<
>

Los pasadores de la Big Ten reavivan el debate sobre sistemas ofensivos

Connor Cook lleva un tiempo trabajando con el gurú de mariscales de campo, George Whitfield. USA TODAY Sports

BRISTOL -- El chico desgarbado con grandes sueños no podía contener su curiosidad en marzo. Siempre que se encontraba caminando al lado de Jameis Winston, hurgaba rápidamente en su cerebro para lanzar preguntas al ex estelar de Florida State en rápida sucesión. Se sentó al lado de Winston una tarde para charlar acerca de cómo las defensivas atacaban al mariscal de campo All-American un año después de adjudicarse el Heisman. Se sentó para almorzar con Winston en una ocasión para aprender cómo los que toman las decisiones en la NFL evalúan a los prospectos durante el Combinado. Sobre todo, deseaba saber acerca de las sorpresas, en específico aquellas que llegan estando bajo el microscopio como potencial recluta de primera ronda.

No era que Connor Cook de Michigan State quedara deslumbrado durante esas sesiones de entrenamiento en San Diego con el gurú de pasadores George Whitfield. Después de todo, Cook fue le Jugador Ofensivo Más Valioso en el Rose Bowl 2014 y fue elegido al segundo equipo All-Big Ten como junior la temporada pasada. Simplemente es que sabía cuán afortunado era por poder aprender del inminente primer recluta global del draft de la NFL.

"Connor no tenía miedo de hacer preguntas", dijo Whitfield. "Era como si intentara computar toda esa información en su mente para poder estar preparado para cuando llegara su momento".

El tiempo de Cook llegará en unos 11 meses, cuando se acerque el sorteo del 2016. También podría estar compartiendo los reflectores con otros dos mariscales de campo que están dando de qué hablar como potenciales reclutas de primera vuelta para el año que viene: Christian Hackenberg de Penn State y Cardale Jones de Ohio State. Es más sencillo enfocarse en Cook por el momento porque, a diferencia de los otros dos mariscales de campo, está por iniciar su temporada de senior. Pero si Hackenberg y Jones efectivamente hacen lo suficiente en sus años de junior --y deciden declararse elegibles para el draft-- podrían tener salivando a los visores de la NFL durante la siguiente primavera.

La maduración de Cook, aunado a el surgimiento tanto de Hackenberg como de Jones, no solamente significarán que la Big Ten podría tener a un pasador seleccionado en primera ronda del draft por primera ocasión desde que Kerry Collins de Penn State fuera elegido N° 5 global por los Carolina Panthers en el 1995. También puede ser un instante revelador para el juego mismo, un momento en el que podría revelarse exactamente cuánto aprecian todavía los equipos de la NFL a los pasadores con aptitudes para las ofensivas de estilo profesional. En años recientes, la ofensiva "Spread" ha dominado al juego universitario y ha dificultado aún más la ya complicada tarea de evaluar a los mariscales de campo. Los obstáculos a nivel profesional de jugadores colegiales exitosos dentro del sistema "Spread" como Johnny Manziel de los Cleveland Browns, Geno Smith de los New York Jets, Robert Griffin III de los Washington Redskins y Colin Kaepernick de los San Francisco 49ers han hecho que los que toman decisiones en la NFL codicien a mariscales de campo con talentos más tradicionales.

Incluso en una liga en la que más ofensivas presentan alineaciones de receptores múltiples y formación escopeta --ambas características de la "Spread"--, continúa la creencia de que el estilo profesional es lo deseable a la hora de reclutar a mariscales de campo.

Como dijo uno de los entrenadores de mariscales de campo de la AFC, "Si preguntas a la mayoría de la gente en esta liga, estando en igualdad de circunstancias, tomarían a un chico de sistema profesional sobre un pasador 'Spread'. Cuando miras la liga, no hay muchos mariscales de campo móviles que hayan ganado. Se puede decir que Russell Wilson [de los Seattle Seahawks] lo hizo pero, ¿cuánto le pidieron realmente hacer? Los mejores mariscales de campo en esta liga realizan jugadas desde el bolsillo".

Cuando se le preguntó acerca de evaluar a los pasadores, el entrenador en jefe de los Arizona Cardinals, Bruce Arians, lamentó sus carencias.

"Tantas veces, estás evaluando a un pasador que nunca ha ordenado una jugada en la reunión, ni usado voces para pedir el centro del balón", declaró. "Sostienen una cartulina desde las laterales, [el pasado] golpea con el pie y lanza el ovoide. Eso no es jugar como mariscal de campo. No hay liderazgo involucrado allí. Podría existir liderazgo en la banca, pero cuando los tomas, y tienen que emplear el lenguaje, y tienen que hablar ese lenguaje y cambiar la cadencia de las voces, están rezagados años luz".

El mayor atractivo respecto a Cook es que ha estado inmerso en conceptos de estilo profesional desde el día en que ingresó a la universidad. Whitfield ha estado trabajando con Cook desde que fuera un redshirt freshman, tercero en el orden de plantilla de Michigan State. Entonces, Whitfield recuerda Cook como un largo adolescente de 6 pies con 4 pulgadas intentando aprender cómo controlar su cuerpo. Hoy, Whitfield ve a un líder de 220 libras de peso que "posee gran madurez física, una mecánica de lanzar que es menos escopeta y más rifle automático, y cuya confianza se ha ido al suelo". A lo largo de las últimas dos campañas, Cook ha lanzado 46 touchdowns contra 14 intercepciones para un equipo que registra marca de 23-3 cuando él inicia.

Hacknberg, de 6 pies con 4 pulgadas y 236 libras tiró para 2,995 yardas y 20 touchdowns como freshman genuino en el 2013. Hackenberg tiró apenas 12 pases de touchdown contra 15 intercepciones la temporada pasada --un declive que tuvo mucho que ver con una mala línea ofensiva y un nuevo libro de jugadas-- pero las expectativas se han ido al cielo nuevamente para él. El entrenador en jefe de UMass, Mark Whipple, un ex entrenador de mariscales de campo de los Pittsburgh Steelers, comparó a Hackenberg con Ben Roethlisberger el año pasado, y dijo a reporteros que Hackenberg hubiera sido el primer jugador elegido en el draft del 2014 de haber sido elegible tras su año de freshman. Según un cazador de talentos de la AFC: "He visto a los tres chicos, y Hack es el mejor talento".

Si Hackenberg es el más talentoso, entonces Jones es sobradamente el más intrigante. Pocas personas fuera de Ohio conocían su nombre hasta que los Buckeyes perdieron la mariscal de campo titular Braxton Miller y a su reemplazo J.T. Barrett por lesiones la temporada pasada. Todo lo que hizo Jones fue guiar a Ohio State a victorias en el Juego por el campeonato de la Big Ten, la semifinal nacional, y el Juego por el Campeonato Nacional. Con 6 pies y 5 pulgadas, y 250 libras, Jones mostró tanta personalidad, presencia de bolsillo y potencia en el brazo que dijo Whitfield, "Un coordinador ofensivo de la NFL me dijo que hubiera sido un recluta de segunda ronda con base en esas actuaciones".

Según un gerente general de la AFC: "Es crudo y no es un pasador pulido para rutas intermedias, pero puede colocar el ovoide entre los esquineros y profundos. Los equipos en esta liga tomarán nota de ello y se arriesgarán con él si continúa creciendo. La gente dice que no tiene experiencia suficiente. Yo digo que jugó bien en las semifinales y la final nacional. Eso es más experiencia de juego grande de lo que reciben muchos en todas sus carreras".

No hace mucho, la idea de que tres pasadores de la Big Ten pudieran potencialmente ser tan atractivos para los clubes de la NFL hubiera sido impensable, dado que la conferencia supuestamente se estaba rezagando con respecto al resto del fútbol americano colegial cuando se trata de la ofensiva. Entre más proliferó la "Spread" en la Big 12 y Pac-12, más pesada lucía la Big Ten con sus mariscales de campo administradores de juego. Pese al hecho de que tres de los mejores mariscales de campo de la NFL provienen de esa conferencia --Wilson de Seattle (Wisconsin), Tom Brady de los New England Patriots (Michigan) y Drew Brees de los New Orleans Saints (Purdue)-- el sentimiento prevalente era que la mayoría de los mejores pasadores estaban creciendo en la "Spread". Lo que se ha hecho más evidente en años recientes es que la Big Ten podría ser suficientemente retro como para volver a ponerse de moda.

Pasadores que han sido expuestos a conceptos de juego aéreo profesional (como Cook y Hackenberg) o que han mostrado el potencial para brillar en tales sistemas (Jones) todavía tienen la ventaja a la hora de las apariencias. Whitfield dijo que eso es tan obvio que ve "un pánico" en los mariscales de campo de la "Spread" que se enlistan bajo su tutela previo al draft.

"Lo primero que me dicen cuando los recibo es, 'Vamos a trabajar en los retrocesos [para lanzar]'", dijo Whitfield de jugadores que carecen de experiencia en el componente más básico que conforma ser un pasador de NFL: recibir el ovoide del centro. "Definitivamente es algo que está en sus mentes".

No hay que mirar mucho más lejos que los dos primeros reclutas del Draft 2015 para comprender cómo piensan los evaluadores. "Se puede ver el favorecimiento hacia los pasadores de estilo profesional realmente nunca se ha acabado en la NFL", dijo el ex entrenador de pasadores de la NFL, Terry Shea, quien entrenó a Griffin y Matthew Stafford de los Detroit Lions previo a sus respectivos sorteos. "Jameis Winston fácilmente pudo haber sido un pasador de la Big Ten porque no es un tipo de 'Spread-option'. Y si hubieras tenido esa discusión el año pasado acerca de del mejor pasador en el draft, Marcus Mariota era el principal candidato. Pero pese a todos los problemas fuera del campo de Winston, eventualmente dejó a Mariota en el polvo durante el proceso de evaluación. Eso es lo que la exposición del estilo profesional puede hacer por un pasador".

El gerente general de los Seahawks, John Schneider, dice que el gran problema con la "Spread" es que es complicado cuantificar cuán bien puede un mariscal de campo procesar jugadas mentalmente. "¿Puede absorber la información? ¿Puede expresarla a sus compañeros? ¿Puede leer a una defensiva? Esas son cosas bastante intensas", subrayó Schneider. "Es como aprender un lenguaje nuevo... es difícil evaluar a esos jugadores a nivel colegial cuando están en un partido y ellos están mirando cartulinas con colores y tortugas y esas cosas. No tienes idea de lo que están haciendo, a diferencia de ver a un chico que se alinea debajo del centro, lee a la defensiva, y hace cambios a la jugada".

Mariscales de campo de estilo profesional también son más atractivos a los equipos de la NFL porque tienen el potencial de hacer lo que todo club desea: deshacerse del ovoide rápidamente y con precisión. Los mejores pasadores de la liga no solamente poseen desprendimientos veloces. También entienden cómo anticipar dónde podría aparecer una ventana para lanzar en lugar de esperar a que se desarrolle una. Jugadores de ofensivas "Spread" que no han sido expuestos a tales conceptos a menudo descubren que se trata de la transición más difícil para el siguiente nivel.

Según explica Shea: "Lo importante aquí es la velocidad del juego. Se trata de un mariscal de campo siendo capaz de ver y jalar del gatillo con anticipación. En la NFL no tienes tiempo, así que debes colocar el ovoide en espacios apretados. Pero en el juego colegial, los mariscales de campo se acostumbran a esperar a que el receptor abierto se descubra porque el campo está tan abierto. Acostumbrarse a ese medio segundo de espera para lanzar es donde empiezan los problemas en la NFL".

De los tres prospectos principales mencionados aquí, Jones es el único jugador que ha pasado toda su carrera colegial en una ofensiva "Spread". Aunque corrió mucho menos que Miller o Barrett, ciertamente se benefició de una gran planeación de juego y una ofensiva instalada para ajustarse a sus aptitudes. Hackenberg, por el otro lado, pasó su primer año en Penn State jugando para Bill O'Brien, quien sirvió como entrenador de mariscales de campo de Brady y coordinador ofensivo por tres años en New England, y ahora trabaja como entrenador en jefe de los Houston Texans. Aunque ahora juega dentro de un sistema "Spread" bajo la dirección del nuevo entrenador en jefe de los Nittany Lions, James Franklin, Hackenberg se ha beneficiado de una gran exposición a conceptos profesionales.

Cook viene de un programa de Michigan State que calladamente ha hecho un gran trabajo a la hora de preparar a sus titulares para el siguiente nivel. Tres ex pasadores de los Spartans --Drew Stanton de Arizona, Kirk Cousins de Washington y Brian Hoyer de Houston-- están actualmente en la NFL y tienen partidos iniciados en sus currículos. Cook es fácilmente es más talentoso de ese grupo, pero se ha hecho de la misma perspectiva respecto a la posición como sus predecesores. En otras palabras, él sabe que jugar como mariscal de campo en la liga no solamente se trata de lo talentoso que seas. Se trata de qué tan bien puedes jugar dentro de ti.

"[Michigan State] podría no empujar el balón campo abajo con la misma frecuencia de otros programas, pero el entendimiento respecto a la posición está allí", dijo Whitfield. "Connor no está simplemente alineándose y jugando al fútbol americano. Debe descifrar si están en la protección correcta. Debe preguntarse qué sucedería si la defensiva carga en una cierta situación. Debe saber a qué jugada cambiar si se modifica la cobertura. Los pasadores que egresan de ese programa cuentan con la mecánica funcional que desean los equipos. Hacen lo que hacen los pasadores a nivel NFL".

El siguiente gran obstáculo que encararán los prospectos principales en la posición de mariscal de campo involucra el escrutinio que descenderá sobre ellos a lo largo de los siguientes ocho meses. Jones ya ha debido tomar una decisión sobre si se quedaría en Ohio State por otro año, y también está peleando por el puesto titular del equipo. Dado el modo en que finalizó la temporada pasada, las probabilidades parecen estar en su favor: "Si tuviera que adivinar, yo elegiría a Cardale simplemente porque su momento va hacia arriba en este instante", dijo el ex receptor abierto de Ohio State, Devin Smith, reclutado por los Jets en la segunda ronda del sorteo de la semana pasada. Jones tendría que tomar decisiones muy complicadas nuevamente si empieza a deslizarse en el orden de la plantilla. El puesto titular, por cierto, no se decidirá hasta el final del verano.

Hackenberg debe producir mejores números de los que entregó en su campaña de sophomore, mientras que Cook requiere mantener la consistencia que se ha convertido en una de sus mejores virtudes. No se espera que estos tres jugadores inviten a la controversia fuera del campo del mismo modo en que hicieron Winston y Manziel en sus últimas campañas colegiales, pero vivir bajo el microscopio retará sus mentes.

"Cuando evalúas a mariscales de campo, no puedes simplemente verlo como que uno es mejor que otro", dijo el entrenador de pasadores de la AFC. "Debes incluir el factor de las personalidades. Te debes preguntar si un chico tiene gran coeficiente intelectual de fútbol americano. ¿Es el primero en tirar el puñetazo en una pelea? ¿Es fuerte mentalmente hablando? Una vez que dejas atrás la potencia en el brazo y el tamaño y todos lo que se puede medir, es cuando realmente comienza la conversación con estos chicos".

El draft del 2016 podría estar todavía lejano, pero este trío ya está volviendo a encender la conversación respecto a los prospectos de estilo profesional contra aquellos que brillan en la "Spread". Definitivamente tendrán competencia de otras partes del país una vez que se acerque el próximo sorteo --Cody Kessler de USC, Jared Goff de Cal y Carson Wentz de North Dakota State también aparecen en los radares de los cazatalentos de la NFL-- pero hay pocas dudas de que se tratan de los favoritos en la primera parte del proceso. Así que mientras Cook se prepara para su cuarto verano de trabajo con Whitfield en San Diego, se debe preparar para lo que viene con su status en ascenso. Cuando la sesión de este año arranque, estará recibiendo muchas más preguntas de las que hará.