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Historial de fracasos resta valor a los corredores en el draft de la NFL

MÉXICO -- Uno de los temas que se han diluido entre la vorágine que representa un sorteo colegial para los equipos de la NFL, es la dramática caída que han sufrido los corredores en la apreciación y valoración durante el draft.

El año pasado, Bishop Sankey fue el primer corredor en salir reclutado tras 53 elementos seleccionados previamente. Nunca las gerencias de la NFL se habían tardado tanto en tomar una de las posiciones ofensivas más cruciales en la historia de la liga en ese evento. Un año antes, Giovani Bernard cayó a la segunda ronda tras 36 jugadores. Ambas ediciones del sorteo marcaron la primera vez que no hubo corredores en la vuelta inaugural.

Y las razones no son tan difíciles de hallar.

El último corredor tomado en la primera ronda que lideró la NFL en yardas terrestres fue Adrian Peterson, quien ingresó al nivel profesional en el draft del 2007 vía Minnesota Vikings. En el 2012, Peterson no sólo fue campeón corredor, sino que se quedó a menos de 10 yardas del récord de mejor producción en una temporada impuesto por Eric Dickerson.

En la actualidad, Peterson está persiguiendo la reinstalación a la liga tras ser acusado con cargos de abuso infantil. Las tres causas --draft, liderato y juicio-- podrían parecer ajenas, pero al momento de trazar estrategias en una pizarra de potenciales reclutas, todo entra en juego. No confundamos, no digo que tomar a un corredor en la primera ronda lo ate a un futuro gris, pero con millones de dólares y puestos directivos en juego, el margen de atrevimiento se reduce.

El otro corredor que salió en primera ronda junto a Peterson fue Marshawn Lynch, probablemente el mejor en su posición de toda la NFL que, no obstante, halló éxito hasta su segundo hogar de la liga: los Seattle Seahawks. El jugador conocido como Beast Mode fue reclutado por los Buffalo Bills, quienes se dieron por vencidos en torno a él y lo canjearon a Seattle en octubre del 2010 a cambio de selecciones de draft. El hecho que Lynch sea campeón en los Seahawks y finalista en la última temporada, es más un indicativo del mal manejo que tuvo en Buffalo que una carencia de talento o fiasco del corredor, pero la realidad es que Lynch se trata de otro recluta de primera vuelta que no duró más de tres temporadas en su club original.

Posterior al dominio de Peterson surgieron LeSean McCoy y DeMarco Murray como campeones corredores en el 2013 y 2014, respectivamente. "Shady" llegó a los Philadelphia Eagles en segunda ronda mientras Murray aterrizó en los Dallas Cowboys desde la tercera. Actualmente, los Cowboys están debatiendo la posibilidad de no renovar contrato al mejor corredor que han tenido desde Emmitt Smith, al menos en yardas producidas. En el 2011, Murray fijó marca de franquicia por más yardas terrestres en un juego --253 yardas vs. St. Louis Rams-- y, en su primera campaña completa con Dallas, estableció récord de la NFL al arrancar el 2014 con siete juegos al hilo de más de 100 yardas.

Muchos se preguntan dónde está la duda de los Cowboys si Murray fue una de las principales razones para que el mariscal de campo Tony Romo montara una de sus mejores actuaciones globales y Dallas ganara nuevamente en playoffs. Bueno, las razones tampoco son tan difíciles de hallar.

En caso que la franquicia comandada por Jerry Jones no decida recontratar a Murray, las posibilidades de hallar éxito mediante un recluta de rondas bajas que se sume a un esquema de ataque terrestre por comité no son descabelladas.

Y si la intención es descubrir un corcel de batalla que se robe la liga de forma electrizante, ni siquiera hay garantías que deba ser un jugador reclutado en el draft.

Los ejemplos más frescos son contundentes.

Denver reclutó a Knowshon Moreno en la primera ronda del 2009 y vio su mejor producción el mismo año que Peyton Manning lideró la ofensiva más prolífica en la historia de la NFL, cuatro años después que Moreno entró a la liga. Antes de la temporada en que Denver llegó al Super Bowl XLIVIII, Moreno sólo había cumplido una campaña de 16 partidos y, aunque su desempeño del 2013 lo llevó al Top 5 de anotaciones terrestres, Denver lo dejó emigrar en la agencia libre a los Miami Dolphins.

La intención de los Broncos era apuntalar a Montee Ball, selección de segunda ronda del 2013, en la ofensiva por tierra. Ball tuvo un año para el olvido en la temporada más reciente y los Broncos disfrutaron uno de los destapes más inesperados en la liga, cuando el novato no reclutado del 2013, C.J. Anderson, hiló dos partidos superiores a las 160 yardas terrestres y acumuló ocho touchdowns en los últimas seis semanas del calendario regular. Anderson llegó al Pro Bowl, Ball terminó en la lista de reservas lesionados y los perseguidores más cercanos de Anderson en producción terrestre para Denver fueron Ronnie Hillman --tercera ronda del 2012-- y Juwan Thompson --novato no reclutado.

Bajo el mismo manto de la subvaloración, Justin Forsett --ex recluta de séptima ronda-- alcanzó su mejor temporada profesional hasta su 7° año, cuando los Baltimore Ravens lo pusieron detrás de un sistema de bloqueo por zona. Forsett pasó de un historial en que nunca superó las 700 yardas al cabo de 16 partidos, a ser cortado por los Jacksonville Jaguars, hasta ocupar el 5° lugar de la NFL en producción terrestre durante el 2014. Ni sumando las dos mejores campañas que tuvo Forsett antes de llegar a Baltimore alcanza las 1,266 yardas que redondeó en el camino de los Ravens a la postemporada.

Y ahora, pese a todo, su futuro en la franquicia no está garantizado.

La realidad para muchos equipos es que ya no hace falta invertir tan alto en el draft si el día de mañana podemos toparnos con el próximo C.J. Anderson. Los últimos clubes que apostaron por un corredor en la primera ronda del sorteo fueron los Cleveland Browns con Trent Richardson, los Tampa Bay Buccaneers con Doug Martin y los New York Giants con David Wilson:

-Richardson fue canjeado al cabo de una temporada y dos semanas a los Indianapolis Colts, donde ha sufrido gravemente para establecer su juego y ahora, tras aumentar de peso en el 2014 y cumplir una suspensión en playoffs --con un juego más por pagar-- su destino es opaco en la NFL.

-Martin resultó una revelación como novato y rebasó las 1,400 yardas en su primer año. Durante el 2014, Martin promedió 3.7 yardas por acarreo y nunca halló ritmo. La nueva gerencia de los Bucs parece más concentrada en desarrollar al novato --de tercera ronda-- Charles Sims y las actuaciones de Bobby Rainey y Mike James tienen en duda la permanencia de Martin en la plantilla. Un canje no suena aventurado.

-Wilson está retirado por una lesión en el cuello.

De los últimos corredores de primera ronda desde el 2008, solamente Mark Ingram en los New Orleans Saints está fijo como titular, e incluso él necesitó que Pierre Thomas y Khiry Robinson se lesionaran en la campaña para asumir la parte más significativa del ataque terrestre.

Aquí el resumen del resto:

Draft del 2008. Chris Johnson pasó a los Jets tras correr para más de mil yardas en cada una de sus temporadas con los Titans, ahora lucha por destacar en un comité. Rashard Mendenhall está retirado. Felix Jones no tuvo actividad en el 2014. Jonathan Stewart cerró el año fuerte con los Panthers, beneficiado en la ausencia de DeAngelo Williams --ex recluta de primera ronda-- y la crisis de corredores que sufrió Carolina. Darren McFadden es testigo pasivo de cómo se extingue la llama de su esperanza en Oakland.

Draft del 2009. Chris "Beanie" Wells no ha visto actividad desde que los Cardinals lo cortaron antes de la temporada del 2013. Donald Brown pasó cinco temporadas con los Colts, ninguna superior a las 700 yardas, antes de pasar a los Chargers en el 2014. Moreno terminó la última campaña en la lista de reservas lesionados.

Draft del 2010. Jahvid Best no llegó a la temporada del 2013 toda vez que los Detroit Lions lo cortaron por problemas de salud y múltiples conmociones. Justo cuando Ryan Mathews dio la impresión de entregar dividendos de ex primera ronda en los Chargers, una lesión lo marginó durante gran parte de la temporada 2014, mientras C.J. Spiller sigue dividiendo acarreos con el veterano Fred Jackson en Buffalo.

Draft del 2011. Ingram fue el único corredor de primera ronda en esa edición del draft y le tomó cuatro campañas asumir un rol determinante en el ataque de los Saints. La temporada del 2014 fue su primera superior a las 900 yardas.

El historial es muy vasto como para ignorarse. Y aunque veremos una generación de corredores destacada en el draft del 2015, no hay garantías para los prospectos Todd Gurley y Melvin Gordon de salir tan altos como lo desean, ni como les prometieron sus brillantes carreras en la NCAA. Si, en efecto, Gordon o Gurley salen en la primera vuelta, la decisión corresponderá a las cualidades que ofrece un jugador de primera línea, algo entendible en todas las posiciones.

Otra vez, no digo que no los recluten alto, sólo entendamos que las posibilidades de obtener un corredor exitoso en la liga ya dejaron de recaer en su valoración como potencial recluta, menos aún en la ronda que sea tomado.