TORONTO -- La ciudad de Toronto es el alumno que se inscribe en una carrera universitaria, con la clara idea de que los estudios no terminarán ahí, sino de que quiere graduarse del doctorado. En términos deportivos, organiza los Juegos Panamericanos con la firme intención de convertirse, en 2028, en sede olímpica.
La historia comenzó hace algunos años. Toronto ha fracasado dos veces en su intento por albergar el máximo evento deportivo del verano. La primera vez, perdió contra Atlanta en 1996 y, la segunda, quedó detrás de Beijing 2008. Y ese es el origen de la obsesión que la hace querer graduarse con honores en sus Panamericanos.
Así lo dice Saad Rafi, el presidente del Comité Organizador de estos juegos: “No tengo ninguna duda de que seremos juzgados con estándares olímpicos”. La ciudad gastó cerca de 2 mil 500 millones de dólares canadienses (2 mil millones americanos) para tener instalaciones de primer mundo y una logística que se acerca a los requerimientos del Comité Olímpico Internacional, según lo evaluó el alemán Tomas Bach, presidente de esa institución, quien aceptó que “Toronto puede ser una buena sede para 2028… y los Panamericanos pueden darle un empujón para lograrlo”.
El anhelo olímpico también fue evidente en la inauguración: más de 300 millones de dólares y una puesta en escena con más de 700 integrantes del Cirque du Soleil, un orgullo canadiense para el mundo.
Más allá de las cuentas exorbitantes y las pulcras instalaciones, la ciudad presume sus argumentos para ser una posible capital olímpica. Las calles exhiben una limpieza de primer mundo, tiene índices de delincuencia que se acercan a la taza cero, niveles de vida que provocan envidia al resto del planeta y una población que regala sonrisas a cualquier visitante despistado que se pierda por sus calles.
Además, un Centro Acuático de 200 millones de dólares, que está considerado entre los mejores del continente. Ese es el diamante de la corona, pero lo complementan 10 instalaciones deportivas nuevas y 15 más que pasaron por una profunda remodelación.
La promesa comienza para una gran capital cosmopolita, a pesar de que Canadá no ha experimentado buenas experiencias con los Olímpicos: Los Juegos de Montreal 76 dejaron una deuda que se pagó casi 40 años después y que no reportó ninguna medalla de oro y los de Calgary 88 fueron una experiencia similar, sin resultados deportivos en el podio.
El escepticismo quedó atrás con el éxito de los invernales de Vancouver 2010 y eso ha motivado a Canadá a traer otros Juegos Olímpicos a casa. El alumno quiere graduarse con honores de estos Panamericanos. Sabe que los olímpicos son una asignatura a superar, pero quiere enfrentar el reto. La fecha: 2028.