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Broncos no deben preocuparse

Los Denver Broncos no deben preocuparse en tanto Peyton Manning sea su mariscal de campo. AP

ENGLEWOOD -- A pesar de toda la mala prensa y las interminables predicciones de posibles problemas, los Denver Broncos estarán bien si el apoyador de Pro Bowl, Von Miller, es suspendido por los primeros cuatro partidos de la temporada.

Aún cuentan con Peyton Manning como su mariscal de campo. También tienen un calendario que se ubica como el más sencillo de la liga. También tienen una gran espina clavada, una que ha estado ahí desde que perdieron en los playoffs de la temporada pasada.

Por muy desalentadora que la noticia de la posible suspensión de Miller haya sido para la organización de los Broncos --actualmente el jugador está apelando el castigo por supuestamente violar la política de abuso de substancias de la liga-- estos son hechos que no pueden ser negados. La AFC sigue siendo tan débil que un equipo de Denver que establece el ritmo en la conferencia podría sobreponerse incluso a su ausencia.

Habría existido una preocupación legítima si Miller se hubiese perdido tiempo de juego por una lesión o durante un lapso más crítico en la temporada. Pero una mirada a la alineación de los Broncos en septiembre revela que sobrevivirán a su posible pérdida sin mucha preocupación.

Para aquellos que creen que los Baltimore Ravens suponen una gran amenaza en el primer partido de la temporada debido a que son los campeones del Super Bowl, piénsenlo mejor. Ese partido se realizará en Denver, y los Ravens no serán tan temibles como fueron al final de la temporada pasada. Baltimore está reemplazando a varios líderes claves (Ray Lewis, Ed Reed, Matt Birk y Anquan Boldin) y a jugadores confiables (Paul Kruger, Dannell Ellerbe y Bernard Pollard).

Los aficionados de los Broncos tampoco deben estar temblando ante la idea de que Denver enfrente a los Philadelphia Eagles y Oakland Raiders en las Semanas 3 y 4. Ambos equipos se combinaron para seis victorias la temporada pasada, y es difícil verlos mejorar drásticamente este otoño. La única decepción real aquí podría ser la oportunidad perdida de Miller para elevar sus números. Entre la incertidumbre que rodea la situación de mariscales de campo de los Eagles y las dudas acerca del nuevo pasador de los Raiders, Matt Flynn, Miller podría establecer récords de capturas en esos enfrentamientos.

Eso deja sólo una visita en la Semana 2 a los New York Giants como el duelo más complicado en la primera parte del calendario de Denver, y esto es lo que sabemos en este momento: No hay manera de que Peyton vaya a perder un partido ante su hermano menor, el mariscal de campo de los Giants, Eli Manning, bajo ninguna circunstancia.

La presencia de Miller sería más importante en este partido, porque los Giants permitieron apenas 20 capturas en el 2012, la menor cantidad de la liga. Sin embargo, este partido será decidido por qué hermano Manning sale en su mejor día. La apuesta segura es Peyton en esos escenarios.

Así que la verdad pregunta acerca de la suspensión de Miller no debe centrarse en cómo le irá a Denver sin él. Debería enfocarse en cómo crecerá si de verdad es suspendido por cuatro partidos. Los Broncos estaban contando que Miller se convirtiera en su líder indiscutible a la defensiva esta temporada. A pesar de la producción que ha tenido en sus primeros dos años --ha sumado 30 capturas desde que ingresó a la liga en el 2011-- nunca se le había pedido que marcara la pauta en el vestuario hasta ahora.

Denver siempre tenía a otras personalidades para influir en los demás. El profundo, Brian Dawkins, fue uno de esos jugadores durante la temporada de novato de Miller. El esquinero, Champ Bailey, ha sido callado durante años, y el ex ala defensiva, Elvis Dumervil (ahora en Baltimore), jugó a nivel de Pro Bowl a pesar de su pequeña estatura.

Todo lo que Miller tenía que hacer era competir durante sus primeras dos temporadas. Si las historias sobre él son ciertas (el Denver Post informó que había dado positivo por marihuana y anfetaminas al principio de su carrera), no se dio cuenta de cuánto daño podía causarle a su carrera con malas decisiones.

Esas expectativas serán críticas para Miller en el futuro. En todo caso, este problema podría convertirse en un gran punto de inflexión en su carrera. Si realmente estaba siendo inmaduro en el pasado, está a punto de crecer a toda prisa. Si no sabía cómo se sentía dañar su reputación y que la gente cuestionara su carácter, ahora ha encontrado buenas razones para demostrarles a sus críticos cómo es cuando enfrenta la adversidad.

En resumen, el líder que Miller estaba planeando en convertirse podría aparece a raíz de esta mala noticia. Ya ha dado los pasos necesarios para establecer un ejemplo positivo para sus compañeros, incluyendo el ganar más masa muscular y volver antes a Denver para practicar con los entrenadores de fuerza y acondicionamiento de los Broncos. Miller también estaba marcando la pauta en público. Aunque algunos se rieron cuando pronosticó en Twitter que los Broncos ganarían el Super Bowl este año, esa confianza fue notable, en especial para un jugador que había visto a su equipo venirse abajo en su derrota contra de los Ravens en la Ronda Divisional de los playoffs el año pasado.

No piensen ni por un minuto que Miller se ha olvidado de esos planes o de su mensaje en Twitter. En todo caso, probablemente encontró más incentivo para hacer valer su deseo de ayudar a los Broncos a ganar su primer título desde que el gerente general, John Elway, era mariscal de campo del equipo. Sí, Denver tendrá que pedir más de otros jugadores, incluyendo a los recién llegados como el apoyador externo, Shaun Phillips; el esquinero, Dominique Rodgers-Cromartie; y el tackle defensivo, Terrance Knighton. Pero todos los equipos con calibre de campeonato deben hacerlo en algún punto si esperan ganarlo todo.

Los Ravens del 2012 son el ejemplo perfecto de eso. Perdieron a jugadores claves como Lewis, Terrell Suggs y el esquinero, Lardarius Webb, en distintos puntos de la temporada, y de alguna manera insistieron para seguir su camino a ganar el Trofeo Lombardi en febrero. Todo lo que los Broncos tienen que haces es encontrar una manera de ganar tres partidos en casa sin un jugador que probablemente está más emocionado que nunca por volver al campo, en caso de que sea suspendido.

Si se concreta la suspensión, los Broncos estarán justo donde quieren estar para el final de la temporada.