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Bucs aciertan con Lovie Smith

TAMPA -- Por primera vez después de mucho tiempo, los Tampa Bay Buccaneers hicieron algo bien.

El miércoles por la noche llegaron a un arreglo con Lovie Smith para convertirse en su nuevo entrenador en jefe. A la familia Glazer, quienes son dueños del equipo, no les había ido muy bien con las recientes decisiones de convertir a Raheem Morris y Greg Schiano en sus entrenadores en jefe. Pero los Glazer acertaron en esta ocasión.

Hicieron un viaje en su pasado con Smith. Él era el entrenador de apoyadores cuando Tony Dungy como entrenador en jefe convirtió a un equipo perdedor recurrente en uno que ganaba consistentemente cuando finalizaba la década de los '90. Cuando uno se fija en la historia de Tampa Bay, los años con Dungy fueron de gloria para una franquicia que sufrió por mucho tiempo desde que entró a la liga en la expansión de 1976.

Smith, de 55 años, es muy parecido a Dungy de muchas maneras. Ambos tienen fuertes antecedentes defensivos y se caracterizan por ser silenciosos en lo que a su liderazgo se refiere. Pero Smith no es un clon de Dungy. Pondrá su propio sello al equipo.

Después de dejar a Tampa Bay en el 2001 para convertirse en el coordinador defensivo de los St. Louis Rams, Smith llegó a ser el entrenador en jefe de los Chicago Bears en el 2004. Equipo al que llevó al Super Bowl XLI, en el que perdieron ante los Indianapolis Colts de Tony Dungy.

Los Bears eran contendientes regulares a los playoffs antes que Smith fuera despedido al finalizar la temporada del 2012. Con Tampa Bay, equipo que presume de una fuerte defensiva, Smith puede ser capaz de dar vuelta a unos Buccaneers, que terminaron con récord de 4-12 en el 2013, de manera rápida.

Se espera que Smith traiga al ex entrenador en jefe de California, Jeff Tedford, como su coordinador ofensivo lo cual supone un gran movimiento. Tedford ayudó a desarrollar al mariscal de campo Aaron Rodgers. La ofensiva no siempre fue el punto fuerte de Smith en Chicago, pero Tedford debe de ser una gran ayuda en ese cuestionamiento. No se sabe con certeza qué piensan Smith y Tedford de Mike Glennon, quien fuera titular en 13 partidos con los Buccaneers en el 2013.

Pero lo que sí es claro es que Smith traerá equilibrio a una organización que lo necesita desesperadamente. Los Buccaneers se han ido de un extremo al otro en los últimos años.

Morris era el típico entrenador en jefe que anteponía a los jugadores. Schiano tenía un estilo más militarizado y ninguno pareció caer bien con los Buccaneers.

El estilo de Smith pareciera ser el punto medio y eso debe venirle bien a los jugadores que no siempre estaban contentos con la manera en que llevaba el equipo Schiano y abusaban con la libertad que otorgaba Morris.

Con Smith, los Buccaneers podrían tener la oportunidad de pelear por un boleto a los playoffs por primera vez desde la temporada del 2007.