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¿Y nosotros qué?

Stephen Curry y sus Warriors están jugando a un nivel formidable en la NBA AP Photo/Don Ryan

En la NBA, todos sabemos que existen tres equipos que son candidatos por naturaleza al campeonato. Sí, hablamos de Miami Heat, último campeón, Oklahoma City Thunder, subcampeón, y San Antonio Spurs, contendiente natural de los tiempos que corren en la NBA.

De todos modos, hay una serie de equipos que están haciendo las cosas bien para meterse en la discusión. Han crecido en su juego -algunos a base de intercambios y otros centrados en el trabajo grupal con lo que ya tenían- y su presente convierte el futuro en algo prometedor ¿Quiénes son y por qué pueden ser considerados en la pelea por todo? Después de la alfombra roja, las respuestas.


Boston Celtics

Los Celtics vienen trastabillando de lo lindo en los últimos juegos, y si bien se nota la ausencia de un jugador dominante en la pintura, la energía que irradia este equipo puede tener sus frutos en una etapa avanzada de la temporada. No veo que tengan aún lo necesario para ir por el premio grande, pero estoy convencido que Danny Ainge se va a mover antes del límite de intercambios para fortalecer el puesto de centro. DeMarcus Cousins y Marcin Gortat son dos jugadores asociados a los deseos de este equipo, aunque, por supuesto, hoy ninguno de los casos pasa del rumor.

"Le dije a los muchachos que sin esfuerzo no se puede ganar. No hay victorias fáciles", señaló Doc Rivers tras perder tres partidos seguidos, luego de seis victorias en fila. Todo es tiempo y desafíos, pero sigo considerando que, con Rajon Rondo inspirado, la locomotora tiene rieles dorados. Todavía tienen mucho por ajustar, sobre todo en consistencia. Eso sí: ni se les ocurra decir que están viejos. Desde hace años dicen lo mismo sobre Boston, pero el corazón es un músculo que jamás siente los años y es por eso que, más allá de Miami Heat, el Este todavía piensa en verde. En esta casa, siempre se guarda una cereza para el final del postre: la perilla, en playoffs, se mantiene encendida.


Brooklyn Nets

¡Abracadabra! Los Nets han hecho un pase de magia extraño, porque desde que Avery Johnson se fue del cargo han jugado como nunca en la NBA. Con Johnson, su récord fue de 14-14. Con P.J. Carlesimo, han alcanzado un imponente 11-2. Ante Hawks, regresó Gerald Wallace a la alineación, lo que le permitirá al equipo volver a tener un equilibrio adecuado entre el perímetro y la pintura.

Con Carlesimo al mando, el juego se ha hecho más fluido en ofensiva, Deron Williams está más cómodo y se han empleado algunos movimientos en ataque que han dado gran resultado. La defensa sigue siendo uno de los puntos fuertes de la flamante franquicia de Brooklyn, que aún debe mejorar el trabajo de su segunda unidad para generar un plantel más profundo, con descanso adecuado para el quinteto estelar.

Muchas de las esperanzas de los Nets están apostadas en el juego de D-Will. De a poco va convirtiéndose en la estrella que alguna vez fue, pero todo requiere tiempo y trabajo. El cambio de coach ha sido una brisa saludable en Brooklyn. ¿Hasta cuándo podrá durar? Este equipo es un diamante en bruto. La pregunta es si tiene lo necesario para pulirse antes de que finalice esta campaña.


Chicago Bulls

Cada paso que transita Derrick Rose es un escalón más hacia el premio importante. Chicago podría estar tranquilamente en la lista de máximos favoritos, pero sin su estrella es todo un desafío por delante.

Tom Thibodeau es el maestro defensivo que empuja a su coro de notables a cosas importantes. Los Bulls han lidiado con lesiones de todo tipo, pero han sabido recuperarse siempre ante la adversidad. El juego ante los Lakers del lunes por la noche es un claro ejemplo de esto: sin Rose ni Luol Deng, Kirk Hinrich y Jimmy Butler salieron al cruce, ocultando la noche sombría de Carlos Boozer.

Siempre ha sido así en Chicago: cuando uno se apaga, el compañero se enciende. Es una energía con sensación de ubicuidad: inunda los dos costados de la cancha y contagia diferentes elementos de la estructura. Los Bulls son la tercera defensa más eficiente de la Liga, y si bien están por debajo de la medianía en ataque, se espera un cambio profundo cuando Rose, quien ya se encuentra haciendo prácticas de contacto completo, regrese al ruedo.

Los Bulls se mantienen en playoffs y van por más. Si estuviese en tu lugar, los tendría en consideración. Al igual que los Celtics, tienen el espíritu de los que consiguen romper barreras. Y eso, en esta Liga, vale oro.


Denver Nuggets

Voy a confesar que se trata de uno de mis equipos favoritos de esta campaña. La razón es que cumple con una de las lógicas del básquetbol más buscadas por cualquier entrenador: uno para todos y todos para uno. Los Nuggets poseen una multiplicidad de jugadores en condiciones de marcar diferencias, pero ninguno de ellos es una estrella que se diferencia por kilómetros del resto. Esto, que suena como un dato anecdótico, es un problema difícil para la defensa: es mucho más sencillo tapar un agujero que doce.

Los Nuggets aún deben mejorar mucho su defensa para pensar en un premio mayor, ya que lucen en el puesto 16 en eficiencia defensiva en toda la Liga, permitiendo 102.9 puntos cada 100 posesiones. En ataque los problemas no requieren cirugía mayor, ya que es más que aceptable un séptimo lugar en eficiencia ofensiva.

En el Pepsi Center, son un equipo de temer: tienen un récord de 16-3 y sólo son superados en condición de local por los San Antonio Spurs, propietarios de un excelente 16-2. En cuanto al plantel, George Karl ha construido un equipo profundo, con al menos dos jugadores sólidos por posición. La gran aparición de esta temporada es Kenneth Faried, quien ha pasado de actor de reparto a rol protagónico en este equipo. Hay dos posiciones difíciles en las que Denver aumenta el caudal de soluciones: la de base, con Ty Lawson y Andre Miller, y la de centro, con Kosta Koufos y JaVale McGee.

Oigan, llegamos al final y ni siquiera habíamos mencionado a Andre Iguodala. Eso es Denver: un equipo en el que cada pieza se complementa para formar el rompecabezas perfecto.


Golden State Warriors

El equipo más sorprendente de la temporada, tanto por juego como por la energía puesta sobre el rectángulo. Mantienen un récord de 25-15, y es el mejor arranque en 40 partidos desde que tuvieron 27-13 en 1991-92 con Chris Mullin en el equipo.
Y todo lo han logrado con Andrew Bogut, quien llegó como centro referencia, mirando desde el banco por lesión.

Lo mejor que tienen los Warriors es el equilibrio, ya que son tan buenos en ataque como en defensa. Su equipo es profundo pero con la salvedad de contar con armas renovadas: Klay Thompson, Festus Ezeli y Harrison Barnes forman los alrededores de un equipo cuyo núcleo está formado por sus armadores Stephen Curry y Jarrett Jack, y sus internos David Lee y Carl Landry. De todos modos, los Warriors se hacen fuertes por el hecho de que nadie es imprescindible. Todos pueden hacer todo, demostrando nuevamente que el básquetbol de equipo es superior a cualquier individualidad. Esto es sorprendente si se tiene en cuenta la juventud de este plantel.

Bogut ya ha hecho algunas carreras y se prepara para regresar tras su operación en el tobillo, aunque el coach Mark Jackson es cauto al respecto. No es para menos: su equipo figura quinto en la Conferencia Oeste y tiene medio ticket asegurado para viajar a la postemporada. Con esa realidad, no hace falta cortar clavos por el centro australiano.


Indiana Pacers

Toc, toc... Permiso: ¿conoces a la mejor defensa de toda la NBA? Con ustedes, Indiana Pacers. Frank Vogel ha transformado este equipo por completo y, en la tierra del básquetbol, le ha dado una cuota de respeto a todos los fanáticos presentes con una clase defensiva que se repite noche a noche.

Los Pacers han construido un juego de balón tan efectivo como sorprendente. Tan es así que mantienen un récord de 16-1 en esta temporada cuando limitan a sus rivales a 85 puntos o menos.

El poker conformado por Roy Hibbert, Paul George, George Hill y David West se combina a la perfección para anotar y controlar el resto de las armas de destrucción masivas desparramadas en este plantel.

George se ha transformado en el jugador referencia del perímetro ante la salida de Danny Granger por lesión y ha sido fundamental para evitar una depresión generalizada en el Bankers Life Fieldhouse. Indiana ha ganado siete de los últimos nueve partidos, y expandiendo el pronóstico, 16 de 21.

¿Hasta dónde podrán llegar? Siendo francos, hasta donde su defensa los lleve. Ni más, ni menos que eso.


Los Angeles Clippers

¿Acaso alguien duda que este equipo puede ir por el campeonato? Todo nace en Chris Paul, pero se ramifica rápidamente en el resto como un virus contagioso. Tan es así que este equipo ha estado tres partidos sin CP3 -regresó en el choque ante los Warriors- y Eric Bledsoe mantuvo el equipo a raya con 14.6 puntos por aparición. Los Clippers no viven de individualidades, pese a tenerlas. Están jugando un básquetbol de conjunto envidiable y han empujado a los Lakers a ser el hazmerreír de Hollywood. ¿Cómo puede ser posible? La cenicienta se ha transformado en la dama más prestigiosa de la ciudad y todo tiene que ver con la química imperante: la rotación de balón es adecuada, la defensa es un muro y la profundidad de plantel es la ideal para ir por el premio mayor.

Sumemos ahora que Grant Hill y Chauncey Billups estarán saludables por completo para los playoffs. Eso hace que los Clippers tengan dos jugadores de nivel por posición, lo que los convierte en un problema para cualquier rival que esté enfrente. Jugar contra este equipo es tratar de tapar diez agujeros con dos manos: tarde o temprano, el agua se filtrará. Esta versión de los Clippers ha sido la gran reivindicación de Del Negro como coach. Su única deuda pendiente aquí es fortalecer el poderío rebotero en defensa. ¿Se acuerdan de la época en que Los Angeles era oro y púrpura de norte a sur y de este a oeste? Cambia, todo cambia.


Memphis Grizzlies

Son gigantes silenciosos, capaces de arruinar los planes de cualquier rival de turno sin que ni siquiera se den cuenta. Los Grizzlies dieron el salto evolutivo hace un par de temporadas y se mantienen como el segundo mejor equipo defensivo de la NBA, detrás de los Indiana Pacers. ¿Acaso sabías eso? Pues bien, es lo que está pasando, porque permiten sólo 96.9 puntos cada 100 posesiones.

El futuro de Memphis avecina cambios: necesitan mover alguna de sus estrellas debido a la nómina salarial que tendrán que soportar en el futuro, y Rudy Gay luce como el más indicado para armar las valijas. Otro que está vinculado a un intercambio es Zach Randolph, pero sería una locura moverlo teniendo en cuenta el daño que produce junto a Marc Gasol en la pintura (consiguió su doble-doble número 26 de la temporada ante los Bulls).

Lionel Hollins es uno de los entrenadores que vuela bajo el radar en esta Liga. Ha conseguido mucho en un momento en el que parecía tener poco y ha logrado superar siempre las expectativas. Los Grizzlies son fanáticos de romper pronósticos y el paso que les queda ahora es pasar de ser un gran equipo a ser el mejor. ¿Tienen lo necesario para lograrlo? Aún necesitan encender una perilla más para descubrir la mejor habitación de la mansión: la sala de playoffs. Su juego de conjunto es el mejor argumento para ir preparando el escenario. No es poca cosa.


New York Knicks

Recuerdo haberme tomado la cabeza con ambas manos cuando leía, llamativamente, a la mayor cantidad de analistas dando por perdido a este equipo antes de empezar la temporada. ¿Ustedes vieron sus nombres? Sí, muchos de ellos son veteranos, pero los años ennoblecen a un producto de jerarquía. Los Knicks son un gran equipo de básquetbol y la combinación justa de madurez y juventud para darle pelea a cualquier equipo en la NBA. Spike Lee recuperó la sonrisa de oreja a oreja gracias al esfuerzo defensivo que propone Mike Woodson desde el banco de suplentes y a la solidaridad para repartir el balón en ataque.

Las lesiones están trayendo problemas para los Knicks en los últimos tiempos, teniendo como principal lunar la salida inoportuna de Raymond Felton. Eso no sólo genera un esfuerzo mayor para Jason Kidd y Pablo Prigioni, sino que genera una peor rotación de balón y un empeño desmedido en las manos de algunos tiradores. Es algo en lo que deben trabajar cuanto antes. Si bien el juego sin pelota de los Knicks comenzó siendo notable, ha bajado un poco el rendimiento y hoy están en la medianía de la competencia en eficiencia defensiva. Más allá del problema de Felton, el cambio de bases en la Gran Manzana ha sido crucial: con armadores haciendo las veces de psicólogos -sobre todo con el ritmo de juego- talentos como J.R. Smith o Carmelo Anthony han encontrado el punto justo para ser una fórmula ofensiva arrasadora, sin contraindicaciones que lamentar.

Los Knicks han demostrado un gran básquetbol de conjunto y merecen el lugar que les toca ocupar en Conferencia Este. Si logran mejorar una pizca más llegando a playoffs, serán uno de los equipos a considerar. Pueden dar el salto: tienen todas las armas necesarias para hacerlo.