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Romagnoli se despidió de San Lorenzo como el más ganador

Romagnoli jugó un buen partido ante Nacional Fotobaires

BUENOS AIRES -- El mediocampista Leandro
Romagnoli se despidió este miércoles de San Lorenzo como el jugador más
ganador de la historia del club, distinción que alcanzó con la
obtención de la Copa Libertadores de América.

El "Pipi", de 33 años, jugará las próximas dos temporadas en
el Bahía de Brasil, con el que firmó contrato antes de lograr su
quinto título en San Lorenzo, que cerró su segunda etapa en el
club.

Con 17 años apenas, debutó en la Primera División de San
Lorenzo durante el Apertura 1998 cuando Oscar Ruggeri asumió la
dirección técnica y le dio lugar a los jóvenes de la cantera
formados por Roberto Mariani.

De físico escuálido, se convirtió al año siguiente en un
factor de desequilibrio para el equipo a fuerza de gambetas y
velocidad pero también por su visión de juego.

En 2001 llegó su año consagratorio. En el primer semestre,
fue el conductor de San Lorenzo para el título del Clausura, al
mando del entrenador chileno Manuel Pellegrini, y tras esa
conquista se consagró campeón del Mundial Sub 20 celebrado en
Argentina. También formó parte del equipo que ganó la Copa Mercosur
2001, primer título internacional del club.

Dirigido por Rubén Darío Insúa, Romagnoli mostró un alto
nivel en 2002, ya con un mayor grado de madurez en su juego, y fue
figura del equipo campeón de la Sudamericana, con un recordado
golazo en la primera final ante Atlético Nacional de Medellín.

Poco después llegarían las primeras lesiones de rodilla (la
derecha le fue operada tres veces) y la oportunidad de venta en
2004 al Veracruz de México, que fue un salto previo a su estadía en
el Sporting de Lisboa (2006-2009).

A mediados de 2009 regresó a San Lorenzo en coincidencia con
el inicio de una dura etapa deportiva e institucional, en la que
tuvo raleada participación dentro de la cancha por su frágil estado
físico.

Pese a sus dificultades, "Pipi" apareció en los momentos más
difíciles cuando San Lorenzo debatía su categoría en Primera
División en la temporada 2011-2012.

Al inicio de la temporada siguiente, Romagnoli se rompió los
ligamentos de la rodilla izquierda, en la que nunca había sido
intervenido, durante un partido con Belgrano en Córdoba.

Tras una extensa recuperación, alcanzó su mejor condición
física desde el retorno bajo la dirección técnica de Juan Antonio
Pizzi y fue campeón del Inicial 2013, su cuarta estrella en Boedo.

En plenitud, Romagnoli apostó por la Libertadores, el anhelo
de toda la vida para los hinchas de San Lorenzo. Postergó su
traspaso al fútbol brasileño para jugar la recta final de la Copa
luego del Mundial FIFA 2014 y este miércoles, ante un Nuevo Gasómetro
repleto, se transformó en leyenda "azulgrana".