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Confidencias de Titans

NASHVILLE -- Vean a los Tennessee Titans desde cualquier ángulo y la atención se centra en el mismo lugar: el mariscal de campo titular, Jake Locker.

Los Titans hicieron muchos movimientos después de una pobre temporada 6-10. Todo eso pone al pasador de tercer año en una mejor posición para tener éxito.

"Creo que lanzar con confianza marca una gran diferencia, y eso es lo que siento que estoy haciendo este año", declaró Locker.

Los Titans se desprendieron de Matt Hasselbeck y adquirieron a Ryan Fitzpatrick para ser su mariscal N° 2. Ellos confían en que Fitzpatrick pueda entrar a los partidos y ganar si es necesario, pero no tienen dudas de Locker. Toda la organización está comprometida con él y cree que es el indicado para enderezar el rumbo del equipo desde la posición de pasador.

"Realmente se ha apropiado de la posición", indicó Fitzpatrick. "Pueden ver que es un chico con confianza, y eso es algo necesario como mariscal. Ha trabajado en su juego mental. Estamos basados en el progreso ahora, y realmente está tratando de llevarlo al siguiente nivel en términos de su trabajo de pies y precisión. Esta temporada baja definitivamente he visto progreso".

Locker estará ejecutando un sistema más sencillo y directo. Tiene un ala cerrada móvil con Delanie Walker (quien no se encuentra sano actualmente) que le da la dinámica que los Titans no han tenido desde que Locker fue reclutado con la octava selección global en el draft del 2011. El cuerpo de receptores es profundo y talentoso. La línea ofensiva podría ser un grupo dominante, lo que debería significar que el ataque con más frecuencia seguido y con mejor posición de campo.

He visto un progreso constante y juego más consistente en prácticas recientes. Pero él tiene que trasladar eso a los partidos, y tiene que atender dos cosas que podrían considerarse hábitos: su tendencia a iniciar lento, y la tendencia a lanzar con más comodidad y precisión hacia su izquierda que hacia la derecha.

TRES TEMAS CANDENTES
1. La presión al pasador.
Los Titans generaron un aceptable total de 39 capturas la temporada pasada, con 6.5 de Derrick Morgan y con seis de Kamerion Wimbley y Akeem Ayers, respectivamente. Los campeones del Super Bowl, Baltimore Ravens, tuvieron la misma cantidad de jugadas defensivas (1,086) y tuvieron 37 capturas.

Pero ningún jugador de la defensiva de los Titans es considerado alguien que obligue a las ofensivas a tenerlo en cuenta antes de cada jugada. Y el comité trabajó en conjunto con una cobertura que permitió 471 puntos, la mayor cantidad de la liga.

No cambiaron mucho en la posición de ala defensiva. Añadieron tamaño con Ropati Pitoitua, quien jugará mucho en jugadas contra la carrera, y profundidad con el recluta de quinta ronda del draft, Lavar Edwards. Ayers será una presencia más regular como cazamariscales, y tanto Morgan como Wimbley jugarán menos del 80 por ciento de las jugadas, lo que los desgastó el año pasado. ¿Todo eso y un esquema más agresivo influenciado por Gregg Williams convertirán a los Titans en un equipo más amenazante para presionar mariscales? No puedo decir que sí todavía.

2. Dos entrenadores importantes. Dowell Loggains asumió el cargo de coordinador ofensivo con cinco partidos por jugar la temporada pasada, pero no pudo cambiar todo lo que Chris Palmer estaba haciendo. Después de tener una temporada baja con el equipo, ahora puede. Estos Titans tendrán menos reacción y tratarán de dictar más el ritmo de los partidos, cuentan con receptores y un mariscal de campo que leen las cosas de la misma manera. Todo está a favor de Locker ahora, y Loggains tiene más talento a su disposición de lo que tuvo Palmer en el 2011 o en el 2012.

A la defensiva, Williams regresa tras su año de suspensión por su participación en el escándalo de las recompensas con una promesa que espera le ayude a ganarse a los jugadores: prometió que puede hacerlos mejores. No es el mismo tipo que era cuando fue coordinador defensivo de los Titans de 1997 al 2000, pero la temporada de suspensión le hizo reflexionar y regresa como alguien distinto al que fue como coordinador de los New Orleans Saints. Sospecho que tendrá un impacto positivo en jugadores claves en esta defensiva como Ayers; el esquinero, Tommie Campbell; el profundo, Michael Griffin; y el tackle defensivo, Jurrell Casey.

3. La línea ofensiva. La temporada pasada fue un desastre, ya que los Titans tuvieron que hacer uso de su profundidad más que cualquier otro equipo. Pero la franquicia espera que el entrenador en jefe, Mike Munchak, y otro liniero ofensivo de Salón de la Fama, el entrenador de línea, Bruce Matthews, desarrollen jugadores. Un parque nunca alcanzó el nivel esperado se ha ido, y los Titans tienen a mejores jugadores en los lugares de Leroy Harris y Eugene Amano.

Con una línea formada por Michael Roos, Andy Levitre, Fernando Velasco/Robert Turner/Brian Schwenke, Chance Warmack y David Stewart, Tennessee siente que ha encontrado de nuevo su identidad.

"Si vamos a ganar, va a ser porque nuestra línea ofensiva es mucho mejor de lo que fue el año pasado, y somos físicos e implacables, vamos a mover a los rivales a ambos lados del balón", sentenció Munchak al inicio del campamento.

RAZONES PARA EL OPTIMISMO
Identificaron sus problemas de la temporada pasada y los han abordado de alguna manera. Eso es con cambios en el cuerpo de entrenadores, modificaciones en su pensamiento y en los esquemas; también los jugadores adquiridos en la agencia y el draft lucen sólidos. Este no es un equipo que se durmió en sus laureles y asumió que con un año de experiencia, su récord 6-10 podía convertirse en 10-6. Puso manos a la obra. Ahora tenemos que averiguar si los movimientos y cambios marcan una gran diferencia en el resultado general.

RAZONES PARA EL PESIMISMO

Su mariscal de campo poco probado y el calendario. Los Titans visitan a los Pittsburgh Steelers y los Houston Texans, también jugarán contra los San Diego Chargers, un equipo con el que Tennessee siempre tiene problemas, visitarán a los Seattle Seahawks y los San Francisco 49ers, todo eso antes de su descanso del 27 de octubre. Es imposible pronosticar cómo será la competencia. Pero en los primeros siete juegos, un récord 4-3 podría ser considerarse como muy bueno, pero que podría tenerlos fuera de la pelea por un lugar en los playoffs.

EN LA MIRA
Por Erick Cervantes Roon
Si bien la mayor interrogante del equipo está en la posición de mariscal de campo, debemos echar un vistazo también al pobre cuerpo de receptores del equipo para darnos cuenta por qué el ataque aéreo no ha caminado en Tennessee.

Desde que Kenny Britt fue reclutado en la primera ronda del draft del 2009 se ha perdido 20 partidos debido principalmente a las lesiones. La temporada pasada Tennessee también invirtió una selección de primera ronda en Kendall Wright, quien respondió con 65 recepciones para 626 yardas y cuatro touchdowns. El mejor receptor del equipo ha sido el veterano Nate Washington, quien suma 120 recepciones para 1769 yardas y 11 touchdowns las últimas dos temporadas.

Las alas cerradas tampoco han tenido mucho impacto en la ofensiva aérea. Jared Cook se marchó en la agencia libre y firmó con los St. Louis Rams, después de una temporada en la sumó 44 recepciones y anotó cuatro touchdowns. El siguiente en la lista es Craig Stevens, quien tuvo 23 recepciones para 275 yardas y una anotación.

Los Titans esperan que su adquisición de la temporada baja, Delanie Walker, se recupere de una cirugía de rodilla a la que se sometió durante la temporada baja y esté listo para el inicio de la temporada, su presencia podría ayudar a la ofensiva aérea del equipo. Tennessee también fichó al veterano Kevin Walter, sin embargo su presencia está en duda después de someterse a una cirugía en la espalda.

Parece que la mesa está puesta para que Tennessee confíe más en su ataque terrestre, encabezado por el estelar, Chris Johnson. La línea ofensiva luce sólida y la presencia de Shonn Greene le permitirá al equipo darle descanso a Johnson de vez en cuando.

Si Tennessee insiste en recurrir a su ataque aéreo para poner puntos en el marcador podrían tener una temporada muy larga por delante.