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Texans deben imitar a los Chiefs

HOUSTON -- Si hay una luz de esperanza para los Houston Texans en una temporada que ha sido devastadora, es que su miseria no tiene que durar tanto.

Aún tienen a muchos jugadores talentosos a la ofensiva. También cuentan con uno de los jugadores defensivos más dominantes de la liga con el ala defensiva J.J. Watt, quien hace un año lideró a una de las mejores unidades defensivas de la NFL. Más que nada, los Texans tienen el ejemplo que los Kansas City Chiefs están estableciendo esta temporada. A pesar de lo sorprendente que ha sido el cambio para los Chiefs, los Texans pueden hacerlo mejor en el 2014.

Kansas City pasó de terminar 2-14 a su récord actual de 10-3 al realizar varios movimientos inteligentes esta temporada baja pasada. Los Chiefs encontraron al entrenador en jefe adecuado (Andy Reid), al gerente general correcto (John Dorsey), y al mariscal de campo indicado (Alex Smith) cuando muchos se preguntaban cómo harían la transición para salir del caos que fue la era Pioli. El resultado fue un equipo que inició esta temporada con nueve victorias consecutivas. Por mucho que los escépticos quieren apuntar a un calendario sencillo como la razón para el éxito instante de los Chiefs, los líderes del equipo se merecen crédito por tomar un equipo con talento respetable y convertirlo en un contendiente inmediato.

Los Texans no tienen que preocuparse por contratar un gerente general, porque Rick Smith es uno de los mejores ejecutivos jóvenes en el negocio. También tienen mucho más talento del que tenía Kansas City al final de la temporada pasada, l cual es la razón por la que podrían dejar atrás su desastrosa temporada --ahora 2-11, con 11 derrotas consecutivas-- rápidamente. El primer paso fue despedir al entrenador en jefe Gary Kubiak, lo que sucedió el 6 de diciembre, un día después de perder frente a los Jacksonville Jaguars. El segundo paso sería no contratar a Wade Phillips, entrenador en jefe interino del equipo, para la posición de tiempo completo.

Phillips es una buena persona, y una fenomenal mente defensiva. No es un entrenador en jefe dinámico. Ha tenido tres oportunidades en el cargo --con los Denver Broncos, Buffalo Bills y Dallas Cowboys- y el récord de por vida de 82-63 se obscurece el hecho que nunca ha tenido un gran impacto en ninguna parada. Contratar a Phillips sería la salida fácil para un equipo que requiere un movimiento atrevido cuando su temporada finalmente termine. Necesitan un entrenador en jefe que pueda poner en marcha una franquicia frustrada que a menudo ha carecido de la dureza para alcanzar el siguiente nivel de contención.

Lovie Smith, ex entrenador de los Chicago Bears, es una opción inteligente para tener en su lista. Lo mismo para el coordinador ofensivo de los San Diego Chargers, Ken Whisenhunt. A diferencia del entrenador en jefe de Stanford, David Shaw --otro candidato para el puesto, de acuerdo a diversos reportes-- ambos alcanzaron el Super Bowl en su primera oportunidad como entrenadores en jefe (Whisenhunt estuvo con los Arizona Cardinals del 2007 al 2012). También, cada uno tiene experiencia en algún campo que podría beneficiar a los Texans de manera inmediata, Smith como un gurú de la defensiva y Whisenhunt como una respetada mente ofensiva.

El otro movimiento clave que tiene que hacer este equipo en los próximos meses es determinar quién va a estar bajo centro. Houston bien podría estar en posición de tener la primera selección global en el draft del 2014, y eso podría significar que alguien como el junior de Louisville, Teddy Bridgewater, en caso de que salga antes de la universidad, se convierta en el mariscal de campo del futuro para los Texans.

El problema en ese escenario es que no hay un mariscal de campo en esta clase que parezca estar listo para jugar y hacerlo tan bien como Andrew Luck, Russell Wilson y Robert Griffin III lo hicieron como novatos la temporada pasada. Hay más candidatos a tener problemas en su primer año como Geno Smith de los New York Jets esta temporada.

Una opción más interesante para Houston podría ser encontrar a un jugador que ya esté en la liga. El titular actual Case Keenum tiene algunos juegos más presentar su candidatura luego de reemplazar a Matt Schaub a principios de esta temporada. Los Texans también podrían pensar en adquirir en canje al reserva de los Washington Redskins, Kirk Cousins, quien básicamente tiene tres semanas para mostrar su valor como titular en los últimos tres juegos de los Redskins. El mariscal de campo de los Minnesota Vikings, Josh Freeman, también debería estar buscando un nuevo equipo luego de que los Tampa Bay Buccaneers se dieron por vencidos con él y Minnesota no ha encontrado la manera de aprovechar su talento. Aunque muchas personas parecen estar descartando a Freeman, él podría resucitar su carrera en la misma forma que Smith lo hizo en San Francisco en el 2011.

La consideración más importante para los Texans es que tienen que encontrar un pasador con el potencial de ganar ahora. Cualquiera que no haya tenido éxito en la NFL no necesita ser una opción para el 2014. Este equipo tiene mucho talento para esperar a un mariscal para crecer en la posición. Los Texans ganaron dos títulos consecutivos de la AFC Sur antes de ver arruinada esta temporada.

De todas las decisiones que ha enfrentado el propietario Bob McNair en los 12 años de historia de la franquicia, ninguna es más importante que esta. Ha despedido al único entrenador que ha llevado a su equipo a los playoffs. Ha visto al mejor mariscal de campo en la historia de la franquicia (Schaub) perder su confianza, su efectividad, y, finalmente, su puesto. Lo más preocupante es que McNair ha sido testigo de algo que ningún propietario quiere experimentar: un equipo con calibre de campeonato en su mejor momento cayendo al sótano de la NFL.

McNair aún puede solucionar todo esto con las decisiones apropiadas.

Si realmente quiere cubrir sus bases, incluso podría realizar una llamada al propietario de los Chiefs, Clark Hunt, quien convenció a Reid de convertirse en el entrenador en jefe del equipo a horas de que los Philadelphia Eagles lo despidieran en ejero. McNair ya parece tener sus candidatos y está listo para comenzar el proceso de investigación. Su próximo movimiento determinará si su equipo escapa de un infierno al que nunca debió haber caído en primer lugar.