<
>

Piqué pierde etiqueta de intocable

BARCELONA -- Considerado no hace tanto tiempo como uno de los mejores centrales de todo el mundo, el presente tiene a Gerard Piqué en el ojo del huracán y a la cola en las preferencias de su entrenador en el Barcelona. En cuatro jornadas de Liga apenas ha sido titular en un partido y el choque de mañana en Málaga le coloca en el plano, ante la duda de que Luis Enrique le mantenga postergado al banquillo.

Pero más allá de que el asturiano le devuelva o no a la titularidad, el primer mes de competición ha dejado claro que el central catalán ha perdido la consideración de intocable que le acompañó en los últimos años.

La lesión con la que llegó Thomas Vermaelen y el discurso autocrítico del propio Piqué al comenzar el curso invitaron a pensar que recuperaría con prestancia sus galones en el vestuario y en el campo, pero el inicio de temporada le han apartado del escenario de una manera impensable para muchos, que han descubierto la solidez del pulso que mantiene Luis Enrique con todos sus jugadores.

No es esta una situación totalmente nueva para el catalán, quien en la última temporada de Pep Guardiola en el banquillo azulgrana purgó su mal desempeño con no pocas suplencias. En la temporada 2011-12, de hecho, Piqué solamente se alineó en 17 partidos de Liga como titular y, recibiendo algún que otro recado del hoy entrenador del Bayern, fue visto como uno de los jugadores que provocaron el hartazgo de Pep.

Con Tito Vilanova primero y Gerardo Martino después recuperó su status intocable en las alineaciones por mucho que en el último año su rendimiento fuera muy criticado por la afición y llegase, situación inverosímil, a ser puesto en duda desde los medios de comunicación próximos al club, poco dados a ejercer críticas. Pero con la llegada de Luis Enrique a la dirección la figura de Piqué ha quedado tocada de manera indisimulada.

TOCADO

Ausente en la primera jornada frente al Elche por sanción, la expulsión que sufrió en aquel partido Javier Mascherano le favoreció para ser titular en la segunda, en Villarreal, donde cumplió sin estridencias en lo que se aventuró como la recuperación de la normalidad. Pero en la tercera ya sorprendió comprobar que el entrenador recuperaba su pareja inicial (Javier Mascherano-Jeremy Matthieu) y que, después de entrar en un once repleto de rotaciones frente al APOEL, en Valencia Piqué volviera a quedar fuera del once.

"Luis Enrique no hace sus alineaciones el día del partido, sino que las empieza en el primer entrenamiento posterior al partido anterior y a través del trabajo diario va descartando" apuntó a ESPNDeportes.com una fuente próxima al vestuario, confirmando que la exigencia del entrenador es máxima con sus futbolistas y, a partir de ahí, descubriendo que Piqué ha perdido trascendencia ante el técnico.

Luis Enrique no hace sus alineaciones el día del partido, sino que las empieza en el primer entrenamiento posterior al partido anterior y a través del trabajo diario va descartando.

-- Fuente cercana al Barça sobre el manejo del DT

Apático y con cara de circunstancias, su aspecto en el Ciutat de València evidenció la desidia que muchos apuntan en el jugador, quien llegó a calentar en la banda con las botas sin atar y permaneció en el banquillo descalzo y apenas comprometido con lo que ocurría en el terreno de juego.

En los cinco partidos oficiales que ha disputado el Barça hasta el momento solamente Leo Messi ha completado los 450 minutos, pero de todos ellos Piqué ha tomado parte en 225, la mitad. Dos completos y medio tiempo ante el Athletic por la lesión de Mascherano. El primero, ante el Villarreal, además, obligado por las circunstancias.

Esta estadística muestra que contra lo que se apuntó desde el entorno durante la pretemporada, Luis Enrique sí ha metido mano en la plantilla y no le ha temblado el pulso a la hora de apartar del escenario a futbolistas que podían considerarse intocables.

La situación de Xavi Hernández, suplente en los cuatro partidos de Liga y que ha completado 117 minutos oficiales, es todavía más clarificadora aunque su caso ya podía sospecharse hace un mes, tanto por las incorporaciones de Rafinha Alcántara e Iván Rakitic como por la indefinición que hubo en su persona al hablarse del futuro.

Piqué, sin embargo, es un caso que amenaza con enquistarse en el Barça por cuanto se hace difícil imaginar que a estas alturas de su carrera y con el peso mediático que tiene pueda pasarse la temporada siendo un simple secundario.