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El final del show

Kurt Warner fue nombrado dos veces Jugador Más Valioso de la NFL en su paso por los Rams. Getty Images

NOTA DEL EDITOR: ESPN.com recuerda a los equipos más interesantes de la NFL desde el año 2000 con una serie en cinco entregas titulada "Los equipos más llamativos del siglo". Comenzamos con el denominado "Greatest Show on Turf", los St. Louis Rams del 2001.

El "Greatest Show on Turf" ganó un Super Bowl, perdió otro, y se vino abajo tan violentamente que su epitafio requiere algo de reconstrucción.

Narrativas dramáticas han intentado explicar por qué los St. Louis Rams cayeron tan rápidamente después de un periodo 1999-2001 en que tuvieron a tres JMVs consecutivos, una marca de 37-11 y un promedio de 32.7 puntos por partido.

El ego del entrenador en jefe Mike Martz se tragó al equipo, dicen algunos. Peleas internas en la directiva envenenaron al club. La salud en deterioro del mariscal de campo Kurt Warner precipitó una controversial y desafortunada salida. Fiascos de draft arruinaron a la plantilla. El equipo perdió su alma cuando jugadores claves se marcharon en la agencia libre.

Sean las que fueran las razones, los Rams nunca fueron los mismos después de que Adam Vinatieri anotara un gol de campo de 48 yardas para poner a los desfavorecidos New England Patriots por encima de St. Louis, 20-17, en el Super Bowl XXXVI, lanzando una dinastía de la NFL a expensas de otra.

Añadan los alegatos de espionaje en contra de New England como subtrama de Super Bowl --más de eso en unos minutos-- y esos Rams del 2001 fácilmente califican en la lista de "Equipos más dinámicos del siglo" de ESPN.com. Son relevantes por lo que consiguieron y por lo que sucedió después: una marca de 7-9 en el 2002 y solamente una temporada ganadora después de eso, hasta este día.

Respecto a ese epitafio...

"Es uno que se me escapa respecto a cómo, uno, no nos quedamos juntos, y segundo, cómo las cosas a partir de ese punto no continuaron marchando", dijo el corredor miembro del Salón de la Fama, Marshall Faulk, recientemente.

Si tan sólo los Rams pudieran haber sabido lo que es evidente ahora.

"El éxito es algo que debes saber cómo lidiar antes de que te golpee", dijo Faulk. "Chocamos contra eso en el sentido de que la gente deseaba crédito por armar al equipo. Los tipos en el club que tenían roles, querían ir a otro sitio a ser los elegidos".

Así, mientras algunos de los jugadores del núcleo de los Patriots se mantuvieron en lugar de buscar roles prominentes en otros lados --Mike Vrabel y Tedy Bruschi me vienen a la mente-- los Rams vieron a Grant Wistrom, Kevin Carter, London Fletcher y otros cobrar en grande con otros clubes. ¿Y quién puede culparlos? Ciertamente no Faulk, quien había escapado Indianapolis vía canje y se convirtió en un JMV en St. Louis. Los equipos se ocupan de sus propios intereses, y los jugadores a menudo deben hacer lo mismo. Pero la agencia libre ha probado a lo largo del tiempo que el dinero no siempre compra al matrimonio perfecto.

"Eso núcleo de jugadores que podría no ser el mejor pagado, podrían no ser los tipos más visibles, sus roles y que ellos comprendan sus roles es lo que mantiene todo junto", admitió Faulk. "Podrían no ser los elegidos que lleguen al Salón de la Fama, pero ellos son la razón por las que se ganan muchos partidos, por la que se ganan múltiples campeonatos".

El back defensivo Aeneas Williams, un finalista al Salón de la Fama en años recientes, era nuevo con los Rams en el 2001. El equipo esperaba que Williams hiciera por la defensiva lo que Faulk había hecho por la ofensiva. No estuvo lejos de lo que sucedió.

Williams interceptó a Brett Favre en dos ocasiones en los playoffs ese año, devolviendo ambas para touchdown. Amarró el pasaje de los Rams al Super Bowl al interceptar a Donovan McNabb en la recta final del Juego de Campeonato de la NFC.

Con Williams y el coordinador defensivo de primer año, Lovie Smith, esa defensiva de los Rams ranqueó entre los líderes estadísticos de la NFL casi en todas las categorías, un giro de 180º respecto al 2000. Fueron terceros en yardas, quintos en yardas por jugada, terceros en yardas terrestres, sextos en yardas netas por intento de pase, segundos en primeros intentos, sextos en conversión de tercera oportunidad y séptimos en puntos.

"Fue una de las mejores campañas que tuve, no solamente ganando, sino por la cantidad de talento y la humildad que había en ese equipo", externó Williams. "Ese equipo era especial".

Los Rams lo sabían, también. Estaban 3-0 y venían de una victoria por 42-10 sobre los Miami Dolphins cuando Smith, recientemente contratado del grupo de asistentes de Tony Dungy en Tampa Bay, entregó el mensaje apropiado. Los jugadores se estaban confiando por las victorias y el nuevo status de élite de la defensiva cuando Smith se paró para hablar frente al equipo. Dio una lista de los logros del equipo, y recalcó lo bien que se sentía. Los jugadores asintieron.

Smith entonces dio un mensaje que Williams recuerda hasta este día.

"Hay algunos de ustedes que siguen cometiendo los mismos errores, y les digo que estamos tratando de reemplazarlos", dijo Smith al equipo.

Silencio.

No hubo nada condescendiente o insultante respecto a Smith o su mensaje. No dio nombres, pero el mensaje fue claro.

"Tener esa noción sobria de tu líder en un modo tan honroso y respetuoso, el modo en que remite a la responsabilidad, jamás lo olvidaré", dijo Williams. "Los equipos que tienen entrenadores que hacen responsables a sus jugadores sin importar lo buenos que sean, son los que ganan constantemente".

Y aun así, el modo en que terminó la campaña de los Rams del 2001, y lo que aconteció después, podría para siempre definir a ese equipo más que su marca de 14-2 o su defensiva revitalizada.

"Ese equipo estaba cargado", confesó Faulk. "Pero realmente es la razón por la que jugamos el mejor deporte. No hay quinto partido. No hay séptimo partido. Es un juego y lo debes hacer bien, sin importar cómo lo hiciste el resto del año".

Williams, ahora un pastor en St. Louis, apuntó a la victoria relativamente estrecha de los Rams, por 24-17, sobre los Patriots en temporada regular para sugerir que la gran diferencia en las apuestas previas al Super Bowl tenía que ver más con la percepción que con la realidad. Minimizó el ángulo del Spygate aunque admitió que algunos compañeros son más apasionados respecto a las posibles ventajas que los Patriots podrían haber conseguido a través de grabar las señales defensivas de sus oponentes, o peor.

"Sin saberlo, solamente podemos especular", dijo Williams. "Aprecio el momento y lo demás, una vez que jugamos 16 partidos y dos o tres encuentros de playoffs, rara vez te engaña lo que hace el otro equipo. En un partido, eso se reduce a entregas de balón".

Faulk tiene una perspectiva distinta como alguien familiar con todos los aspectos del plan ofensivo de los Rams. Cuestiona si los Patriots podrían haber anticipado modificaciones previamente no empleadas sin espiar. Ha aludido en el pasado a jugadas de zona roja y tercera oportunidad. Los Rams anotaron en su única posesión de zona roja. Cuando se le pidieron detalles, Faulk citó el modo en que New England ajustaba a detalles como el modo en que salía en movimiento Faulk, incluyendo el acarreo de Warner para un touchdown en el cuarto periodo.

"Es extremadamente difícil decirles lo que era, o lo que hicimos, pero sí diré esto", externó Faulk. "La jugada en que Kurt Warner anotó, Mike [Martz] la dibujó en la tierra. El movimiento que usé en esa jugada, me encantaría mostrarlo y mostrarles otras jugadas por el modo en que entraba en movimiento y lo que hacía para que vieran. Esto es simplemente hablar, pero aquí está lo que normalmente hacíamos y aquí lo que hicimos para ese partido".

Comentarios relacionados de Faulk hicieron olas durante la semana de Super Bowl. Entonces, como ahora, Faulk se preocupa de ser acusado de formular teorías de conspiración.

"No llegó a las noticias, yo no inventé las noticias respecto a lo que sucedió, pero es lo que es", declaró. "Aceptas la derrota. Nos derrotaron. Vas a perder partidos. ¿Es Bill Belichick una gran mente? Sí.

"Pero cuando un tipo como Aeneas Williams está sentado en casa y debe preguntarse si perdió el Super Bowl o se lo robaron con trampa, por eso me siento mal".

Faulk, Warner, Fletcher, Wistrom, Carter, Isaac Bruce, Torry Holt, Orlando Pace, Leonard Little y otros de ese equipo del 2001 pueden reflexionar a sabiendas que dos años antes lo habían ganado todo. Para algunos, ese Super Bowl ante New England sería lo más cercano que llegaron a la inmortalidad del fútbol americano. Al menos saben que el equipo del 2001 no será olvidado pronto.