonso, Villa o Xavi Hernández, lo más importante que tiene la Roja es la escuela. Jóvenes promesas que mantienen la forma de jugar. El tiempo dirá si logran consolidarse.
Lo cierto es que comienza un período de reflexión. España tendrá un nuevo seleccionador camino a Rusia 2018 y seguramente un recambio importante en su plantel. Mientras tanto, algunos medios que endulzaron los oídos de los campeones y se subieron a la cima del mundo junto a ellos, hoy los destrozan.
Nosotros, en cambio, optamos por un respetuoso aplauso de despedida.