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Velotti: "Me muero por jugar los ATP"

Getty Images

BUENOS AIRES -- Los argentinos que forman parte de la camada 1992 siempre dan buenas noticias. Pasó en 2008 cuando disputaron la Copa Davis Junior y fueron finalistas. También en 2010 cuando se enfrentaron en la definición de Roland Garros Juvenil. Ahora, los pasos son menos mediáticos, pero sí sólidos y siempre con expectativas altas al punto de estar entre los mejores sub 20 del mundo. En todos los casos, el correntino Agustín Velotti fue protagonista.

Hoy, sin ir más lejos, ya está en el lote de los 200 mejores gracias, en parte, a haber acumulado tres semifinales y tres cuartos de final en challengers durante 2012. "Lo positivo de este año es que casi todos los puntos los hice en esos torneos. Ahora queda el último esfuerzo del año. Estoy contento y con muchas ganas, con todas las pilas para seguir mejorando y sumar mucho", cuenta quien terminará el año disputando torneos por Sudamérica antes de emprender un breve descanso y la pretemporada habitual en el verano chaqueño.

Siempre con los pies sobre la tierra, nunca se alteró a pesar de haber sido invitado a jugar torneos ATP ni bien ganó Roland Garros o de ser recibido asiduamente por Mauricio Espínola, triple medallista olímpico en vela e intendente de su ciudad natal: "Fue un quiebre en mi carrera", le cuenta a ESPNtenis.com en medio de la gira de challengers por la Argentina. "Tuve momentos buenos y malos después de aquel Roland Garros. Todo lo que me pasó sirvió como experiencia y para mejorar. Jugar un ATP fue una experiencia hermosa pero sabia que no era la realidad. Es muy importante vivir en el día a día, esa es la clave".

Y así fue. De a poco fue resaltando en los futures disputados en su país, mechándolos con alguna gira por el exterior que implique subir paulatinamente el nivel y donde se altere la forma de juego de sus rivales. "Nunca estuve desesperado. Yo sabía que si hacia las cosas bien, iban a salir. Siempre confié en mí y en mi equipo".

Ahora, ya asentado en los torneos challengers, siempre que está en el país cruza el puente que lo separa de Resistencia para llegar a la academia de Rubén Re, su entrenador desde los 8 años que, además, lo acompaña a las giras siempre que puede. Si no, viaja con Ricardo Orban, su preparador físico, o con su padre Gustavo o con su kinesiólogo Mariano de Llamas. O solo.

Nacido el 24 de mayo de 1992, finalizó la temporada 2009 como el número 857 en el ranking mundial. Terminó 558º un año más tarde y 328º en 2011. Hoy es de los más jóvenes dentro de los 200. De hecho, apenas el australiano Bernard Tomic, el estadounidense Denis Kudla y el indio Yuki Bhambri son más jóvenes que él y se encuentran mejor en el ranking. Ryan Harrison nació algunos días antes que él y, además, Javier Martí se asoma como el recambio entre los españoles. Pero está claro que la juventud no abunda en la élite.

Pero bien, bien cerca están sus compatriotas Facundo Argüello, Diego Schwartzmann, Andrea Collarini y Renzo Olivo, y un poco más atrás Facundo Mena y Federico Coria. Todos ellos se han enfrentado, han entrenado juntos desde bien chicos y, por eso, es inevitable el efecto contagio cuando cada uno de ellos va sumando mojones.

Al respecto, Velotti dice: "Cuando uno está mejor que otro es porque hizo las cosas bien en su momento. Facundo, por ejemplo, pegó un salto muy rápido porque juega muy bien al tenis. Como amigo que soy de ellos, ojalá nos podamos meter juntos toda la camada del 92".

"Nuestra camada es muy buena, somos cinco, seis jugadores que juegan bien al tenis, con gran proyección, estoy contento porque todos nos conocemos de chico. Ojalá nos podamos meter todos. Somos una camada muy fuerte, más con Andrea, que es una gran persona. Me alegra por él y por todos que vuelva a representar a Argentina".

Los más incrédulos piensan que el hecho de no estar cerca del estereotipo del tenista actual, hará que difícilmente puedan conseguir grandes cosas. Velotti, por ejemplo, mide 1,74 metros pero no es un aspecto que lo preocupe. Por el contrario, potencia sus cualidades. "Estoy trabajando mi estilo de juego, desarrollándolo al máximo y agregándole cosas. Busco sumar tiros ganadores porque soy un jugador que se siente muy cómodo corriendo la cancha. Trabajo en mis variantes y, sobre todo, en el físico para ser explosivo y estar fuerte. Tengo rivales que me sacan por lo menos una cabeza, tienen un gran saque o tiros muy fuertes, pero yo tengo otras cosas que suman, soy muy rápido, tengo buena visión en la cancha, la leo bastante bien. A lo mío trato de sacarle el máximo jugo posible".

Por ahí pasa la cabeza de Velotti. Vivir el día a día, entrenamiento a entrenamiento, partido a partido, sin la responsabilidad de ser una de las máximas esperanzas para el recambio del tenis argentino pero consciente de que desconoce su techo: "No quiero estancarme en ningún nivel ni en ningún ranking", afirma con confianza.

"Hoy mi objetivo principal es ganar un challenger, sumar lo máximo posible y estar lo más cerca del top-100, para el año que viene tratar de dar el salto. Quiero meterme aun más, sumar y dar otro paso en mi carrera. Para eso hace falta más regularidad, mejorar en casi todo y estar más tiempo concentrado en todos los partidos. Pero me muero por jugar torneos ATP. Trabajo por eso, es mi objetivo". "No estancarse", "meterse", "sumar" ... conceptos que repite Velotti a menudo, con la idea de insertarse tarde o temprano en el circuito grande. Aptitudes abundan.