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Ed Reed pone el ejemplo

HOUSTON -- Unos minutos después de que culminó la práctica, un grupo de backs defensivos de los Houston Texans se reunió en silencio a un extremo del campo.

Conformaron un medio círculo alrededor de dos de los mejores backs defensivos que han jugado este deporte: Deion Sanders y Ed Reed. Algunos de los jóvenes Texans observaron sorprendidos mientras Sanders ofrecía consejos.

El novato no reclutado A.J. Bouye, uno de los destacados en lo que va del campamento, dio el paso al frente.

"Digamos que vas por u balón profundo", dijo Bouye. "¿Cómo lo juegas?".

"Ese balón va dirigido a mí", replicó Sanders. "Tú tratas de cortar el pase, yo trato de atraparlo, porque realmente va dirigido para mí".

Sanders habló de la importancia de la comunicación sobre el campo, y les dijo que trabajaran juntos. Habló sobre la colocación de las manos sobre los receptores. Les platicó sobre la importancia del acondicionamiento, especialmente cuando se espera que juegues cobertura personal.

"Siempre estoy absorbiendo información, siempre que la pueda obtener", dijo el esquinero titular de los Texans, Johnathan Joseph. "Obviamente, viniendo de un tipo así, lo ha hecho así, miembro del Salón de la Fama, nunca se puede recibir suficiente información. Fue bueno para él tomarse el tiempo para salir a platicar con nosotros hoy".

Sanders también los motivó a escuchar a Reed. Fue un consejo innecesario, dado que la mayoría de la secundaria de los Texans asume el mismo tono reverente cuando hablan sobre su nuevo compañero de equipo. Pese a que Reed sigue en la lista de imposibilitados para participar por problemas físicos mientras se recupera de una cirugía de cadera realizada en abril, ha tenido un impacto no tangible para los Texans, ayudando a jugadores y asistentes.

Cuando le pregunté a Reed la semana pasada lo que se sentía ser idolatrado por tantos compañeros de equipo, se quitó la gorra para mostrar las canas y ofreció una broma sobre estar viejo (cumple 35 años de edad en septiembre).

Luego Reed ofreció sinceridad.

"Es definitivamente algo que te hace humilde, porque te obliga a cerciorarte de que estás haciendo lo necesario para mostrar a estos chicos el modo en que deben ser profesionales", dijo Reed. "Sigues siendo humano al final del día, y sigues cometiendo errores. Es algo que quieres asegurarte ellos sepan, también, que no eres perfecto. Eres como cualquier otra persona y vas a cometer errores mientras creces, pero sigues adelante".