BRISTOL-- Si hubo una impresión persistente respecto a los mariscales de campo seleccionados en el draft de este año, fue el modo en que cada uno reaccionó a la noticia de que habían sido reclutados por sus respectivos equipos. Blake Bortles de los Jacksonville Jaguars saltó de su asiento, dio la mano a un par de personas, y luego salió de la sala verde como si corriera un reloj de tiro de 24 segundos que le marcara el tiempo para ir a abrazar al comisionado de la NFL, Roger Goodell. Johnny Manziel mostró su actitud de siempre después de escuchar que los Cleveland Browns lo tomaron con la selección Nº 22 global, frotándose los dedos para indicar la señal de dinero que se ha vuelto parte de su marca registrada. Luego, estuvo Teddy Bridgewater de los Minnesota Vikings. La última selección de la primera ronda --después de que los Vikes ejecutaran un canje con los Seattle Seahawks-- calmadamente exhaló y abrazó a sus amados, claramente agradecido por no tener que pasar un día más esperando para realizar su sueño.
Esas reacciones fueron reveladoras porque cada uno de esos hombres aprendió una lección valiosa sobre el proceso de convertirse en un mariscal de campo franquicia. Todos recibieron mucho amor en algún momento. También escucharon un sinfín de interrogantes respecto a lo que no podían hacer. Finalmente, aprendieron lo que se siente quedar sentado fuera de cuadro en el Radio City Music Hall y preguntarse si habían hecho lo suficiente para vender a los equipos su potencial. Fueron jóvenes con fallas al final, todos esperando que sus carencias no ensombrecieran a sus fortalezas.
A los mariscales de campo que podrían ingresar al sorteo colegial del año entrante les conviene recordar eso mientras se preparan para lo que probablemente serán sus últimas temporadas universitarias. Ya existe un trío que ha generado altas expectativas: Marcus Mariota de Oregon, Jameis Winston de Florida State, y Brett Hundley de UCLA. Y la mayor pregunta que enfrentan es la que acaban de encarar los reclutas de primera ronda de este año: ¿quién será el mejor mariscal de campo en el siguiente sorteo?
Los favoritos son Mariota, quien decidió regresar a la escuela para su temporada de redshirt junior, y Winston, quien ganó el Trofeo Heisman durante su temporada de redshirt freshman y quien será elegible para ingresar al sorteo del siguiente año como anticipado. Pero Bridgewater también fue considerado ampliamente como contendiente para irse primero global, y eventualmente resbaló hasta el sitio Nº 32. "El draft del siguiente año es intrigante porque todos estos chicos tienen talento de primera ronda", declaró el analista de NFL para ESPN, Trent Dilfer. "Tienen los mensurables, pero también serán descuartizados [por los evaluadores de talento]".
Lo primero que hay que saber sobre la siguiente generación de pasadores es que son tan diferentes entre sí como lo son Bortles, Manziel y Bridgewater. Winston es el nombre más candente, primordialmente porque fue el mejor jugador en el fútbol americano durante el 2013 y líder de los campeones defensores Seminoles. Sus números (4,057 yardas por aire, 40 pases de touchdown) solamente explican parte de su brillantez. Winston rebosaba confianza e inteligencia desde el momento en que recibió su primera jugada en Florida State. Winston, como dijo un cazatalentos de la AFC, "Tiene el paquete del mariscal de campo prototipo: fuerte, preciso, gran brazo y grandes cualidades de liderazgo".
Mariota es igual de impresionante, tanto que un gerente general de la AFC declaró que hubiera sido el primer mariscal de campo elegido este año de haber salido antes de Oregon. Ha lanzado 63 pases de touchdown y solamente 10 intercepciones en dos campañas al tiempo que ha acumulado 1,467 yardas terrestres. "Probablemente necesita un año para crecer y desarrollarse, pero ha mostrado que puede lanzar en una ofensiva y ser exitoso NFL", explicó el gerente general. "Su potencia en el brazo es buena, su desprendimiento es rápido y es preciso campo abajo. Encima de eso, tiene gran juego de pies".
Hundley también destelló potencial de NFL como sophomore, pero la opinión generalizada es que le convino regresar a UCLA, donde ya ha producido 7,921 yardas totales y 74 touchdowns combinados en dos campañas. "Realmente se ayudó a sí mismo al volver", declaró un gerente general de la NFC. "Es un gran talento, pero no es producto terminado. Hubiera estado en la discusión con los prospectos de este año, pero estará en un nivel más alto en el próximo. Tiene todo lo que buscas en un líder".
Aunque ninguno de estos pasadores ha declarado públicamente que desean entrar al draft del 2015, la creencia es que sería sorpresivo si regresaran una vez más a la escuela. El sorteo ha llegado al punto en que es riesgoso para cualquier pasador con talento de primera ronda dejar pasar la oportunidad. Eso ayuda a explicar, en parte, la sorpresa expresada por la decisión de Mariota de retornar a Oregon este año. En un punto de la temporada pasada, se le creyó un contendiente legítimo para Jadeveon Clowney como primer recluta global en la clase de este año.
Lo que Mariota probablemente entendió, lo mismo que Hundley, es que es mejor prepararse para la competencia, y no para ser el primer recluta global. Por ejemplo, Bortles pasó de ser un jugador poco reconocido entrando a su temporada de junior en Central Florida a ser considerado para la primera selección global en un año. Aunque Bortles nunca indicó que el trabajo --que incluyó cuatro meses de entrenamiento, el Combinado de Talento, su pro day, audiciones privadas, y las entrevistas-- le desgastaron, su familia sabe que el proceso debió ser fatigante. Como dijo su padre, Rob, antes del draft: "Blake está listo para ser seleccionado. Simplemente quiere llegar a un vestidor, trabajar, y ver si puede competir al siguiente nivel".
Bortles obtuvo el honor, al final, de ser el primer pasador elegido en el draft de este año porque es quien tenía menos carencias evidentes. Mientras los críticos atacaban la estatura de Manziel (5 pies con 11 pulgadas y tres cuartos), Bortles midió 6 pies con 5 pulgadas. Bridgewater encaró dudas sobre su durabilidad, luego sufrió un pro day mediocre que fue usado en su contra. Bortles es sólido --pesando 232 libras-- y aprovechó todas las oportunidades que tuvo para impresionar a los cazatalentos en el proceso previo al draft. Al final, Bortles fue el que cumplió con el requisito más importante para evaluadores de personal: aprobó la prueba visual.
Esas distinciones no serán tan claras en el 2015. Los tres mejores pasadores están más cerca en tamaño --de 6 pies con 3 pulgadas a 6 pies con 4 pulgadas de estatura, y entre 210 y 230 libras de peso-- y en inteligencia. Dilfer dijo que Winston "tiene una mente de fútbol americano tan aguda como la de cualquiera que haya visto", mientras que el analista de ESPN, Todd McShay, dijo que Mariota "es la clase de jugador que come, bebe y duerme fútbol americano. Pienso que es mejor de lo que era Colin Kaepernick en este punto de su carrera".
Lo que probablemente ayude a determinar más cuál de los tres mariscales de campo deba ser el primer elegido, será la mentalidad que cada equipo tenga con respecto a la situación. Es imposible hallar otro momento en la historia de la NFL en que la aproximación hacia la evaluación de los pasadores haya sido tan fluida. Solía suceder que un jugador simplemente debía tener los hombros anchos, un brazo fuerte y la habilidad de procesar información rápidamente. Hoy, los campeones reinantes del Super Bowl cuentan con un pasador diminuto (Russell Wilson), tres de los mejores mariscales de campo jóvenes en la liga pueden vencer a los equipos con los pies y brazos (Kaepernick, Cam Newton y Robert Griffin III), y más equipos aumentan elementos de la formación "spread" y "read-option" a sus libros de jugada.
Todavía existe gran aprecio por los pasadores de bolsillo --jugadores cortados en el molde de Tom Brady de los New England Patriots y Peyton Manning de los Denver Broncos-- pero la habilidad de pensar afuera de la caja es esencial para proyectar cómo le irá a los pasadores jóvenes que entren a la liga.
"Si la NFL tratara a los mariscales de campo como automóviles, todos tendrían una camioneta de lujo", dijo Dilfer. "Quieren a alguien que sea como una Range Rover o una Escalade, algo con muchos detalles y grandes dimensiones. El problema es que cada vez se ve menos de eso en el draft.
"Es esta clase, hubo algunas F-150s, como lo son A.J. McCarron y Aaron Murray. Estaba un Subaru, que es Derek Carr. Un tipo como Teddy Bridgewater sería un Prius. No es un auto llamativo pero te lleva desde el punto A al punto B. Pero hasta que la gente no comprenda eso del todo, evaluar a los mariscales de campo será una ciencia todavía más inexacta".
La gente alrededor de la liga también cree que la clave para seleccionar al mariscal de campo correcto es entendiendo cómo sus dirigir en función de sus fortalezas. El fútbol americano colegial ha alcanzado el punto en que algunos equipos piden a sus mariscales de campo titulares emplear apenas 10 o 15 jugadas para sostener la continuidad. En la NFL, no es poco común que los jugadores aprendan 10 o 15 jugadas en cada práctica. La consecuencia de esa disparidad es que se requiere mucho más tiempo para desarrollar a esos pasadores, lo que incomoda a los equipos del fondo de la tabla.
El mejor ejemplo de ello fue la clase de mariscales de campo del 2011. Después de que Newton se fuera primero global, otros tres mariscales de campo fueron seleccionados entre los primeros 12 lugares: Jake Locker (Tennessee), Blaine Gabbert (Jacksonville) y Christian Ponder (Minnesota). Gabbert y Ponder ya han sido etiquetados como fiascos, mientras que Locker ha sido una decepción plagada de lesiones.
En retrospectiva, hubo interrogantes acerca de esos tres pasadores de cara al sorteo, y sus equipos asumieron un riesgo considerable al elegirlos. "Es realmente difícil cuando no hay un mariscal de campo en el edificio y necesitas a uno", dijo un entrenador de mariscales de campo de la AFC. "Y para ser honesto, no sé si haya muchos tipos que conozcan bien la posición cuando seleccionan. La cosa que realmente hace a un jugador es su fortaleza mental. A menos que seas fenomenalmente súper dotado --como Cam Newton-- no puedes sobrevivir en un principio".
Ya es evidente que la siguiente generación de pasadores de la liga debe prepararse para las críticas. Por bueno que sea Winston, el visor de la AFC entrevistado para esta pieza también dijo que "su mecánica en la parte baja del cuerpo está por debajo del promedio y realmente no se mete en sus lanzamientos". Tampoco es un gran atleta cuando se habla de velocidad y agilidad, así que la 'read-option' no es una posibilidad con él".
Los recientes problemas fuera del campo de Winston también han generado dudas. Fue investigado, pero nunca se le levantaron cargos por una acusación de violación, y fue arrestado a principios de la primavera por robar unas patas de cangrejo de un supermercado. Así que ahora hay cuestionamientos sobre su madurez. "Robar patas de cangrejo es una cosa, pero la acusación de violación te asusta", declaró el visor. "Aunque no enfrentó cargos, no puede estar en esa situación".
El mayor problema con Mariota es saber si puede responder en momentos críticos. Para todos los grandes números que ha amasado, apenas tiene marca de 1-2 en juegos decididos por menos de 10 puntos. Como dijo un cazatalentos: "O está involucrado en palizas o está perdiendo ante Stanford". Oregon ha perdido ante el Cardinal en dos campañas consecutivas.
Según McShay: "Con Mariota, no estás tomando un riesgo en el talento porque tiene tanto potencial. Estás tomando el riesgo respecto a si se puede desarrollar. No podría soportar poner en riesgo mi carrera por un mariscal de campo que no tuviera la fortaleza mental o la precisión. Está allí con Mariota, pero no está desarrollada aún. Y espanta que no haya lucido tan bueno ante la clase de defensivas [Stanford] que verá en la NFL".
Hundley es sin lugar a dudas el más crudo de los tres, un jugador que Dilfer describe como "un atleta de alto nivel que debe probar poder ser un mariscal de campo de alto nivel. "Las mayores críticas acerca de Hundley son en el sentido de que retiene demasiado el ovoide y necesita mejorar cuán rápido procesa la información sobre el modo en que lo atacan las defensivas. Y como sucede con Mariota and Winston, una dirección apropiada y una fuerte ética de trabajo pueden resolver estos temas. Los tres jugadores tendrán que probar que lo pueden hacer suficientemente rápido para entrar a la conversación en la próxima primavera.
"Los mariscales de campo novatos, como grupo, generalmente no están listos para la NFL", declaró el gerente general de los Jaguars, Dave Caldwell, a principios de la temporada baja. "Están las excepciones como Andrew Luck y Matt Ryan y Peyton Manning, pero esos chicos que pasaron cuatro o cinco años en la universidad jugando una ofensiva de tipo profesional. No es lo común ahora para un novato, llegar y ser titular".
También podría haber otro prospecto que se cuele a la conversación sin que nadie lo vea llegar, como lo hizo Bortles. Dilfer ve en el pasador de Baylor, Bryce Petty, una posibilidad similar. Los rumores saliendo de Alabama son que Jacob Coker, sucesor de McCarron y un jugador que dejó Florida State después de que Winston ganara el puesto, también tiene un potencial serio. Un año sólido en la SEC, y su nombre fácilmente podría estar en la mezcla.
De modo realista, será complicado reemplazar a alguien del trío conformado por Winston, Mariota y Hundley en las discusiones cerca del siguiente sorteo. Son tan atractivos ahora porque su talento es tan obvio. "Ninguna otra selección en el draft es como la posición de mariscal de campo", dijo el entrenador de pasadores de la AFC. "Un grupo de entrenadores se hunde o sale a flote cuando es una selección de primera ronda, así que debes asegurarte de conseguir a un prospecto con las armas adecuadas. Pero la case del año entrante debe ser interesante. Tendremos que ver cuál de los pasadores termina en la cima".