BARCELONA -- El día llegó, pero tardó en hacerlo. El debut de Neymar ante su público se hizo esperar hasta el segundo tiempo, cuando el el Tata Martino le dio entrada sustituyendo a Pedro Rodríguez.
Corría el minuto 38 de partido cuando el astro brasileño, acompañado de siete compañeros más, comenzaron a realizar ejercicios de calentamiento en la banda que prosiguieron durante el descanso, esta vez ya con balón. Cuando la megafonía del Camp Nou anunció su entrada en el campo, Neymar recibió la primera de las grandes ovaciones con las que el público barcelonista espera premiarle los próximos años.
Neymar se situó como teórico extremo izquierdo, compartiendo la banda izquierda azulgrana con las subidas del su compatriota Adriano, lo que le permitía también moverse hacia el centro cuanto el ataque era estático.
Uno de los alicientes del partido era comprobar el nivel de entendimiento entre Neymar y Messi, que coincidieron sobre el césped únicamente los 16 primeros minutos del segundo tiempo. En ese período, Neymar buscó con insistencia al argentino, al que se veía con más ritmo competitivo y con un mejor nivel físico, puesto que el brasileño sólo ha entrenado cinco días con sus compañeros tras regresar de sus vacaciones.
A los dos minutos, Neymar realizó su primera carrera, a los seis disparaba a puerta por primera vez y, a los doce, robaba un balón que entregaba a Messi para que éste encarara sin éxito a los defensas.
Ya con Messi fuera del campo, Neymar centró un balón desde la banda izquierda para que Cesc Fàbregas rematara a placer en el minuto 22 del segundo tiempo, y se ocupó también de lanzar el córner que dio origen al séptimo gol azulgrana, marcado por Adriano.
Neymar se mostró como un delantero intimidatorio, capaz de encarar y desbordar a los defensas contrarios con mucha facilidad, pero sobre todo sorprendió por no tener problemas a la hora de pasar el balón.