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El sueño de Peter Lim

BUENOS AIRES -- Desde el 8 de agosto de 2013 Wall Street College, la página web estadounidense que se jacta de ser la más confiable a la hora de aconsejar a los inversores cómo pueden conseguir la independencia financiera al elegir bien el destino de su dinero, explica con esmero bajo el título 'El billonario que se hizo a sí mismo', las 7 lecciones de Peter Lim Eng Hock (Singapur, 1953), el hombre que quiere hacer del Valencia una potencia global, apta para competir cabeza a cabeza contra Real Madrid y FC Barcelona. El mecenas cuya fecha concreta de nacimiento permanece escondida entre los secretos de un imperio que se expande mientras usted lee estas líneas.

1- "No hay excusas". Peter Lim creció en una vieja vivienda de protección oficial del Gobierno de Singapur, compartiendo un departamento de 2 dormitorios con 11 personas, y jamás hizo de su origen humilde una excusa para no intentar labrarse un porvenir. Su objetivo siempre fue hacer algo valorable a pesar de no tener el dinero para lograrlo sin esfuerzo.

2- "Nunca se rinda". Hijo de un vendedor de pescado, a Peter Lim le fue muy difícil entrar en una universidad respetable debido a su escaso fondo económico, pero lo intentó hasta que se salió con la suya. Así terminó su educación en la UWA (Escuela de Negocios de la University of Western Australia, de Perth) donde se licenció como analista de finanzas.

3- "Fije su rumbo". Para poder financiar sus estudios, Peter Lim trabajó en jornadas reducidas durante el día como camarero, cocinero y taxista. En una sociedad distinta de la actual, y de la que le rodeaba en Singapur visualizó su interés, fijó su rumbo, y sacrificó tiempo libre para conseguir los objetivos que se planteaba para su vida porque se convenció de que valía la pena hacerlo.

4- "Siempre hay algo importante que aprender". No fue hasta que Peter Lim trabajó como cocinero en la cadena de comida rápida llamada 'El Gallo Rojo' que aprendió el funcionamiento de un negocio. Observó como era manejado el lugar para el que trabajaba, y luego utilizó ese conocimiento para crear enormes beneficios en su propia carrera de negocios.

5- "No tenga miedo al cambio". Después de graduarse, Lim trabajó como empleado contable pero sólo duró tres meses. Entonces incursionó como consultor en cuestiones fiscales, algo que siempre había querido hacer. Así fue como con 18 años se hizo corredor de Bolsa, trabajando en negro y ganando el sueldo a base de comisiones. El éxito que tuvo le granjeó en el ambiente el apodo "King of the remisiers" (El Rey de los Comisionistas, o Rey de la Cometa). Lim mostró que uno debe seguir siempre sus sueños, pues nunca será feliz si se queda en un lugar sólo porque se siente cómodo. Su enseñanza, no tener miedo al cambio y al desafío de probar algo nuevo si piensa que su trabajo no es para usted.

6- "Prepare el estómago y sea paciente". Lim invirtió dinero a largo plazo en diferentes actividades, pero las fluctuaciones le dieron tanto alegrías como dolores de cabeza. En la empresa Wilmar Internacional transformó un patrimonio de 10 millones de dólares en 700 millones, aunque también vivió sinsabores en otros momentos. Su consejo, si el precio de las acciones sube no esté demasiado feliz. Y cuando el precio baje, no esté demasiado triste. ¿Cómo hacerlo? Piense que su vida también fluctúa y que un disgusto puede hacer que usted muera de un infarto. Si pierde el sueño con estas cosas, sólo guarde el dinero en el banco.

7- "Recompense a su equipo y comparta sus éxitos". Después de conseguir sus primeras ganancias grandes en la Bolsa, Peter Lim decidió recompensar su equipo comprando un BMW y 3 automóviles Lexus para los principales colaboradores de su equipo. Así demostró gratitud hacia ellos por ayudarle a tener éxito. Acuérdese siempre de recompensar a quienes le ayudaron a llegar al lugar que tiene ahora. No hay nada más especial que reconocer el agradecimiento. Además, eso hará que mejore la relación con su equipo y aumentará el grado de lealtad de su gente para con usted.

Peter Lim compró el Valencia el jueves 14 de agosto de 2014 siguiendo todos esos preceptos y consiguió algo muy difícil de lograr en el fútbol. Que la llegada de un empresario, extranjero, y además asiático, sea celebrada casi más que un gol decisivo en la final de la UEFA Champions League por decenas de miles de personas en las calles, pese a la desconfianza inicial que un episodio de este tipo genera en sociedades tan conservadoras como la valenciana.

Hasta ese día Bankia, entidad bancaria nacida tras la caída de Caja Madrid, la caja de ahorros más antigua de España, había controlado el destino del Valencia por ser su mayor acreedor desde que el club se declarara en quiebra técnica en 2012 tras no poder pagar préstamos de riesgo recibidos desde 2009. Valencia, histórico club español en el que se graduaron como ídolos Mario Kempes, David Villa, Darío Felman, Roberto Fabián Ayala, Claudio 'Piojo' López, Rubén Baraja, Pablo Aimar y 'Kily' González, entre otros muchos jugadores, ha subsisitido de la misma forma en que Racing Club de Avellaneda lo hizo entre 1998 y 2000 en Argentina. Gracias al tráfico de influencias y a que El Poder acudió a rescatarlo tras serle imposible hacer frente a una deuda bancaria de más de 250 millones de euros.

Bankia no se lo ha puesto tan fácil a Peter Lim como a Florentino Pérez, quien en 2009 pidió casi 80 millones de euros para financiar los fichajes de Cristiano Ronaldo y Kaká en su retorno al Real Madrid como presidente. Curiosamente, es muy alta y conocida la injerencia que tiene en Bankia el Partido Popular, el oficialismo español, en cuya cúpula influye el propio Pérez. Bankia le exigió a Lim garantías de activos por valor de 200 millones de euros para dilatar la venta del 70,4% de las acciones de la Fundación del Valencia Club de Fútbol a la sociedad Meriton Holdings Limited que preside el magnate, pero la presión popular de los hinchas en las calles de la ciudad y alrededor del estadio Mestalla apuró el final de la operación, con una presentación de avales por parte de Lim por valor de 140 millones de euros.

El hijo del vendedor de pescado logra lo que buscaba hace tanto tiempo y no conseguía después de haberse hecho con el control de los bares temáticos del Manchester United en todo Asia, e intentado comprar el Liverpool, el Deportivo La Coruña y el Atlético de Madrid. Tener su propio club de fútbol. Sus primeras medidas han sido colocar al frente del proyecto deportivo a Jorge Mendes, su asesor personal en temas deportivos -sí, el super agente que dirige las carreras de Cristiano Ronaldo, Jose Mourinho y Ángel Di María, entre otros protagonistas-; despedir a Juan Antonio Pizzi para reemplazarlo con el entrenador portugués Nuno, amigo personal de Mendes y primer deportista que éste representó en su vida; y reforzar al equipo con varios jugadores entre los que se cuentan los argentinos Rodrigo De Paul, Lucas Orban y Bruno Zucculini, quienes se agregan a Nicolás Otamendi y Pablo Piatti, que ya estaban en el plantel.

Lim ha efectuado estos fichajes gracias al Quality Sports Investments (QSI), fondo de inversión que controla, dedicado a la compra y venta de jugadores en todo el mundo, y en el que tiene como socios al propio Jorge Mendes y a Peter Kenyon, exejecutivo de Manchester United y Chelsea. También ha conseguido que Bankia refinancie la deuda del club y autorice un impago de capital durante 3 años -según informa el diario español El Confidencial-, para intentar la conquista de la Liga de Campeones de Europa. Lim vende ilusión. Luego, su idea es inyectar dinero pero sin tirar la casa por la ventana, mientras espera que las primeras inversiones goteen réditos. Los hinchas le dan entregado el control total de sus sentimientos, aunque él no opera con el corazón, sino con el bolsillo. Recuerde el punto 5 de sus lecciones.