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Antecedentes iluminan camino de Cowboys en la postemporada

MÉXICO -- Durante varias ocasiones a lo largo de la sólida temporada que montaron los Dallas Cowboys, muchos analistas y aficionados reiteraban la noción que "nadie imaginaba" el alcance que tendría el club tras una temporada baja discreta y un arranque de campaña patético.

Al final de la Semana 1, cuando los Cowboys sucumbieron en casa ante los San Francisco 49ers por 28-17, las proyecciones de la peor defensiva en la historia se agudizaban, así como la percepción de un Tony Romo que simplemente no daría el sato pese al talento natural que lo acompaña.

Cuatro meses después, los Cowboys son candidatos legítimos al Super Bowl y pasaron de probabilidades 75 a 1 para ganarlo al inicio del año, a ser el 5° con mayores chances en diciembre, donde están 4-0 detrás de un Romo que lanzó 12 touchdowns contra una intercepción en esa período.

No obstante, el mejor jugador ofensivo de los Cowboys durante toda la campaña se llamó DeMarco Murray, un contribuyente constante que dio mucho descanso a la defensiva y liberó presión a Romo con sus 1,845 yardas terrestres a lo largo de la temporada regular. La hazaña del corredor estableció marca de franquicia 19 años después que Emmitt Smith corrió 1,773, año del último campeonato de los Cowboys.

En esa temporada, al igual que Murray, Emmitt fijó la marca y fue campeón corredor de la NFL.

Las tendencias son divertidas en esta liga y, aunque parezca que en verdad pesan, nada está garantizado ni se puede dejar a la suerte. Existen varios ejemplos: hasta el año pasado, todos los campeones del Super Bowl habían enfrentado a los Eagles en el duelo inaugural con Philadelphia como local desde el 2009. Los Chargers cortaron esa racha positiva.

En temporada regular también sucedió. Se me ocurren los Bills, que nunca habían ganado en Soldier Field y vencieron a los Bears en la Semana 2. También ganaron en Gillette Stadium por primera ocasión en 12 partidos. En fin, las variables son numerosas, pero en el caso específico de los Cowboys, también alentadoras.

Dallas terminó invicto fuera de casa en la temporada y se convirtió en apenas el 8° equipo en lograrlo en la historia de la NFL. Seis de los siete equipos previos han llegado al Super Bowl en la misma temporada que logran dicha hazaña desde 1970: los Patriots del 2007, los Rams del 2001, los 49ers de 1989, los Redskins de 1982 y los Dolphins en 1972.

Sólo los 49ers de 1990 no llegaron a disputar el campeonato, toda vez que los Giants de Bill Parcells los eliminaron en la Final de la Conferencia Nacional.

Si bien los Cowboys están lejos de considerarse The Greatest Show on Turf, un fracaso en las primeras dos vueltas de playoffs los convertiría en el primer club que culmina invicto de gira y no alcanza al menos la Final de Conferencia.

Reitero, sin garantías de éxito, los Cowboys sí llegan nuevamente con un corredor que estableció récord de franquicia y se unen al exclusivo grupo de franquicias imbatibles fuera de casa con miras a Arizona... donde ganaron el último Super Bowl en sus vitrinas.

En aquella campaña, Dallas también llegó a postemporada como campeón divisional y marca de 12-4 y al igual que este año perdieron contra los 49ers, los Redskins y los Eagles, con diferencia actual que los Redskins no barrieron en el 2014. En la Semana 5 de 1995, Troy Aikman se lesionó contra los Redskins y los Cowboys perdieron. En la Semana 8 del 2014, Romo se lastimó ante lo Redskins y los Cowboys vieron interrumpida su racha de seis triunfos.

Las similitudes no obedecen necesariamente a una regla, pero es válido decir que Murray es lo más parecido que han tenido los Boys a Emmitt en todo este tiempo, lo mismo Romo en relación a Aikman (los récord ya son del primero) y es factible argumentar que Dez Bryant es el mejor receptor que ha visto Dallas desde Michael Irvin. Jason Witten es una leyenda viviente, superior a Jay Novacek. Si bien no hay un liniero como Larry Allen, existe el consenso que los Cowboys ya disfrutan de la mejor línea ofensiva que ha visto Romo frente a él, y Zack Martin será una súper estrella.

Y, ¿quién era el suplente de Aikman en ese campeonato? Jason Garrett, actual entrenador en jefe de la Estrella Solitaria.

Donde no se puede debatir es en la categoría defensiva, pues de todos los esquineros no hay uno solo que dé vistazos siquiera que nos remonten a Larry Brown o Deion Sanders, y sin DeMarcus Ware ya no hay figuras similares a Charles Haley.

Sin afán de rayar en la sobreindagación, sólo quedan ahí, a su consideración, las claves que llevaron a Dallas a su ya lejano último campeonato y que han servido de trampolín para otros clubes legendarios. Por lo pronto, este equipo parece replicar con fortuna, talento y triunfos, las bases los llevaron a lo más alto de la NFL hace casi 20 años.