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La prueba de América Latina

SEVILLA -- El baloncesto latinoamericano tiene mucho que decir en el Mundial FIBA de España. La comunidad hispana cuenta con cuatro representantes a los que se une Estados Unidos, con quien existe una afinidad lógica debido a la gran cantidad de hispanos residentes en el país y amantes de la NBA. Las naciones que representan a Latinoamérica cuentan con al menos un equipo en cada grupo, es por ello que las pasiones están repartidas por todas y cada unas de las sedes del Mundial.

México desplegará sus ilusiones en Gran Canaria; Argentina y Puerto Rico mostrarán sus virtudes en Sevilla; Brasil, exportará la 'caipirinha' en Granada y República Dominicana moverá las caderas en Bilbao. Todo está listo para que vuele el balón, las selecciones que más nos interesan tienen mucho que demostrar y no hay margen de error cuando el orgullo está en juego ante las potencias mundiales del básquetbol.

ARGENTINA

La albiceleste vivió hace un mes uno de los momentos más turbulentos de su historia. La amenaza de no viajar al Mundial por las diferencias de la 'generación dorada' con los directivos de la federación argentina, a quienes se les acusó de 'despilfarro' económico y de retrasarse en los pagos, puso en jaque al básquetbol del país, una de las potencias del mundo. Finalmente, alzar sus voces sirvió para que la situación se haya normalizado y jugadores y cuerpo técnico hayan seguido adelante.

Terceros en el ránking de la FIBA, la selección de argentina llega algo mermada al torneo. Cuenta con las bajas de Manu Ginóbili, Carlos Delfino o Juampi Gutiérrez, y eso es difícil de suplir. Sin embargo, la tormenta entre la federación y el combinado nacional podría darle un plus de moral a un equipo que no es el del oro olímpico en 2004 ni el del bronce de Londres 2012, pero que está capacitado para quedar entre los ocho primeros, lo que consigan a partir de ahí sería un éxito rotundo.

Cuentan con dos jugadores que militan en la NBA como son Pablo Prigioni y Luis Scola. El ala-pívot de Indiana Pacers fue clave para que Argentina lograra el tercer puesto en el campeonato FIBA Américas y sin duda es el baluarte de una selección que aspira a superar el cuarto puesto de Japón 2006 o el quinto de Turquía 2010. La tarea no será fácil mientras se prepara un cambio generacional que apunta menos maneras que el de la 'generación de oro', a pesar de ello, el plantel de Julio Lamas es una de las selecciones destacadas hasta que no se demuestre lo contrario.

PUERTO RICO

Encuadrada en el grupo B junto a Argentina, los boricuas buscan superar el papel que mostraron en los dos mundiales anteriores, cuando no lograron pasar de la primera fase.

La empresa se antoja complicada con selecciones como las de Argentina (a quien fueron capaces de vencer en el FIBA Américas), Grecia o Croacia. Sin embargo en la isla se puede soñar con una cuarta plaza que les lleve a octavos de final, una renta que sería exitosa.

Todavía guardan en el recuerdo aquella cuarta plaza lograda en el Mundial de Argentina de 1990, cuando Estados Unidos sufrió de lo lindo para alcanzar la tercera plaza (107-105), o al menos el sexto lugar de Toronto 1994. Lograr una gesta similar es el sueño del coach, Francisco Olmos, y sus pupilos.

Con Carlos Arroyo y José Juan Barea como sus activos estelares, los boricuas pueden presumir por contar con otras piezas de lo más atractivas. El ala-pívot Renaldo Balkman cuenta con un carácter y desparpajo por pocos superable, no pasó desapercibido durante el FIBA Américas de Caracas y a buen seguro que no lo hará en Sevilla y Madrid en caso de pasar a la ronda final.

Arroyo llega en un gran estado de forma tras su temporada en el Galatasaray turco, Barea sigue siendo el suplente de oro de Minnesota Timberwolves, y el imponente, Daniel Santiago, con su 2.16 metros de altura, también tendrá mucho que decir en un plantel que pretende no solo pasar a octavos de final ante selecciones como Filipinas o Senegal, sino que busca la sorpresa de plantarse tercera y evitar a España en caso de que se cumplan los siempre engañosos pronósticos.

REPÚBLICA DOMINICANA

La última vez que Dominicana participó en un Mundial fue en 1978. Han pasado 36 años desde aquel momento que ha permanecido grabado en el ideario de los caribeños.

Dirigidos por Orlando Antigua, la ilusión de formar parte de la élite del básquetbol permanece intacta desde que lograran clasificar para el Mundial gracias a su cuarto puesto en el FIBA Américas. Argentina impidió que lograran el bronce, a pesar de ello, el buen sabor de boca fue irremediable.

Dominicana tiene un hándicap, y es la ausencia de Al Horford. El ala-pívot de Atlanta Hawks, quien tampoco participó en Caracas, deja coja a una formación que echará de menos su versatilidad tanto en el juego interior como en el exterior.

El contrapunto a Horford lo encuentran en el único jugador de la NBA que defenderá los colores de la selección, Francisco García. El alero de Houston Rockets es una de las armas que más imponen en el conjunto caribeño y a él se le une un Jack Michael Martínez cuya solidez y experiencia resultan fundamentales en el esquema de Antigua.

Dominicana tiene muy difícil pasar a octavos de final, en un grupo en el que se medirán a Estados Unidos, Turquía, Ucrania, Finlandia y Nueva Zelanda, sin embargo, buscarán dar la sorpresa y dignificar un básquetbol que encontró su premio clasificándose para el Mundial. Todo lo que se consiga a partir de ahí será un éxito.


MÉXICO

Si hay una selección a la que se le pueda colocar el cartel de integrante sorpresivo, ése es el conjunto de México. El coach, Sergio Valdeolmillos, logró que por unas semanas el 'Tri' de baloncesto eclipsara al de fútbol. Los unos dejaron perplejos a propios y extraños al quedar campeones del FIBA Américas, los otros inquietaban en una fase de clasificación para el Mundial de fútbol que finalmente se logró.

Entonces Gustavo Ayón salió a la palestra. El veterano jugador dio un tirón de orejas a los medios al criticar claramente el poco espacio que se le suele dar a un deporte que con suerte se le podía llamar secundario en México. Entonces llegó la gesta y la recompensa al trabajo de un grupo ansioso por dar una buena imagen. Lograron el oro en Caracas y fueron capaces de clasificar para un Mundial 40 años después; y como aperitivo al torneo, vencieron el 'Centrobasket'.

Y ahí están, en Gran Canaria, en un grupo complicado pero menos duro que otros vecinos latinoamericanos. A priori, la liga de los mexicanos es superar a Corea del Sur y Angola, dos selecciones relativamente parejas. Hacer lo propio con la Australia de Dante Exum y Aaron Baynes (entre otras figuras), Eslovenia o Lituania, se antoja complicado. Pasar a octavos de final sería un premio; caer contra una Estados Unidos o Turquía en segunda ronda, una derrota digna. Pero nada de eso pasa por la mente de los mexicanos, quienes han demostrado que sin presión se pueden lograr muchas cosas. Les funcionó hace un año y buscarán que vuelva a funcionar.

BRASIL

Su clasificación por la gracia de la FIBA y el mal papel que desempeñaron en Caracas, siembra muchas dudas en el conjunto carioca. Que nadie se engañe, lo sucedido en el FIBA Américas el año pasado fue un desliz y la realidad dice que Brasil cuenta con uno de los conjuntos más competitivos del panorama internacional.

Lo dice la historia, y es que junto a EEUU es la única selección que ha participado en todos los Mundiales que se han disputado desde 1950. Posicionados en la actualidad en el puesto número 10 del ránking FIBA, los cariocas siguen siendo una potencia del baloncesto. Cuentan con uno de los mejores juegos interiores de la competición con Tiago Splitter (San Antonio Spurs), Nene Hilario (Washington Wizards) y Anderson Varejao (Cleveland Cavaliers) a la cabeza.

Cuatro jugadores de la NBA avalarán el juego de Brasil. A los mencionados se les une Leandrinho Barbosa, escolta de Phoenix Suns.

Brasil se encuentra en el grupo de la muerte junto a Francia, España, Serbia, y las cenicientas, Irán y Egipto. Sin duda se trata de una gran oportunidad para dar el do de pecho y demostrar que los de Caracas fue un desliz remediable.