LOS ÁNGELES -- ¿Cuántas despedidas caben en una retirada? ¿Cuántas preguntas entran en tantas despedidas?
Mucho de todo esto y más envuelve el aura de Landon Donovan. Su rostro permaneció hierático este viernes durante la rueda de prensa previa a la Copa MLS que se celebrará el domingo, en el StubHub Center, entre Los Angeles Galaxy y New England Revolution.
Sin embargo, sus sensaciones eran otras, porque esta vez sí se trata de su adiós definitivo. Atrás queda la despedida con la selección de Estados Unidos en el juego ante Ecuador de octubre y los dos amagos en sendas series de playoffs frente a Real Salt Lake y Seattle Sounders. Ninguna significó su adiós definitivo; ésta vez, sí lo será.
"Esta semana ha sido diferente a las anteriores", reconoció el jugador estadounidense. "Antes no sabia qué pasaría después, ahora sí. No quiero que se acabe ahora, está siendo muy divertido. Ahora quiero disfrutar lo máximo y eso significa ganar. Quiero hacerlo por mis compañeros y por mí", aseguró.
Escoltado por el recién nombrado Jugador Más valioso de la liga, Robbie Keane, y el coach Bruce Arena, Donovan no escondió el vértigo que significa el ser consciente de estar jugando su último juego como profesional después de erigirse como el máximo goleador (en temporada regular y playoffs) y asistente de la historia de la MLS.
Ante su comentario, "no quiero que se acabe ahora", un ávido reportero incluyó su opinión. "¿Si no quieres que se acabe ahora, por qué no sigues jugando?" Donovan se limitó a negar con la cabeza y una media sonrisa condescendiente que varió el gesto de su cara por primera y única vez en su comparecencia. Poco después insistió con un "lo dudo mucho".
El jugador lo tiene claro, sabe que su fin ha llegado, que sus piernas ya no responden con 32 años de edad de la misma manera en la que lo hacían antes. Se le notó cansado en la segunda parte del encuentro de vuelta ante los Sounders, pero ahora reconoce estar al ciento por ciento tanto física como mentalmente para asumir su último gran reto: colgar las botas tras convertirse en el único jugador en lograr seis Copas MLS en 14 años de carrera en la MLS (acumula dos con San José Earthquakes, 2001 y 2002, y tres con el Galaxy, 2005, 2011 y 2012).
"Personalmente me siento muy bien, cómodo, relajado y emocionado para el juego", declaró. "Muchas veces cuando jugamos sentimos presión, esta vez no. Todos están emocionados y con confianza, estamos listos. Sólo perdimos una vez en casa esta temporada, el primer juego. Cuando jugamos con tanta gente tenemos mucha confianza, esperamos ganar", argumentó.
El jugador del Galaxy logró superar dos récords en su última campaña en la élite del balompié. Con 144 goles, Donovan dejó atrás a Jeff Cunningham en mayo y con 136 asistencias, hizo lo propio con Steve Ralston. Máximo goleador de la MLS en una ocasión (2008 con 25 goles) y de su equipo en seis, a Landon le costará cambiar de rutina de la noche a la mañana. Tendrá que acostumbrarse a vivir sin prácticas, sin sesiones de recuperación, sin jugar partidos. No obstante, aún no ha querido pensar en ese momento que comenzará a partir de este lunes, un día después de que juegue su último partido.
"Cuando me despierte no sé qué pasará. Me mantengo en el presente. Por ahora quiero canalizar mi motivación de la manera correcta. El domingo quiero ganar. Esto es algo que va más allá del resultado. Ahora quiero jugar y ganar el campeonato. Es un partido, jugamos en casa por un campeonato y estamos programados para jugar el próximo partido. Mi mente está ahí ahora", apuntó.