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Senegal, en una nube

SEVILLA -- Pocos hubieran creído que Senegal sería capaz de imponerse a Puerto Rico el domingo, y muchos menos que los africanos hicieran lo propio ante Croacia al día siguiente. El equipo llegó al Mundial de España en la posición número 41, un puesto que les colocaba como la tercera peor selección del torneo por delante de Egipto y Ucrania, y por detrás de Finlandia, Filipinas o Corea del Sur.

No hay ránking que valga cuando la fe se impone a la razón, y eso es precisamente lo que ha sucedido en el seno del plantel dirigido por Cheikh Sarr. Han basado su juego en el físico y en no dar un balón por perdido. La fortaleza de sus jugadores es incuestionable las ganas de agradar incrementaron después de sufrir una derrota ante Grecia en la primera jornada del campeonato.

Gorgui Dieng es el único senegalés que milita en la NBA y en él reside el sentir de un equipo que ya no se siente inferior a nadie y que quiere llevar hasta el final esa nueva capacidad que han desarrollado: sorprender a unos rivales que apenas conocen el juego que desplegan.

"Me siento genial, nos sentimos genial. Siempre que ganamos es así. Es bueno para el equipo y para cada uno en el plano individual", señaló el pívot de Minnesota Timberwolves, tras la victoria 77-75 sobre Croacia. "Es difícil contener la alegría cuando ésta aparece sin avisar, cuando se suelta una bocanada de aire satisfecho que es capaz de contagiar al resto. Ante Puerto Rico pusieron la primera piedra para construir la ilusión de pasar a octavos de final, el lunes, la siguiente.

"Creo que podemos pasar a la siguiente ronda. La razón por la que vine aquí es porque creo que podemos conseguirlo. Ojalá podamos ganar el partido de mañana y jugar como lo hemos hecho hoy".

Dieng se refería al encuentro ante Croacia, a ese juego en el que él mismo se convirtió en la figura gracias a los 27 puntos y ocho rebotes con los que ganó la batalla a su homólogo, Ante Tomic (14 puntos nueve rebotes).

Además de la agresividad de su básquetbol y a una defensa que encuentra en su intensidad una de sus mayores virtudes, Senegal se está apoyando también en el ala-pívot, Faye Mouhammad y el armador Xane D´Almeida.

En el país africano no están acostumbrados a tener éxitos rotundos a nivel internacional, buena prueba de ello es el número de Mundiales en los que les hemos visto en acción (Japón 2006, donde se tuvieron que conformar con el puesto 22; en Grecia 1998, con una digna quinceava plaza o la catorceava de Filipinas 1978.

Ahora podrían conseguir la machada total si son capaces de vencer a una Argentina que acumula dos victorias y a la correosa Filipinas, que aunque no esté teniendo resultados favorables es un hueso duro de roer.