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Un sorteo infeliz

Italia se enfrentará a Uruguay en el grupo D, una zona muy complicada Getty Images

BUENOS AIRES -- "Pagó Italia", tituló uno de los diarios deportivos más importantes de Italia. Los titulares de los demás medios especializados de la península siguieron más o menos la misma línea argumental.

El sorteo de los grupos mundiales, en realidad, no fue tan malo que digamos para Italia: en mi opinión, mucho peor le fue a otros, como España y Alemania.Pero Italia terminó siendo el "noveno" equipo europeo, aquel que fue sorteado en primer lugar para cambiar de bombo y caer, de esa manera, en un grupo con otro equipo europeo, además de una cabeza de serie sudamericana, respectivamente Inglaterra y Uruguay. Costa Rica, primero en la eliminatoria CONCACAF, completó el grupo D.

Por eso aquel "pagó" del título: lo que cayó realmente mal fue el hecho de haber sido la "víctima" de un cambio de reglas decidido a último momento, para favorecer a Francia, la selección que, por ranking, debió haber "saltado" de bombo según los criterios originales. Más bronca todavía dio el hecho que justamente los "galos" recibieran de la suerte un grupo, el E, mucho más simple, con Suiza, Ecuador y Honduras.

Sin embargo, el verdadero problema fue geográfico: en un Mundial, antes o después hay que enfrentar a rivales de nivel y ni Uruguay ni Inglaterra ni mucho menos Costa Rica pueden considerarse obstáculos "imposibles" de sortear para la Azzurra. En cambio, lo que si parece realmente muy duro es el hecho de tener que disputar los tres primeros partidos en las regiones más setentrionales de Brasil: el debut, el 15 de junio (es el día de San Vito, dicho sea de paso, pequeña alegría para quien escribe estas líneas) ante Inglaterra en Manaus, donde se esperan unos 30 grados de temperatura y casi un 90% de humedad; partido que por encima estaba programado originariamente para las 21 locales y que, inexplicablemente, se adelantó tres horas, para las 18 locales.

Italia ya eligió como sede de la misión mundialista la pequeña ciudad balnearia de Mangaratiba, ubicada a unos 100 kilómetros al sur de Río. Desde ahí, hay 2854 km. para Manaus, un largo vuelo que, casi seguramente (difícil que viajen después del partido, pero no imposible), Italia repetirá de vuelta la mañana después.

Cinco días después, el 20 de junio, Italia enfrentará a Costa Rica en Recife, en este caso a 1878 km. de su base operativa, donde se espera una temperatura similar pero una humedad levemente De cualquier manera, este cronista estuvo en Recife en el curso de la Copa Confederaciones y, considerando que el partido se jugará en un horario absurdo, las 13 locales, puede atestiguar que, a esa hora, en la ciudad del noroeste brasileño se transpira hasta para tomarse una gaseosa. Imagínense lo que será jugar al fútbol.

Cuatro días después, el 24 de junio, previa vuelta a la base de Mangaratiba, otros 2090 km. para transferirse a Natal, con temperatura y humedad similar a las de Recife, para cerrar el grupo contra la cabeza de serie, Uruguay. En suma, considerando las dos idas y vueltas y la sola ida a Natal, Italia recorrerá 11554 kilómetros, que pueden estimarse tranquilamente, entre traslados, tiempos de espera, etc ect en unas 36 horas de descanso perdidas, una cantidad aún más importante si se considera el esfuerzo necesario para jugar en semejantes condiciones climáticas.

Cesare Prandelli tenía muy claro todo esto, luego de la experiencia vivida hace unos meses en la Copa Confederaciones, y eso que Italia viajó mucho menos y jugó también con temperaturas más "humanas". Por algo el DT azzurro aclaró que, antes que consideraciones de tipo técnico y táctico, serán las condiciones físicas y atléticas de los candidatos las que, al final, serán decisivas para compilar la lista definitiva de los 23 mundialistas.

Algo que, por ejemplo, hecha por la borda las residuas esperanzas de algunos veteranos, como Francesco Totti, Antonio Di Natale o su tocayo Cassano, de integrar la espedición azzurra en Brasil. Con los años, los tiempos de recuperación se alargan inevitablemente y seguramente el entrenador limitará al mínimo el número de los "over 30" presentes en su plantel.

Es más, hay que ir pensando, especialmente para la zona de volantes, en 8 titulares, es decir una completa rotación de hombres entre un partido y otro. Si bien falta mucho, uno piensa en estas "parejas": Pirlo-Tiago Motta, De Rossi-Verratti, Aquilani-Montolivo y Marchisio-Florenzi, así como Abate-Maggio y Chiellini-De Sciglio como laterales defensivos, que son los puestos de mayor desgaste en cuanto a lo físico.

En suma, más allá de un sorteo realmente poco afortunado, Italia parece tener los medios para salir adelante y cumplir con aquel que es y debe ser el objetivo de una potencia, es decir jugar 7 partidos o, en otras palabras, meterse entre los primeros cuatro.

Considerando que Italia no jugó el Mundial 1930, en los restantes seis mundiales "americanos" lo logró una vez cada dos, a saber en México 70, Argentina 78 y USA 94, que a su vez fue el último Mundial de este lado del océano.

Para cerrar, miremos también los rivales: ante Uruguay, la estadística general está en perfecta paridad, con dos triunfos por parte y cuatro empates (con siete goles para cada uno). Pero si se limita la búsqueda a fase finales de Copa del Mundo, Italia empató sin goles en la fase de grupos de 1970 y ganó por 2 a 0 en octavos de final de 1990, con tantos de Salvatore Schillaci y Aldo Serena. El antecedente más cercano es el de 30 de junio pasado, final por la tercera plaza de la Copa Confederaciones, que terminó igualado por 2 a 2 con goles de Astori, Cavani, Diamanti y otra vez Cavani, que luego Italia ganó en la definición desde los once pasos. Es decir que, cuando cruzó a Uruguay, Italia cosechó un segundo y dos terceros puestos, nada mal.

Con respecto a Inglaterra, Italia tiene mínima ventaja en el historial, con 9 victorias a 8 y 7 igualdades (pero ventaja inglesa de 30 a 27 en goles). También en este caso, el último antecedente, en junio de 2012, cuartos de final de la Eurocopa, fue empate, un 0 a 0 que luego se volvió favorable a Italia en la ruleta de los remates desde el punto del penal. A nivel de Mundial, encontramos otra "finalita", la del 7 de julio de 1990 en Bari, que Italia ganó por 2 a 1con ventaja de Roberto Baggio, empate de David Platt y penal decisivo de Salvatore Schillaci, quien se quedó con el título de máximo anotador del torneo. Por lo tanto, los cruces con Inglaterra nos regalaron una plata y un bronce: ¿dónde hay que firmar?

Con respecto a Costa Rica, sólo hay un antecedente, que sin embargo puede considerarse también de buena suerte: el 11 de junio de 1994, en New Haven, Italia le ganó 1 a 0 al conjunto centroamericano, gracias al gol de Giuseppe Signori. Fue el último amistoso ante del Mundial en el que Italia, como ya recordado, fue subcampeón.

En suma, los antecedentes son favorables y no estaría nada mal repetirse. Claro que, después de este sorteo que nos regaló tantos kilómetros para recorrer, parece un poco menos probable lograrlo.