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Antonio Gates ha dado mucho a la NFL y, por fortuna, aún no termina

Antonio Gates, un auténtico basquetbolista que emplea sus cualidades para quemar defensivos. Getty Images

La redacción de ESPN.com.mx eligió a los jugadores más representativos para cada número de jersey, desde el 99 hasta el 1, para dar a conocer sus semblanzas a modo de conteo regresivo hasta el arranque de la temporada regular del 2015. Aquí puedes consultar la lista completa.

MÉXICO -- El valor de un jugador de fútbol americano se mide con dependencia en su posición y rol dentro del campo. Usualmente, la consistencia es un requisito primario en términos del éxito profesional, más allá de los puntos o robos que logren efectuar. También existe un carácter extracampo que se refiere a las aportaciones mentales, de liderazgo y ejemplares dentro de un vestidor o una comunidad. Bueno, Antonio Gates tiene todo eso, y 11 temporadas después de su llegada a la NFL, sigue haciendo puntos, regalando talento y aleccionando jóvenes por todos los Estados Unidos.

Nuestro N° 85 del conteo regresivo para el kickoff de la NFL es un caso peculiar que comenzó a ampliar el debate sobre los atletas multidisciplinarios y los fundamentos que un deporte como el básquetbol pueden trascender a un emparrillado. Es un líder, un pilar de los San Diego Chargers y de la comunidad, un héroe local en Michigan, un promotor de jóvenes boxeadores de Detroit --nieto del boxeador profesional Henry Hank-- y probablemente el mejor ala cerrada de los últimos 20 años que no se llama Tony Gonzalez.

Gates es el 4° ala cerrada en la historia de la NFL que supera las 700 recepciones de por vida y las 9 mil yardas aéreas. De acuerdo con cifras del sitio oficial de los Chargers, sólo le tomó 158 partidos alcanzar dicha producción de yardas, convirtiéndose en el jugador que más rápido las rebasa. Y, aunque es en pareja con el mariscal de campo Philip Rivers, Gates sí lidera la categoría de más touchdowns entre un pasador y su ala cerrada, con 72.

Números y números: puntos, atrapadas, incontables récords de franquicia que pocos imaginaban cuando llegó por primera vez a la NFL. Al firmar con los Chargers en el 2003, Gates no tenía una sola alineación de fútbol americano en su haber colegial de Michigan State, escuela a la que arribó pensando que podía perseguir los dos deportes que más adoraba, el básquetbol y el que ahora domina. (Gonzalez es un ejemplo de esa doble práctica, así como Jimmy Graham). Gates se transfirió cuando no se lo permitieron e incluso pasó por tres universidades haciendo canastas, antes de echar raíces en Kent State, donde vio su jersey retirado en el 2010.

A pesar de sus proezas colegiales, los visores de la NBA nunca le abrieron la puerta bajo estereotipos de juego versátil pero no lo suficientemente sólido en una posición específica. Gates se vio motivado a entrenar frente a los cazatalentos de la NFL y, en su primera muestra, los Chargers decidieron que merecía un contrato como agente libre no reclutado, mismo que no había jugado fútbol americano desde su último año de preparatoria.

El movimiento sacudió la historia de la NFL y abrió los brazos a una carrera de ocho nominaciones al Pro Bowl, tres veces primer equipo All-Pro y un nombramiento al mejor equipo de la última década por parte de la NFL.

Aunque no ha tenido una temporada de 16 partidos de actividad desde el 2009 y no tuvo más de siete touchdowns en una campaña entre el 2010 y el 2013, Gates resurgió como uno de los cerrados más productivos la temporada pasada y alcanzó 12 anotaciones aéreas, segunda cifra más alta en su carrera. Dicha producción tiene a Gates como el jugador activo con más touchdowns aéreos en la historia y está a 12 de alcanzar a Tony Gonzalez.

Magnífico jugador, un profesional de pies a cabeza con énfasis especial en sus manos, las cuales han atrapado 99 touchdowns y, con suerte, seremos testigos del N° 100 y lo que venga después de ello, como la inminente bienvenida al Salón de la Fama cinco años después de su retiro.