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Francia, ilusión que se incrementa

El Mundial está a la vuelta de la esquina, y con esa proximidad también se incrementa la ilusión de todas y cada una de las 24 selecciones que dejarán el alma en la cancha durante dos arduas semanas en España, sede del torneo. La lógica usualmente sucede de la siguiente manera: "Si el Jugador 'X' se destapa y es figura y podemos eludir a este rival, ¿por qué no nosotros?".

En el caso de Francia, esa ilusión se potencia por el hecho de que no por nada son los vigentes campeones de Europa. Es más, en los papeles ellos solamente están un escalón por debajo de los anfitriones y de Estados Unidos, lo que convierte al conjunto galo en un firme candidato al podio y posiblemente al título.

Francia es candidata principalmente porque cuenta con cinco jugadores que militan en la NBA, una cantidad que solamente España (6) y EE.UU. (12) superan en el torneo. Además, España cuenta con el peso de la localía (pregúntenle a Brasil como le fue con eso en el Mundial de fútbol este año) y los norteamericanos cuentan con su plantel más vulnerable en casi una década. Oponentes sumamente difíciles, pero no imbatibles.

Sin embargo, ese optimismo también se ve limitado por un pequeño gran problema: Francia fue campeona de Europa gracias en gran parte al liderazgo y gran nivel de Tony Parker, su gran estrella y principal ausente en un equipo que obviamente lo va a echar de menos.

La ausencia de Parker no es novedad ni un shock impensado. Parker está ausente con aviso, y Francia ha contado con el tiempo necesario para moldear su nueva identidad, una identidad de campeón.

Si pensamos en Les Bleus como favoritos, partamos desde el concepto de que Francia comparte el Grupo A con España, Brasil, Serbia, Irán y Egipto. ¿Cuál sería su trayecto (realísticamente) ideal?

Digamos que Francia sale segunda en su grupo con una marca de cuatro victorias y una derrota tras sufrir su única caída contra España, eso lo enfrentaría al tercero del Grupo B en Octavos de Final. Nadie del Grupo B da miedo, pero por historia y pedigrí Grecia o Croacia serían menos peligrosos en teoría que Argentina o Puerto Rico. Las Filipinas o Senegal directamente serían un regalo.

Los dirigidos por Vincent Collet superan ese escollo y luego se encuentran con el primero del B (Puerto Rico y Argentina son firmes candidatos, aunque no se puede descartar a Grecia) o el cuarto del A (Serbia o Brasil, dos equipos a los que ya les habría ganado). De todas maneras, Francia sería favorita contra cualquiera de ellos y debería poder avanzar a semifinales tras un partido reñido.

Acá el asunto se pondría verdaderamente interesante, ya que se asomaría una hipotética revancha contra España. ¿Cómo podrían hacer Collet y sus jugadores para superar a los anfitriones y llegar a la final?

Bueno, primero que nada, olvidémonos del último encuentro entre ambos en el EuroBasket 2013, cuando Francia derrotó a España por 75-72 en semifinales.

Francia ganó ese partido en tiempo suplementario gracias a un esfuerzo titánico de Parker, quien anotó 32 puntos. ¿Quién puede tomar el lugar de Parker en este caso? Nadie individualmente, pero Francia si puede prevalecer con un esfuerzo colectivo impecable que contaría con algunos de los que militan en la NBA como pilares del esfuerzo.

Boris Diaw debe establecer su presencia en la zona pintada y neutralizar a por lo menos uno de los hermanos Gasol, Ian Mahinmi debe igualar a Serge Ibaka bloqueo por bloqueo, y luego Nicolas Batum debe destaparse con una actuación como la del cuarto juego de la serie contra los San Antonio Spurs con los Portland Trail Blazers (14 puntos y 14 rebotes) o del tercer juego de esa misma serie (20 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias). Batum es un jugador versátil capaz de ser líder y ponerse a la altura de las circunstancias, la clave es que él mismo se convenza de ello.

El libreto no cambiaría mucho en un hipotético choque contra Estados Unidos, aunque en ese caso Diaw y Mahinmi se volverían todavía más imprescindibles ya que Batum no podrá superar por sí solo a Stephen Curry, Derrick Rose y compañía en el perímetro.

Obviamente todo esto es puramente hipotético y todas las ideas, estereotipos y preconceptos se pueden ir por la ventana una vez que la pelota está en el aire.

Francia nunca ha llegado al podio de un Mundial en su historia, sus mejores actuaciones fueron un cuarto puesto en 1954 y más recientemente un quinto lugar en 1963 y 2006. Este es el mejor momento para que eso cambie y de que se escriba una nueva página gloriosa en la historia del básquetbol francés.