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Denunciante: 'FIFA me desacreditó'

LONDRES -- Una denunciante en el caso del otorgamiento de sedes de la Copa del Mundo manifestó su temor de que el trato que le dio la FIFA desaliente a otras personas para presentar evidencias, en momentos en que el órgano rector del fútbol lidia con acusaciones de corrupción.

Phaedra Almajid, ex trabajadora del equipo que buscaba la candidatura del Mundial para Catar, se ha quejado ante la FIFA al señalar que se violó su derecho a la confidencialidad de los testigos en la investigación la semana pasada, mediante un reporte sobre cuestiones éticas.

Afirmó que, si bien ese reporte no mencionaba su nombre, proporcionaba datos que facilitaban su identificación.

Almajid, quien reside en Washington, D.C. fue integrante del equipo de medios para buscar la candidatura. Ahora, está indignada por el hecho de que el juez de la FIFA Joachim Eckert haya señalado que ella y otra denunciante, la australiana Bonita Mersiades, carecían de credibilidad.

"Después de lo que nos han hecho a mí y a Bonita, ¿quién más querrá dar un paso al frente para ser denunciante ante la FIFA?", preguntó Almajid el miércoles, en una entrevista telefónica con The Associated Press. "Deseo que lo que me ha ocurrido como denunciante no le suceda a nadie. Jamás le desearía esto a alguien".

En 2011, Almajid denunció que tres integrantes del comité ejecutivo de la FIFA recibieron 1.5 millones de dólares a fin de que votaran por Catar. Se le menciona en una declaración que data de julio de ese año, al señalar que se retractó de sus acusaciones de corrupción.

Almajid afirma que fue obligada a ello por parte de funcionarios cataríes no identificados.

Unos dos meses después de firmar esa retractación, agentes estadounidenses visitaron su casa porque estaban al tanto de que su seguridad estaba en riesgo, afirmó.

"El FBI llegó a mí porque sabía que mi seguridad estaba amenazada y quería protegerme", dijo Almajid, quien no dio detalles de esas amenazas.

"El FBI quería que yo me comunicara con los cataríes, a fin de que ellos admitieran el hecho de que hubo un acuerdo entre ellos y yo", indicó. "Me grabaron cuando hablaba con un funcionario prominente de Catar. Ese funcionario admitió que hubo un acuerdo para (retirar) la declaración y que ellos me proporcionarían una carta en la que decían que no me demandarían".

El agente especial de supervisión Martin Feely, de la oficina del FBI en Nueva York, no respondió a un correo electrónico que solicitaba sus comentarios sobre el asunto.

Catar ha negado actos indebidos para conseguir la sede del Mundial, el primero que se realizaría en Medio Oriente. La votación se llevó a cabo en 2010.

Almajid comentó que sigue preocupada por su seguridad.

"Ser una denunciante ha cambiado mi vida y la de mis hijos. Estaré mirando sobre mi hombro con recelo hasta que termine el 2022", señaló.

Aunque no fue nombrada por Eckert, Almajid era fácilmente identificable en una sección sobre Catar, titulada, "Papel y relevancia de una 'denunciante''', con base en sus declaraciones de 2011.

Eckert, quien evaluó evidencias del fiscal de la FIFA Michael García, concluyó en su reporte de 42 páginas que la denunciante "alteró evidencias" para sustentar las acusaciones, de modo que no contaba "con ninguna información o material".

"Él me desacreditó y violó el acuerdo de confidencialidad que teníamos", señaló. "Esto me ha costado mucho, (pero) estoy dispuesta a seguir peleando para que la verdad se conozca y para que lo que me ocurrió no le pase a nadie más".