<
>

Devin Hester reinventó la devolución de patadas y escribió su leyenda

La imagen de Hester encarando una devolución de patada se convirtió en pesadilla de rivales. AP Photo

La redacción de ESPN.com.mx eligió a los jugadores más representativos para cada número de jersey, desde el 99 hasta el 1, para dar a conocer sus semblanzas a modo de conteo regresivo hasta el arranque de la temporada regular del 2015. Aquí puedes consultar la lista completa.

MÉXICO -- Durante la mayor parte de su carrera fue ampliamente considerado como el jugador más rápido en la NFL. Su velocidad engloba un porcentaje mayoritario en las habilidades que lo separaron del resto de los jugadores en el emparrillado y, por ende, su capacidad para devolver patadas y escabullirse como mercurio entre los defensivos se enaltecía con el relámpago que se apoderaba de sus piernas.

Aunque Devin Hester nunca pudo establecerse como un receptor primordial, y con los años el relámpago fue perdiendo intensidad, sí conservó lo necesario para llevar la experiencia de equipos especiales que regaló innumerables dolores de cabeza a los coordinadores contrarios y acumular éxitos año con año.

Reclutado por los Chicago Bears en la segunda ronda del 2006, el producto de Miami no tardó en irrumpir el plano de las devoluciones de patada y, como novato, produjo dos touchdowns en kickoffs y tres más en despejes, alcanzando 600 yardas en la segunda categoría para liderar a la NFL.

El 10 de septiembre del 2006, enfrentando a los Green Bay Packers en Lambeau Field, Hester dio un vistazo de la magia que regalaría a la NFL por más de una década y devolvió un despeje 84 yardas hasta la zona prometida. Allí comenzó la historia, una que todavía no contempla su final pero que ya está en el Olimpo de su categoría.

Si fijar marcas de novato para la NFL con seis touchdowns en devolución de patadas no lo tenían como un favorito de los aficionados, su apodo como "Windy City Flyer" se ganó a pulso en la apertura del Super Bowl XLI contra los Indianapolis Colts.

Hester se convirtió en el primer jugador en la historia que devuelve la patada inicial de un Super Bowl hasta las diagonales. Fueron 92 yardas que dieron a Chicago un inicio soñado. Eventualmente perdieron ese juego por 29-17, pero la aportación de Hester fue legendaria.

Sus primeros dos años arrojaron 11 touchdowns en devoluciones de patada y sendas nominaciones al Pro Bowl así como nombramientos al equipo All-Pro. Su causa se vio afectada en el 2008 y 2009 cuando tuvo 56 regresos de despeje en total y 38 de kickoff, una baja en relación a los 89 y 63 que protagonizó en sus dos campañas iniciales. Las lesiones formaron parte de la baja producción y afectaron las pretensiones de un Hester que demandó un contrato flamante al punto de la huelga previo al arranque del 2008.

Con un precio de 40 millones programados a pagarse en cuatro años, Hester comenzó a recibir mayores responsabilidades como receptor, viéndose desplazado en la labor de equipos especiales. Entre el 2008 y el 2009 acumuló 108 recepciones para 1,422 yardas y únicamente seis anotaciones por la vía del pase. No hubo Pro Bolws en esas ocasiones. Tampoco touchdowns en devolución de patada.

El rebote llegó en el 2010, así como su primer touchdown en equipos especiales desde el 2007. Antes de la temporada, Hester se apoyó en el coordinador ofensivo Mike Martz, quien lo recomendó con Isaac Bruce, ídolo de los St. Louis Rams de la época de Martz y consiguió pulir sus habilidades como receptor, pero, de manera más importante, consiguió probablemente su mejor forma física como profesional. La velocidad resurgió y el resultado fue de tres touchdowns en devolución de despejes con 564 yardas. Ya eran 14 para la cuenta personal del ex Hurricane.

Hester jugó ocho temporadas para los Bears (2006-13, siempre tras el jersey N° 23), acumulando 11,632 yardas globales pese a su reducida actividad en la ofensiva. También intercaló posiciones en ambos lados del ovoide, alineándose en ocasiones como back defensivo.

Su producción en equipos especiales seguía ofreciendo demasiado valor como para privilegiar otro rol. En el 2012, su última temporada como receptor abierto, tuvo apenas 23 atrapadas, y para el 2013 solicitó un papel exclusivo como regresador de patadas.

Ya en el 2011 había aumentado su cuenta de touchdowns en despejes y kickoffs a 17, y aunque en el 2013 tuvo una cifra estratosférica de 1,436 yardas en patadas de salida, sólo pudo anotar una vez y fue en despeje, su especialidad.

Hester firmó en el 2014 con los Atlanta Falcons, y para entonces, su nombre ya sonaba entre la élite.

"Lo ha vuelto un arte y formó un nicho allí como nadie más en este deporte", sostuvo el coach de los Detroit Lions, Jim Caldwell, antes de enfrentarse a los Falcons. "Ha habido grandes regresadores en este juego, no hay duda de ello. Deion Sanders fue uno de los más peligrosos en ese sentido. [Hester] es igualmente peligroso".

Caldwell no era el único que mencionaba el nombre de Sanders en la misma oración que Hester durante la temporada pasada. Cada touchdown para Devin en equipos especiales, también contando devoluciones en intercambio de posesión, lo acercaba al récord de 19 que fijó Sanders en su tiempo, y fue en la Semana 3 contra los Tampa Bay Buccaneers y con el propio Prime Time en el estadio, que la historia se reescribió.

Hester devolvió un despeje 62 yardas --celebró como Sanders pegado a la lateral-- y convirtió su anotación N° 20 en una regreso de balón de por vida. A sus 31 años, Hester es líder de la NFL por touchdowns en equipos especiales (20) y anotaciones en devolución de patada (14), cuatro más que el récord previo y nueve más que los únicos jugadores activos en el Top 15.

"Cada vez que toma el balón en sus manos será una amenaza de anotación", sostuvo Caldwell.

"Probablemente vaya al Salón de la Fama porque está cortado en una categoría superior al resto".